Experienca
El Cinturón Verde de Medellín
Debate sobre el futuro de las laderas de la ciudad
28 de agosto de 2013Programa Coproducción de la acción pública
Cuaderno Ciudades colombianas y cambio climático
Palabras clave :Actualmente se debate en Medellín un proyecto propuesto por la Alcaldía Municipal que es cuestionado por actores académicos y sociales de la ciudad. Se trata del “Cinturón Verde Metropolitano”, una estrategia que busca, entre otras cosas, controlar la expansión demográfica de Medellín hacia las laderas, por estimar que la presencia de viviendas en estos territorios violentaría la fauna natural de la zona y elevaría el riesgo de desastres por derrumbes y deslizamientos. Por lo demás, el “cinturón verde” representa una opción de adaptación al cambio climático, si se considera que este fenómeno intensificaría el nivel de las precipitaciones atmosféricas y, por ende, de derrumbes y deslizamientos en las laderas.
Para mitigar este problema la Administración de la ciudad piensa construir un borde de zonas verdes y equipamientos, así como mejorar las viviendas de la zona, todo ello con el fin de contener la ampliación de las comunidades hacia los niveles más altos de los cerros. Sin embargo, la crítica a esta propuesta radica en que la inversión requerida no haría otra cosa que atraer a las laderas a un mayor número de familias.
Contenido
En el marco del proyecto “Ciudades colombianas y cambio climático”, trabajado en conjunto con la Agencia Francesa para el Desarrollo, Fedesarrollo y la Fundación Ciudad Humana; el Instituto de Investigación y Debate sobre la Gobernanza (IRG) identificó diferentes experiencias que aportan a la reflexión sobre la adaptación y/o mitigación del cambio climático. Una de ellas es la estrategia del Cinturón Verde Metropolitano, una iniciativa de la Alcaldía de la ciudad de Medellín (Colombia) que busca la transformación del hábitat en los cerros o laderas que rodean la ciudad y que la conectan con el resto de municipios del Valle de Aburrá, dentro del cual está edificada la urbe. Como uno de los propósitos del plan municipal es conservar y recuperar el ecosistema boscoso de los cerros, así como regular la expansión poblacional hacia los mismos a fin de reducir los riesgos por derrumbes y deslizamientos, el Cinturón Verde podría estimarse como una medida que enfrenta la amenaza del incremento de las precipitaciones, aunadas éstas al cambio climático. Anotamos que esta estrategia apunta también al desarrollo sostenible. No obstante, la efectividad de las medidas propuestas en el marco de la estrategia ha sido cuestionada por la academia y por distintos sectores de la población. Actualmente constituye un proyecto polémico en la ciudad.
Contexto geográfico y ocupación de las laderas
Medellín es la capital del departamento de Antioquia, localizado al noroccidente de Colombia. La atraviesa un río que lleva su mismo nombre y al oriente y el occidente está rodeada de cerros, paralelos a la corriente hídrica; de este contexto geográfico hacen parte las laderas, que configuran los límites o bordes de los cerros.
De acuerdo con las estimaciones del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), la población actual de la capital antioqueña asciende a 2.417.325 habitantes, parte de los cuales reside en las laderas circundantes. Allí, en esos bordes, aparecen diferentes grupos humanos de diversa estratificación socioeconómica, pero que tienen en común su ubicación en la delgada y difusa línea que separa el sector “urbano” del sector “rural” de la ciudad. Adicionalmente, tales comunidades comparten también el riesgo que representan los derrumbes y deslizamientos, asociados al incremento del nivel de las precipitaciones atmosféricas causadas por el Cambio Climático. Son varios los desastres de ese tipo que se han presentado a lo largo de los años en la ciudad. Uno de ellos, el derrumbe de La Media Luna, al oriente de la capital, es recordado por Gabriel García Márquez en sus memorias. Por eso, tanto la Administración municipal de la ciudad como la academia estiman que la ocupación de viviendas en las laderas aumenta el riesgo de los desastres. Con mayor razón si se tiene en cuenta que el flujo demográfico hacia esos parajes es cada vez mayor, lo cual hace que las construcciones residenciales asentadas cuesta abajo sean más y más vulnerables.
Un enfoque integral
La Alcaldía municipal y la Empresa de Desarrollo Urbano (EDU) de Medellín propusieron en 2013 la estrategia del “Cinturón Verde Metropolitano”, que actualmente cuenta con 546.000 millones de pesos del presupuesto anual de ese Municipio. Anotamos que la idea no fue concebida precisamente en 2013 sino que fue el resultado de estudios y debates anteriores.
