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Experienca

Sensibilización y educación sobre cambio climático a través del Arte

Los laboratorios socio-artísticos de la Galería de Arte Contemporáneo Paul Bardwell del Centro Colombo Americano de Medellín, Colombia

Por Angela Vejarano

12 de septiembre de 2013

Uno de los compromisos que plantea la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático reposa en la “educación, formación y sensibilización de público”. Sin embargo, es poco común encontrar iniciativas que se enmarquen dentro de lo anterior y que involucren el arte como el eje de su desarrollo. A través del Programa Desearte Paz, la Galería de Arte Contemporáneo Paul Bardwell del Centro Colombo Americano de Medellín ha desarrollado desde 2006 una serie de “Laboratorios socio-artísticos” a los que acuden artistas o científicos internacionales para trabajar en conjunto con artistas locales, estudiantes de colegios y universidades, o la comunidad en general, a propósito de temas específicos que apuntan al logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Así, en aras de alcanzar el objetivo número 7 referente a “garantizar la sostenibilidad del medio ambiente”, la Galería ha realizado algunos Laboratorios sobre cambio climático donde se busca conciliar el arte con la ciencia mediante el diálogo de diferentes actores y la producción de obras artísticas.

Contenido

En el marco del proyecto “Ciudades colombianas y cambio climático”, trabajado en conjunto con la Agencia Francesa para el Desarrollo, la Fundación Ciudad Humana y Fedesarrollo; el Instituto de Investigación y Debate sobre Gobernanza identificó diferentes experiencias que buscan la adaptación y/o mitigación del cambio climático. Una de ellas fueron los Laboratorios socio-artísticos que ha realizado la Galería de Arte Contemporáneo Paul Bardwell del Centro Colombo Americano de la ciudad de Medellín (departamento de Antioquia, Colombia), mediante los cuales se buscó, desde el arte, la comprensión y sensibilización sobre la mitigación del cambio climático, y las responsabilidades y derechos con el mismo.

Cuenta Juan Alberto Gaviria, director de la Galería, que el Centro Colombo Americano de Medellín se fundó hace 65 años como una “organización cultural sin ánimo de lucro, donde se promueve el desarrollo humano por medio de programas y servicios que fomentan el intercambio de conocimientos entre Colombia, Estados Unidos y otros países” (1). Actualmente es una institución reconocida por sus programas de enseñanza del idioma inglés, los cuales son una importante fuente de recursos para otros programas relacionados con el arte y la cultura. Es así como la Galería ha funcionado durante las últimas décadas exhibiendo en sus muros una gran variedad de obras sobre diversas temáticas, con una tendencia clara hacia los problemas del medio ambiente que afectan el país y una visión “ecosófica” del mundo (término creado por el filósofo francés Félix Guattari para explicar la necesaria articulación entre la ética y la política frente al medio ambiente, involucrando una dimensión espiritual en el actuar). Por sus paredes blancas han reposado fotografías, pinturas y otras obras sobre la importancia de la reforestación, el proceso de urbanización de la ciudad y sus efectos sobre los ecosistemas de las laderas, entre otros.

En el año 2006, sin embargo, la Galería comenzó a implementar el Programa Desearte Paz, su apuesta social por desarrollar un “Modelo de Desarrollo Cultural Comunitario” que contribuya al logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio-ODM estipulados por las Naciones Unidas mediante la educación y sensibilización de la ciudadanía sobre diferentes temas. El Programa busca involucrar diferentes actores de la sociedad (estudiantes, docentes, artistas y científicos, por ejemplo) en un diálogo horizontal a través de prácticas artísticas que se desarrollan en espacios denominados “Laboratorios socio-artísticos”. El fundamento pedagógico de estos Laboratorios va más allá de otros modelos de educación artística, en la medida en que a través de ellos se busca traspasar las fronteras del placer o del conocimiento experto en el arte, para llegar a la comprensión crítica del papel de los instrumentos visuales en la sociedad. Se busca entonces una construcción colectiva del conocimiento en la educación artística, dando cuenta de la subjetividad de todos los actores frente a un tema específico para luego expresarlo como una metáfora mediante una práctica u obra artística que generaría impacto en la sociedad. Así, los Laboratorios buscan el diálogo de saberes intuitivos y académicos, representados en miembros de la comunidad y en los expertos científicos o artistas locales e internacionales que invita el Programa. Bien lo explica Gaviria, refiriéndose al trabajo de la Galería: “Hay museos y galerías comerciales. Pero aquí no coleccionamos obras. Hemos construido un espacio alterno donde podemos EXPERIMENTAR con el arte”.

