La seguridad es un bien público brindado por el Estado. Las políticas públicas de seguridad ciudadana deben examinar situaciones, bienes y servicios para mejorar la vida de los ciudadanos. Hay que diferenciar la política de seguridad ciudadana de la política de orden público. La política pública de seguridad ciudadana tiene que ser integral, no estigmatizar a poblaciones en particular y debe ser de responsabilidad local. La política de seguridad ciudadana debe mirar los derechos pero también los deberes de los ciudadanos. La política pública debe articularse con una política de convivencia ciudadana ; tener una buena coordinación intrainstitucional y interinstitucional y generar capital humano, confianza y también una participación alta de los ciudadanos.

Desde 1995-1996 y el primer mandato del alcalde Antanas Mockus, se ha tratado de transformar la cultura urbana de la ciudad de Bogota. Ese cambio ya se había iniciado con la Asamblea Constituyente de 1991. La realidad de la cuidad de Bogota como una institución cerrada, con un alto nivel de homicidio y un alto grado de corrupción ha empezado a cambiar con el primer mandato de Antanas Mockus, cuya gestión ha sido respaldada por los cuatro gobiernos municipales siguientes. Hoy en día, Bogota sirve como ejemplo de gestión pública exitosa para muchas ciudades en el mundo.

En los últimos años, se han hecho trabajos de capacitaciones a policías de las localidades de Bogota, Villavicencio, Medellín y también a policías de las localidades del departamento del Valle. No ha sido fácil que los servidores públicos y en particular los policías estudien en la Universidad pública como cualquier estudiante. Han habido conflictos y malestares con el resto de los estudiantes y con el personal administrativo de las universidades. Finalmente, la Universidad Nacional de Colombia - en su sede de Bogota - fue la primera universidad que recibió a policías en Colombia.