La estrategia tiene un enfoque integral que busca no solo la conservación de los ecosistemas naturales de los cerros, sino asimismo el mejoramiento de la calidad de vida de quienes los habitan, específicamente aquellas comunas donde la mayor parte de la población dispone de escasos recursos económicos. Son tres los pilares en los que se funda el Cinturón Verde para su implementación durante los próximos años:
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1) Recuperación ambiental: la Administración busca iniciar procesos de restauración ecológica, protección del patrimonio arqueológico, mitigación del riesgo a partir de la conservación de los espacios arborizados, recuperación de las quebradas que corren por el lugar y manejo de residuos sólidos, entre otros objetivos.
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2) Mejoramiento integral del hábitat: la Administración se propone adelantar diferentes procesos de vivienda (como la reubicación o construcción de casas y la titulación de predios, por ejemplo), con el fin de “consolidar un territorio equilibrado y equitativo en la zona de encuentro entre lo urbano y lo rural y su área de influencia”. Así mismo, se proyecta la construcción de equipamientos como colegios, escenarios deportivos y medios de transporte y movilidad que contribuirían a romper el aislamiento entre las comunidades y el interior de la ciudad.
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3) Urbanismo cívico y pedagógico: este pilar se entiende como una estrategia de “interacción y cohesión social para promover la cultura en el territorio mediante las intervenciones urbanísticas”. Se aplica a través de la conformación de asambleas informativas, mesas de trabajo y jornadas barriales, culturales y recreativas, entre otras modalidades.
Si bien la estrategia del “Cinturón Verde Metropolitano” se encuentra en una fase de formulación avanzada, actualmente está implementándose un proyecto piloto denominado “Jardín Circunvalar de Medellín”, que culminará dentro de dos años y medio y que materializará el cinturón verde mediante la creación de diferentes franjas o corredores. Consiste en implementar tres corredores paralelos: uno dedicado al tránsito de peatones (“Camino de la Vida”), otro asignado para la movilidad de bicicletas u otros medios de transporte alternativos (Ruta de Campeones), y, finalmente, un corredor dedicado a la Movilidad Limpia, donde se planea el tendido de un monorriel. Por su parte, el “Jardín Circunvalar de Medellín” se adelanta en cuatro cerros del oriente de la ciudad: Pan de Azúcar, Llanaditas, La Cruz y El Picacho, lugares éstos donde, además de la construcción de los corredores, se adelantan acciones para consolidar el Urbanismo Cívico Pedagógico y la Recuperación Ambiental del Territorio, formulados a partir de la estrategia del Cinturón Verde.
Debate entre instituciones públicas, academia y comunidad
Según la Administración y la EDU, la ciudadanía que reside en la zona intervenida por el proyecto piloto ha participado en asambleas informativas, recorridos, diálogos de saberes y talleres de cartografía social y de imaginarios del territorio. Todo ello se ha realizado con el objetivo de delimitar las franjas y construcciones de conformidad con los deseos y perspectivas de las comunidades. Sin embargo, algunos sectores de la población han expresado inquietudes en torno a la verdadera incidencia que su participación tiene en la estrategia macro, que es la del Cinturón Verde. De acuerdo con Françoise Coupé, presidenta del Consejo Territorial de Planeación de Medellín (un espacio de participación creado constitucionalmente para que los sectores de un municipio evalúen y hagan recomendaciones frente a los planes de la administración pública), era preocupante el hecho de que el proyecto no hubiera sido socializado en detalle sino a partir del mes de agosto de 2013. Según ella, la difusión del plan acababa de efectuarse en el marco del evento “Retos y oportunidades del Cinturón Verde Metropolitano”, organizado por el Centro de Estudios Urbanos y Ambientales Urbam, de la Universidad Eafit y la organización “Medellín Cómo Vamos”. Así mismo, tanto para Piedad Patricia Restrepo –coordinadora de esta última institución– como para Coupé, es importante que los Planes de Desarrollo Local que la población de cada comuna formuló durante las anteriores administraciones municipales sean valorados y tenidos en cuenta, pues mientras allí se estipularon proyectos de vivienda y movilidad, el diálogo entre éstos y el Cinturón Verde no está claro.
Por otro lado, en opinión de Alejandro Echeverri, director del Urbam, si bien es motivo de celebración la importancia con que la Alcaldía está tratando el problema de la expansión habitacional hacia las laderas, conviene preguntarse si el “Cinturón Verde” no terminaría siendo en la práctica un “cinturón gris”, en referencia a la necesidad de saber a qué elementos de la estrategia se les otorgará un mayor énfasis presupuestal.
Específicamente, lo que más preocupa al Centro de Estudios Urbanos y Ambientales es la relación entre lo que la Alcaldía invierta para la recuperación y conservación ecológica de los cerros o las medidas de control de la expansión demográfica hacia ellos, y el esfuerzo financiero que implica la construcción del medio de transporte que se piensa implementar en una de las franjas: un monorriel. Para Echeverri, el tendido de tal obra podría ser un “error histórico”, pues en ocasiones son más los proyectos que los planes, que son los que determinan los modelos de ocupación del territorio. En ese sentido, la instalación de grandes medios de transporte como el monorriel –así como la de una gran avenida en cualquier ciudad– podría acarrear el asentamiento de un gran porcentaje de la población en los lugares donde precisamente se debe intentar que no ocurra ese fenómeno.
