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Expérience

La base de datos Desinventar. Construcción de conocimiento para la gestión del riesgo

Par Edisson Aguilar

10 septembre 2013

La base de datos Desinventar es una tecnología creada por la Corporación OSSO (Observatorio Sismológico del Suroccidente Colombiano), una ONG científica, para sistematizar y poner gratuitamente a disposición del público las estadísticas de ocurrencia de desastres naturales en Cali y otras ciudades del país. Su importancia radica en que ha sistematizado datos de desastres para Colombia desde los años cincuenta del siglo XX, ha clasificado una tipología de desastres que puede ser muy útil a la gestión de riesgo, y ha desarrollado una conceptualización del riesgo que toma en cuenta el impacto de los pequeños desastres, mostrando que este puede ser mayor al de los grandes desastres.

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En el marco del proyecto “Ciudades colombianas y cambio climático”, trabajado en conjunto con la Agencia Francesa para el Desarrollo, Fedesarrollo y la Fundación Ciudad Humana; el Instituto de Investigación y Debate sobre la Gobernanza (IRG) identificó diferentes experiencias que aportan a la reflexión sobre la adaptación y/o mitigación del cambio climático. La creación de la base de datos DESINVENTAR fue una de ellas; su importancia radica en que ha sistematizado datos de desastres para Colombia desde los años cincuenta del siglo XX, ha clasificado una tipología de desastres que puede muy útil a la gestión de riesgo, y ha desarrollado una conceptualización del riesgo que toma en cuenta el impacto de los pequeños desastres, mostrando que este puede ser mayor al de los grandes desastres.

La construcción de escenarios de riesgo que faciliten las actividades de planeación urbana es una necesidad acuciante para las ciudades colombianas. En nuestro país la gestión del riesgo ha sido impulsada por desastres naturales que no fueron manejados adecuadamente. Por ejemplo, el Sistema Nacional de Atención a Desastres nació luego de la famosa tragedia ocurrida en 1985 en Armero, departamento del Tolima, luego de que el volcán-nevado del Ruíz hiciera erupción y arrasara el pueblo entero, haciendo evidente que el país no estaba preparado para manejar sus emergencias (1). Aunque sin duda la creación del Sistema Nacional fue un avance, este mantuvo durante casi dos décadas un enfoque centrado en la atención de los desastres pero que no tenía en cuenta su prevención; dicha política solo fue reevaluada luego de que el país sufriera los estragos producidos por el fenómeno de la Niña, durante los años 2010 y 2011 (popularmente conocido como la Ola Invernal - un periodo de lluvias intensas), que dejaron más de tres millones de damnificados. Nuevamente un desastre mostraba las deficiencias nacionales en materia de gestión del riesgo; precisamente, a causa de la crisis que provocó la “Ola Invernal”, se promulgó la ley 1523 de 2012, que incluye, además del componente de “atención a desastres”, los de gestión del conocimiento y prevención del riesgo.

A pesar de los rezagos del Estado colombiano en materia de gestión del riesgo, es posible encontrar en otros sectores sociales, como la academia, notables avances. Uno de esos es DESINVENTAR (2), la base de datos que construyó (para Colombia) la Corporación OSSO, ubicada en la ciudad de Cali, en el Valle del Cauca, y cuya relevancia tiene que ver con su conceptualización del riesgo y el uso de fuentes primarias poco usuales para analizarlo. Aquí se abordará tanto el contexto institucional en el que surge DESINVENTAR como su metodología, que incluye un audaz uso de fuentes de información poco usuales.

La Red de Estudios Sociales en Prevención de Desastres en América Latina y la Corporación OSSO

En el barrio Ciudad de Jardín de la ciudad de Cali funciona la sede de la Corporación OSSO (Observatorio Sismológico del Suroccidente Colombiano), una organización no gubernamental de carácter científico, cuyo objetivo principal es:

“promover, apoyar y ejecutar investigaciones científicas, difusión y extensión de conocimientos, apropiación y desarrollo de metodologías y de tecnologías así como actividades afines, en los campos de la dinámica de la Tierra Sólida, de la Hidrósfera y de la Atmósfera, y de sus interacciones con la Sociedad” (3).