La Galería ha realizado cerca de cuarenta (40) Laboratorios desde 2006, donde se han trabajado temas como “Identidad entre las culturas originarias de América”, “Violencia contra las mujeres”, “Prevención del delito”, “Plantas medicinales”, “Mujeres lideresas: economía y empoderamiento”, entre otros. Frente al tema del cambio climático, son tres (03) los Laboratorios organizados entre 2010 y 2013, cuyos títulos y énfasis fueron: “Inter/dependencia con la Naturaleza: Responsabilidades y Derechos con el cambio climático”, “Adaptación, mitigación y cambio climático” y “Energía Renovable: Mitigación del cambio climático”. Los expertos internacionales invitados por separado a cada uno de estos Laboratorios fueron Lynne Hull, artista representativa de la “eco-arte” (“arte que interactúa o interpreta el medio ambiente”, según sus propias palabras) y Dan Hitchcock, PhD en Ingeniería Ecológica de la Clemson University.

La primera artista y el segundo científico, desde sus disciplinas cada uno de ellos fue presentado a artistas locales, estudiantes de Artes Plásticas de diferentes Universidades de Medellín, estudiantes de colegios públicos y miembros de organizaciones sociales de la misma ciudad o de otros municipios adonde el Programa Desearte Paz busca llegar con los Laboratorios. Posteriormente, los expertos internacionales realizaron, a modo de introducción, conferencias sobre los énfasis específicos que les correspondían, de manera que su público (las organizaciones sociales y los artistas locales y estudiantes) se acercara al tema sobre el que luego debían crear obras artísticas, como efectivamente se realizó en los días siguientes con el acompañamiento de los invitados extranjeros. Finalmente, la Galería coordinó jornadas de socialización a la que acudieron todas aquellas personas que participaron, con el fin de reflexionar en forma conjunta sobre el proceso del Laboratorio y el tema de que trató. Esta es, básicamente, la mecánica que siguen todos los Laboratorios socio-artísticos del Programa Desearte Paz. Pueden tener una duración de dos o tres semanas, y ser validados como créditos para los universitarios o notas de la asignatura “Educación Artística” para los estudiantes cuyos colegios tienen convenios con la Galería.

El primer Laboratorio realizado, “Inter/dependencia con la Naturaleza: Responsabilidades y Derechos con el cambio climático”, buscó la sensibilización hacia el tema mediante el reconocimiento de la fauna y flora particular del municipio de Jericó (Antioquia), consolidándose como una de las prioridades de trabajo, la protección de las fuentes de agua que de allí se disponen. Por su parte, el Laboratorio sobre “Adaptación, mitigación y Cambio Climático” tuvo como finalidad tener un acercamiento entre ciencia y arte, para lo cual cada colegio seleccionó un elemento sobre el cual enfocarse respecto a las causas del cambio climático. Y en el tercer Laboratorio, referente a la “Energía Renovable: Mitigación del cambio climático”, presentó a los estudiantes todas las fuentes alternativas de energía renovable (solar, eólica, oceánica, geo-térmica, biomasa) cuyo uso propiciaría la reducción de las emisiones de dióxido de carbono.

Entonces, sombreros y máscaras con el rostro de animales silvestres del país; una escultura hecha con rocas en forma de media luna para ayudar a recolectar y distribuir el agua de la quebrada La Pradera que cae en las laderas de Jericó; un patito de hule bañado en un desagradable líquido oscuro que metaforiza los derrames de petróleo y su efecto en los ecosistemas; un pan de maíz que se ilumina para pensar en “comida energética” y plantear así la pregunta sobre para qué se debe cultivar: ¿biocombustibles o comida?; una pintura donde se representan las alternativas de aprovechamiento de recursos naturales del municipio de Necoclí para generar energía (luz solar, mar, volcanes de lodo, maderos); y numerosos murales plasmados en las paredes de la Galería y de algunas casas que componen los municipios visitados; conforman el acervo artístico que los Laboratorios han alimentado con las ideas de niños, jóvenes, adultos y ancianos de diferentes lugares que convergen en el uso de un mismo idioma: el arte.