Lo anterior reabre el debate que planteó Tatiana Zuluaga, consultora de la Fundación para el Progreso de Antioquia (Proantioquia), en el evento “Retos y oportunidades del Cinturón Verde Metropolitano”. Según ella, y de acuerdo con las múltiples normas que se han expedido en Medellín para reglamentar el uso del suelo en los bordes de la ciudad y su relación con las diferentes políticas de vivienda que han aplicado las administraciones municipales, es necesario definir qué tipo de medidas son las más apropiadas para que el gobierno local enfoque sus esfuerzos sobre el control de la expansión poblacional hacia los cerros: ¿deben promoverse medidas de mitigación del riesgo, o bien aquellas que buscan más la consolidación del territorio? Es decir, ¿los esfuerzos deben enfocarse a evitar que las laderas sigan siendo ocupadas (mediante acciones como la formulación de prohibiciones normativas o la consolidación de reservas forestales), o a atender a la población que ya se encuentra asentada allí?
Finalmente, Echeverri plantea también la importancia de tratar los bordes en toda su complejidad, es decir, la necesidad de entender que la ciudad no se encuentra rodeada de un borde homogéneo sino de muchos, que se diferencian en cuanto a la población que allí reside y a las distintas fallas geológicas y variables ecológicas que presentan. Así mismo, el director del Urbam afirma que, considerando la limitada capacidad de control de cualquier gobierno local frente al propósito del asentamiento de familias en las laderas, la Alcaldía debe partir de un mapa de riesgos para la identificación de los “núcleos” de población que deben ser reubicados de forma prioritaria, debido al riesgo que representa su permanencia en determinadas zonas.
Finalmente, durante el debate técnico que tuvo lugar en el evento “Retos y oportunidades del Cinturón Verde Metropolitano”, una escolar que reside en los cerros orientales, donde intervendría el Cinturón Verde, sentó su inconformidad por el distanciamiento de esa discusión con las comunidades que finalmente asumirán las consecuencias de la transformación que se lleve a cabo en las laderas. Entre sus reclamos, afirmó: “La montaña nos acogió cuando la ciudad nos dio la espalda […] no estamos luchando por el derecho a la ciudad, sino por el derecho a la ruralidad”. Esta aseveración plantea claramente un interés que bien podría ser compartido por otros residentes de la zona, pero que, en últimas, representa una perspectiva que cuestiona la esencia de la estrategia del Cinturón Verde: ¿de qué forma las dinámicas socio-económicas de la población se modificarán con la instalación de los diferentes equipamientos que propone la estrategia?, ¿los cerros se consolidarán como núcleos urbanos en cuyo alrededor inevitablemente se conformará un territorio periurbano con las mismas características de riesgo que actualmente preocupan a expertos de la Administración y la academia?
Comentarios
Vale la pena llamar la atención sobre la inconformidad que representantes de diferentes sectores de la población manifestaron en torno a la incidencia de la participación ciudadana en el proyecto del Jardín Circunvalar de Medellín, proyecto piloto del Cinturón Verde. Si bien se valoran los esfuerzos de la Administración por vincular a la población en la formulación del proyecto a través de diferentes ejercicios y técnicas, realmente ¿qué ha quedado de los distintos aportes de la ciudadanía? Es oportuno que la Administración y el Consejo Territorial de Planeación (CTP) mantengan un diálogo fluido y constante con los pobladores, pues ese espacio se creó precisamente para socializar los planes de la Alcaldía, en los cuales se enmarcan proyectos como el del Cinturón Verde. Por esa razón, extraña que la presidenta del CTP haya afirmado que solo hacía poco tiempo el proyecto había sido explicado en detalle por la Alcaldía.
Así mismo, vale la pena preguntar cuáles son los puntos concretos que plantean los habitantes. Específicamente, ¿cuáles son los cruces que se establecen entre el proyecto del Jardín Circunvalar y los Planes de Desarrollo Local? Si se considera que la efectividad de la participación ciudadana depende tanto de la Administración como de las mismas comunidades, es necesario visibilizar una(s) posición(es) concreta(s) de la ciudadanía sobre el proyecto, de tal forma que trascienda la bien conocida discusión sobre si ha habido participación o no.
Bibliografía
- El Plan “Montería Ciudad Verde 2019”
- El Parque Lineal la Ronda del Sinú: dándole la cara al río.
- La primera Vía Lenta de Colombia
- La perspectiva del grupo de investigación Gestión de Agroecosistemas Tropicales Andinos-GATA, de la Universidad Tecnológica de Pereira
- Las vicisitudes de Megabús S.A. para certificarse como un Mecanismo de Desarrollo Limpio
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