Como parte de las actividades que apoya esta corporación se encuentra el Grupo de Investigación OSSO, que nació en 1987 para analizar la sismología del sur occidente colombiano, por ser esta la región del país con que enfrenta mayores amenazas sísmicas. Sin embargo, sus actividades se han ido diversificando a lo largo de los años, pasando al estudio de otras amenazas y de las condiciones de vulnerabilidad y riesgo en diversas regiones del país. Ahora bien, el trabajo de la Corporación OSSO hace parte de una iniciativa más amplia a nivel Latinoamérica: “La Red de Estudios Sociales en Prevención de Desastres en América Latina (La RED)”, que es precisamente el espacio en que surge DESINVENTAR. De acuerdo a Cristina Rosales y Natalia Díaz, funcionarias de la corporación OSSO, La RED fue fundada en 1992 y la Corporación OSSO es miembro fundador, junto con otros ocho grupos de investigación (ONG, universidades) de diferentes países de América Latina, con el fin de estudiar y analizar los desastres en el continente. Además de OSSO, sus miembros son: el Centro de Investigación en Gestión de Riesgos, de Venezuela; la Universidad Federal de Paraíba/UNCAL, de Brasil; el Intermediate Technology Development Group, de Perú; la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales; EQUILIBRIO, de Ecuador; CIUDAD, también de Ecuador; el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, de México; el Centro de Estudios Sociales y Ambientales, de Argentina; y, Alternativas para el Desarrollo, de Costa Rica.

Pero además de articular países, la RED propende por un análisis integral de riesgo en el que se unan los aportes de las ciencias “duras”, las sociales y las innovaciones tecnológicas. Esto es relevante pues el riesgo, según expertos como Omar Darío Cardona, es un tema que no puede entenderse con los conceptos de las ciencias naturales, las aplicadas o las sociales funcionando por separado, sino que requiere un abordaje “holístico” (4).

Otra forma de analizar los desastres. La medición de lo pequeño y las fuentes “impuras”

Una de los primeros vacíos que identificó la RED en su trabajo era la ausencia de datos históricos sobre la ocurrencia y efectos de los desastres naturales. Por esa razón empezaron a trabajar, desde su creación, en una metodología apropiada para construir esa información en los países de América Latina. Cristina Rosales cuenta que ellos partieron de una hipótesis poco trabajada hasta ese momento: que los pequeños y medianos desastres, si se cuantifican, pueden tener un impacto igual o mayor al de un “gran desastre”. De acuerdo a los estándares de La Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNISDR) un “gran desastre” es aquel en el que hay 10 o más muertes, 100 o más personas afectadas y/o una solicitud gubernamental para recibir ayuda internacional humanitaria (ante la escasez de los propios recursos). Todos los países del mundo reportan sus desastres de gran magnitud a la Universidad de Lovaina, en Bélgica, donde funciona un centro de investigación que recopila y sistematiza la información en una base de datos.

El problema de esa base, según Rosales, es que, además de que no toma en cuenta los pequeños y medianos desastres, sus administradores cobran por el acceso a la información. Por consiguiente, las organizaciones de la RED decidieron crear su propia base de datos. El primer paso fue trabajar en una metodología y conceptualización del riesgo que, como se mencionaba, parte de la idea de que los pequeños y medianos desastres son en términos globales tan importantes como los grandes; por ejemplo, considerando que al sumar los daños producidos por los deslizamientos totales de un país, estos podrían ser equivalentes a los que produce un desastre de gran magnitud como un terremoto. Rosales y Díaz dicen que, por ejemplo, en las zonas rurales ocurren muchos pequeños desastres que pueden afectar la supervivencia o sostenibilidad de una persona (que una vaca sea arrastrada en una inundación), pero que por el sesgo tanto de las metodologías existentes como de la prensa, orientada hacia las tragedias notorias, estos no suelen ser tenidos en cuenta. El tipo de desastres que se encuentran en DESINVENTAR abarca tanto aquellos relacionados con el clima como otros de origen geológico o tecnológico. Por ejemplo, para Cali hay datos de la ocurrencia de actividades volcánicas, aludes, aluviones, avenidas torrenciales, contaminación, deslizamiento, epidemias, escapes, huracanes, incendios, inundaciones, lluvias, olas de calor, tempestades, tormentas eléctricas, vendavales, entre otros.

Una vez definida la nueva metodología cada país empezó a recopilar sus datos usando las fuentes existentes. Para el caso colombiano la base de datos oficial data de la década de los noventa, creada precisamente después de la tragedia de Armero. Teniendo en cuenta esas limitaciones, la corporación OSSO decidió recurrir a una fuente poco usual en mediciones científicas: los recortes de prensa. Usando la base de datos del periódico El Tiempo lograron, para el caso de la ciudad de Cali, consolidar información sobre ocurrencia de desastres desde 1950 hasta el 2000. Y aunque algunas personas han cuestionado la calidad de esos datos, las funcionarias Rosales y Díaz dicen que en un país con sistemas de información tan deficientes no hay muchas más alternativas y que al construir así sus datos han logrado tener estadísticas desagregadas por municipio (y por barrios para el caso de Cali), no solo para clasificar los tipos de eventos sino sus causas (erosión, fenómeno del Niño, fenómeno de la Niña, negligencia, etc.) y efectos (muertos, desaparecidos, heridos, damnificados, daños en infraestructuras de diferentes sectores y pérdidas económicas), hecho que permite analizar detalladamente el tipo de desastres de una ciudad o región.

