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Las casas flotantes: una innovación tecnológica para responder a las inundaciones

Jóvenes ingenieros de Medellín crean un modelo habitacional para regiones inundables de Colombia

August 22, 2013

La ciudad de Medellín, uno de los principales centros urbanos del país, cuenta con importantes centros de educación superior, entre ellos la Universidad EAFIT, donde un grupo de estudiantes de Ingeniería diseñó en 2010 un modelo de vivienda flotante. Este tipo de caso podría consolidarse como una solución habitacional importante para las regiones colombianas cuya posición geográfica las convierte en lugares especialmente vulnerables ante las inundaciones, que, debido al cambio climático, se intensifican cada vez más.

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En el marco del proyecto “Ciudades colombianas y cambio climático”, trabajado en conjunto con la Agencia Francesa para el Desarrollo, Fedesarrollo y la Fundación Ciudad Humana, el Instituto de Investigación y Debate sobre la Gobernanza (IRG) identificó diferentes experiencias que contribuyen a enriquecer la reflexión sobre la adaptación y la mitigación del cambio climático. Una de ellas ha sido las unidades habitacionales flotantes creadas por la empresa Utópica SAS en alianza con la Universidad EAFIT, de Medellín. Se trata de una propuesta innovadora que podría implementarse en las regiones colombianas más propensas a las inundaciones, intensificadas a causa de la variabilidad climática y el cambio climático.

El primero de marzo de 2013, en el marco del concurso “City of the year” que organizaron The Wall Street Journal y Citigroup, Medellín fue reconocida como la ciudad más innovadora del mundo. Entre las razones que propiciaron el logro de ese premio se destacan la creación de espacios culturales, la reducción de la criminalidad y la implementación de un sistema de movilidad y transporte sostenible, que contribuye a disminuir el CO2 de la atmósfera y que está representada, por ejemplo, en los paneles solares instalados para el funcionamiento del “Metrocable” o teleférico que conecta el cuerpo de la ciudad con las zonas de ladera, donde se ubica un gran porcentaje de la población.

La innovadora propuesta de “casas flotantes” –desarrollada por Lina Cataño y Andrés Walker e implementada en la región de la depresión Momposina– ha sido ampliamente reconocida. Cuenta actualmente con el apoyo de la Universidad EAFIT a través de la figura de “spin-off”, basada en una relación asociativa de la entidad educativa con una persona o una empresa. Estas unidades habitacionales se presentan como una propuesta amigable con el medio ambiente y acorde con las necesidades socio-económicas de la región. A continuación describimos la propuesta, que tiene en cuenta el contexto en que se ideó, las modificaciones de diseño que ha tenido, los actores involucrados en su desarrollo, los logros y desarrollos alcanzados hasta el momento y su proyección al futuro.

El reto: Las condiciones geográficas y las dinámicas socio-culturales de la región de la Depresión Momposina en el marco del cambio climático

Una de las poblaciones más afectadas por el inesperado y potente comportamiento del clima prevaleciente en esa época fue la residente en la Depresión Momposina, ubicada en el noroccidente del país. Como su nombre lo indica, esta zona está asentada en un nivel más deprimido del que cursan los ríos que la conforman, principalmente el Magdalena. Ello hace que el territorio funcione como regulador de las crecientes hídricas y que, a la vez, se formen y mantengan grandes ciénagas, donde se hospeda una rica diversidad de flora y fauna. Tales condiciones han hecho que las comunidades de la región tengan formas de vida y prácticas sociales particulares, caracterizadas dentro de lo que el sociólogo y maestro Orlando Fals Borda llamó en los años setenta la “cultura anfibia”. Quienes moran en la Depresión Momposina están habituados a la periodicidad de la creciente del río, de tal forma que las tierras inundables sirven de sustento de la población, particularmente basado en la pesca y la ganadería, según la época del año.

La región es asimismo un núcleo humano donde se concentran altos indicadores de Necesidades Básicas Insatisfechas y cuya vulnerabilidad se evidenció de forma resaltante frente a la variación climática de los últimos años. Sin embargo, el arraigo y la identidad con el territorio fueron factores importantes que hicieron que, a pesar del recrudecimiento del clima y los desastres, las comunidades no abandonaran la región.