Pero además de este carácter innovador tanto en la metodología como en las fuentes usadas, DESINVENTAR es una base de datos de libre acceso, montada sobre un software que permite a cualquier persona interesada consultarla por internet. Esto es importante, pues si un gobierno local o regional quisiera emplearla en análisis de riesgos o elaboración de política pública, no tendría que iniciar complejos y costosos procesos de adquisición de licencias que podrían desincentivar su uso. El programa permite construir, por ejemplo, mapas temáticos de los desastres, enfocándose en sus causas o efectos, según sea el interés de quién los elabore.

Los alcances de DESINVENTAR…

En términos académicos, los creadores de DESINVENTAR han podido comprobar su hipótesis, pues de acuerdo a los datos que han encontrado el impacto acumulado de los pequeños y medianos desastres es igual que el de los grandes desastres; por ejemplo, los daños ocasionados por sismos de gran escala tienen un impacto considerable, pero los desastres que con mayor frecuencia ocurren en Colombia y causan los mayores estragos, cuando se considera su impacto global, son las inundaciones y los fenómenos de remoción en masa. Según Rosales y Díaz esta base de datos es un buen insumo para poner a prueba hipótesis y construir modelos explicativos de largo alcance temporal sobre la ocurrencia de riesgos. Todo depende del uso que se le dé. Por ejemplo, para el caso de Cali fue un estudiante en proceso de tesis el que armó la base de datos que va desde 1950 hasta el 2000, y con base en lo obtenido demostró que hay una correlación entre el crecimiento de las urbanizaciones y la presencia de inundaciones, es decir, que a medida que la ciudad se expande son los nuevos sectores construidos los que se inundan, hecho que mostraría que la planificación urbana es determinante en la ocurrencia de desastres por inundaciones. El trabajo de este estudiante tuvo reconocimiento internacional, al ser incluidos algunos de sus hallazgos en el Global Assessment Report del año 2009, que es el informe anual de la UNISDR.

También se han hecho inventarios de desastres para Armenia, Antioquia, Caldas, Popayán y la región caribe, pero no han sido usados por los gobiernos y entidades locales, según afirma Cristina Rosales. Ella menciona que en otros países como El Salvador y Panamá sí se ha utilizado el inventario como base para la planeación y la toma de decisiones. Sin embargo, algunas instituciones ya empiezan a ver la potencialidad de esta base de datos; una prueba de esto es que se la haya usado en el proceso de construcción los Planes Departamentales de Gestión del Riesgo de los ocho departamentos de la región caribe (en el marco del proyecto Gestión Integral del Riesgo (GIR), tal como lo aseguró Clara Álvarez, delegada del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) para coordinar esa iniciativa, al señalar que ante los elevados costos de los estudios técnicos sobre riesgos, lo que ofrece DESINVENTAR es una buena opción para los departamentos y los municipios.

Commentaires

La construcción de información que permita identificar amenazas, riesgos y vulnerabilidades es vital en cualquier proceso de adaptación al cambio climático. Las ciudades y regiones colombianas, actualmente enfrentando las dificultades que implica cumplir con los requisitos de la Ley 1523 de 2012, que los obliga a planear la gestión del riesgo cumpliendo ciertos estándares técnicos, han empezado a comprender su desfase informacional y las dificultades que eso les acarrea a la hora de definir, por ejemplo, zonas de riesgo no mitigable. Los estudios técnicos, como suelen señalarlo los encargados de las oficinas de riesgo, tienen costos prohibitivos. Ante ese panorama, se hace prioritario buscar alternativas para la consecución de información histórica sobre amenazas y vulnerabilidades. Lo que ha hecho la Corporación OSSO en la construcción de DESINVENTAR es proveer un insumo que puede ser útil en la planeación urbana y la gestión del riesgo y el cambio climático si es usado por los gobiernos locales. Y si bien su información no está basada en datos científicos sino en informes de prensa, puede ser una opción para las ciudades, por lo menos hasta que consigan financiación para los estudios que requieren.

Bibliographie

NOTAS

(1) historico.elpais.com.co/paisonline/notas/Noviembre082005/A281.html, consultado el 07 de agosto de 2013.

(2) www.desinventar.org/es/general/acercade, consultado el 03 de septiembre de 2013.

(3) www.osso.org.co/acerca/quienes/, consultado el 03 de septiembre de 2013.

(4) www.desenredando.org/public/articulos/2003/rmhcvr/rmhcvr_may-08-2003.pdf, consultado el 03 de septiembre de 2013.

 

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