La gestación y transformación de la idea: de envases plásticos a cemento

En parte, las casas flotantes se han inspirado en las “casas-botes” de Holanda. Como ellas, son el resultado de una estrategia arquitectónica que se adapta al aumento del nivel de los ríos y los lagos, provocado por el calentamiento global. Sin embargo, su gran diferencia con Holanda es que se trata de viviendas de interés social y de bajo costo, mientras allá “vivir en el agua” puede considerarse como un lujo. Además, las casas flotantes colombianas tienen que ser ecológicas y autosostenibles.

El primer modelo de unidad habitacional que desarrollaron en 2011 Lina Cataño y Andrés Walker, entonces estudiantes de Ingeniería y Diseño de Producto de la Universidad EAFIT de Medellín, era una casa prefabricada de seis toneladas con capacidad para albergar a una familia de cinco a seis miembros. Contaba con un sistema de recolección de aguas lluvias, un baño seco y una plataforma sostenida sobre más de 600 envases vacíos de PET, que daban flotabilidad a la vivienda.

Sin embargo, si el objetivo del proyecto era crear alternativas de vivienda para regiones de escasos recursos habitadas por comunidades relativamente grandes, el proceso de recolección y transporte de los envases sería uno de los grandes obstáculos a los que se enfrentarían los gestores del incipiente proyecto si querían llevarlo a cabo a gran escala. Esto se explica, entre otras cosas, porque una de las grandes empresas productoras de envases PET, Enka de Colombia S. A., recicla ya gran parte de los recipientes residuales que produce, con lo cual disminuye la posibilidad de que los estudiantes puedan recolectar la cantidad necesaria para construir las plataformas flotantes de un buen número de casas.

Para dar mayor viabilidad a la propuesta, entonces, fue imprescindible modificar el diseño y los materiales de la plataforma flotante. Así, y contando con la ayuda de diferentes grupos de investigación de la Universidad EAFIT –entre ellos “Investigación de Materiales y Sociedad”, “Mecánica Aplicada al Desarrollo y Diseño de Procesos” y “Política e Historias Conectadas”–, en el curso de 2012 el diseño de la VIS flotante cambió en cuanto a los materiales utilizados y a otros aspectos, lo cual proveyó de mayor sostenibilidad a cada unidad habitacional.

El nuevo y actual modelo cuenta con un pilote y una estructura especial de una de las esquinas de la vivienda, que permite el movimiento vertical, mas no horizontal, de la estructura. Se diseñó también un modelo de cimentación ubicado en el terreno sólido que soporta a la vivienda cuando no se presenta inundación alguna, de forma que se proporciona mayor estabilidad y confort a los habitantes del lugar. Por último, en lugar de una plataforma hecha con envases reciclados, el nuevo prototipo de vivienda flotante se basa ahora en cemento enriquecido, algo que podría cuestionar la vigencia del componente ecológico que en un principio se planteaba con la idea de reciclar material plástico.

No obstante, sobre lo que se entiende como “ecológico”, Cataño explica: “No se trata tanto de pensar en que algo es ecológico porque el material por sí solo lo determina, sino que se trata de entender que algo se puede catalogar como ‘ecológico’ en función de un contexto particular”. “En el caso de Colombia –continúa–, una casa es un patrimonio familiar que se valora de generación en generación”; por lo tanto, la durabilidad de un material como el cemento hace que éste sea ecológico a largo plazo, si se considera que hace parte de una vivienda que seguramente será utilizada por muchos años y que no requerirá mayores reparaciones.

Una alianza necesaria y benéfica con la universidad

Utópica SAS, nombre de la empresa de las casas flotantes, es una spin-off, es decir, una alianza entre la empresa y la universidad. Según Cataño, la estrategia de vincularse a la Universidad ha sido vital para que el proyecto de unidades habitacionales flotantes siga en pie y pueda acceder a una convocatoria del Departamento Administrativo de Ciencia, Tecnología e Innovación (Colciencias) para efectos de recibir asesoría y apoyo de recursos en especie. Esto permitió la modificación del diseño de flotabilidad descrito atrás, a la vez que la Universidad prestaba el apoyo técnico a los grupos de investigación que participaron en su desarrollo.

Así mismo, la spin-off también fue importante para lograr la ayuda financiera de la Unión Europea, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en Colombia y de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres sobre un proyecto específico. Se trata de la construcción de un centro educativo flotante en el pequeño municipio de Chimichagua, ubicado en la zona de la Depresión Momposina que corresponde al departamento del Cesar. Esta escuela albergará a cerca de cuarenta (40) estudiantes de educación básica. Está siendo construida bajo la coordinación de Walker, con la ayuda operativa de diecisiete (17) personas de la misma comunidad que reciben prestaciones y seguridad social por cuenta de su trabajo.

No sobra mencionar que, ante la crisis que padeció esta región y el país por cuenta de la ola invernal de 2010-2011, la idea de las casas flotantes –gestada poco antes de los eventos de inundación– tuvo una explosión mediática que hizo que el proyecto de Cataño y Walker llegara luego a ser presentado ante la Organización de Estados Americanos y las Naciones Unidas, así como en Río+20 y en el Diálogo Interamericano sobre Gestión del Agua.

Hacia un reconocimiento político y normativo del gobierno colombiano

Por el hecho de tener a la Universidad EAFIT como socio de una idea concebida para las necesidades de poblaciones de bajos recursos y vulnerables a los efectos nocivos del cambio climático (entre ellos, las inundaciones), Utópica SAS espera que el Gobierno nacional sea su principal cliente en un futuro, al valorar los aspectos sociales, económicos y de gestión del riesgo de desastres que encierra la iniciativa. Quizá ese futuro no sea tan lejano, si se considera que las unidades habitacionales flotantes de la Sociedad han sido escogidas como uno de los cinco casos de estudio que el Departamento Nacional de Planeación ha tomado como base para desarrollar una política de inclusión social nacional que está en construcción. Es un logro reciente que para Cataño es sumamente importante, “porque vamos a tener ya una voz en las altas esferas”.

Sin embargo, cabe anotar también que en cada presentación del proyecto frente a alguna entidad, la spin-off de Utópica resalta la necesidad de que exista un marco normativo que posibilite y regule la construcción, implementación y mercado de la Vivienda de Interés Social flotante. Por supuesto, se entiende que la novedad del asunto amerite una revisión y un tratamiento de expertos, y que la normatividad tome su tiempo. Mientras tanto, la Spin Off Utópica-EAFIT seguirá ejecutando proyectos con la ayuda internacional y local, en municipios como los de la Depresión Momposina.

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La propuesta de las unidades habitacionales flotantes que presenta la Spin Off Utópica-EAFIT no solo se consolida como una medida viable de adaptación al cambio climático, sino que propone una nueva forma de vivienda que toma en cuenta las variables sociales y culturales de un territorio. Finalmente, es una propuesta de innovación tecnológica y de bajo costo.

Efectivamente, si los procesos de reasentamiento que se han adelantado dentro de una misma ciudad provocan traumas a quienes deben abandonar su vivienda y afectan las relaciones de vecindad construidas durante años, cabe preguntarse qué efectos tendría la reubicación de comunidades enteras que históricamente han tenido un modo de vida “anfibio” en eco-regiones como la Depresión Momposina. De esta manera, las casas flotantes contribuyen a mejorar la adaptación frente al cambio climático, a la vez que conservan los aspectos socioculturales de las zonas donde se construyen.

La propuesta también podría observarse como una posibilidad valiosa de mitigar la afluencia de porciones gruesas de la población hacia las grandes ciudades del país, y de contribuir al mejoramiento de la calidad de vida en regiones y municipios alejados de los centros administrativos y financieros urbanos que identifican a Colombia. En ese sentido, es pertinente reflexionar atentamente sobre la manera como la implementación de las VIS flotantes que propone la Spin Off Utópica-EAFIT incidiría en modelos de ocupación territorial concretos. En otras palabras, es conveniente relacionar este proyecto con los debates sobre el ordenamiento territorial.

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