Los Laboratorios no son ejercicios pedagógicos que se enfocan en un riguroso conocimiento técnico sobre un fenómeno como el cambio climático, sino que apuntan principalmente al reconocimiento del papel activo de cada persona en una sociedad que padece cada acción suya. “Es ahí, en esa toma de conciencia, desde donde se percibe la realidad, la cual va más allá de lo aparentemente visible y palpable; una realidad con una mirada más humanizadora cuando se reconoce al otro como parte de un todo que se afecta y afecta”, comenta la profesora Helena Posada del Colegio San Ignacio de Loyola, una de las once (11) instituciones de educación escolar que participaron en los Laboratorios sobre cambio climático. Precisamente, para John Fredy Colorado, coordinador del Programa Desearte Paz en la Galería Paul Bardwell, esa toma de conciencia en las nuevas generaciones es el principal aporte de los Laboratorios sobre cambio climático. Según él, los estudiantes de los colegios participantes cayeron en cuenta de que, a pesar de tener una previa idea sobre lo que es el fenómeno, sus acciones no iban encaminadas en contribuir a la solución de los efectos nocivos del mismo. Y la pereza, ese pecado capital, era la principal causa de la inactividad para, por ejemplo, reciclar, cuidar el ecosistema y apoyar iniciativas ambientalistas; acciones éstas que, sumadas, ayudarían en la mitigación del cambio climático (el reciclaje y la conservación de ecosistemas contribuyen a la reducción de emisiones de GEI). Así, el proceso participativo y de impacto en que se basan los Laboratorios socio-artísticos, contribuyen a la conformación de una masa consciente que padece y puede enfrentar los problemas que causan o son causados por el cambio climático, al tiempo que el arte logra “desautisarse”, puntualiza Gaviria.

Comentarios

La experiencia de los Laboratorios socio-artísticos que promueve la Galería de Arte Contemporáneo Paul Bardwell, aportan en cuanto a sus fundamentos pedagógicos y metodologías de trabajo para la formación y sensibilización de la comunidad sobre temas álgidos y actuales. Efectivamente, la amplia gama de temas que se han abordado desde 2006 permite afirmar que los Laboratorios no se realizan exclusivamente para el cumplimiento del compromiso sobre “educación, formación y sensibilización del público” estipulado en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático de 1992, y adoptada por Colombia mediante la Ley 164 de 1994. Sin embargo, es de resaltar que el cambio climático ha ocupado parte de la agenda del Programa Desearte Paz en repetidas ocasiones y, en esa medida, es considerado importante para el logro de los ODM.

El tema del cambio climático trabajado mediante prácticas artísticas con una metodología participativa y de campo, conlleva a que los Laboratorios cuenten con un flujo de información importante que podría ser potencializado. No sólo la comunidad medellinense y los estudiantes de Artes Plásticas comprenden y se sensibilizan ante los efectos nocivos del fenómeno y sus posibles soluciones, sino que también los acercamientos a zonas del país donde ocurren problemáticas específicas como el uso inadecuado de la quebrada La Pradera en Jericó o el no aprovechamiento de fuentes alternativas de energía en Necoclí, son una oportunidad de visualizar condiciones y posibilidades para hacer frente al cambio climático en el país. En esa medida, es oportuno pensar en la capacidad de difusión de la información que el Programa Desearte Paz y el desarrollo de los Laboratorios socio-artísticos recoge y valora.

Bibliografía

(1) (1) www.colomboworld.com/index.php?option=com_content&view=article&id=2&Itemid=322

www.unavarra.es/dep-psicologiaypedagogia/personal/personal-docente-e-investigador?dato=informacion-adicional&uid=479&languageId=100000&rangoLetras=ab

www.arteuna.com/talleres/lab/ediciones/FelixGuattariLastresecologas.pdf

www.geo.puc.cl/html/revista/PDF/RGNG_N33/art11.pdf

htca.us.es/materiales/perezdelama/composicion_arquitectonica/0213_20080528_ecosofia.pdf

www.necocli-antioquia.gov.co/sitios_visitar.shtml

«Líneas de intervención Pedagógica, Arte e Infancia-Arte y Escuela», Programa Desearte Paz; Lina Johana Betancur Manco; Centro Colombo Americano, 2009

Informe de Gestión 2012, Centro Colombo Americano-Medellín

«What’s Behind? Festival de Arte Joven 2012»; Centro Colombo Americano Medellín, Alcaldía de Medellín

«Re-Forest», Centro Colombo Americano Medellín (cartilla)

«Guía Ambiental», Centro Colombo Americano Medellín (cartilla)

«LAB 22: Interdependencia con la naturaleza, Responsabilidades y Derechos con el Cambio Climático», Centro Colombo Americano Medellín (cartilla)

«LAB 34: Constructores de paz, Medellín: Memoria y sostenibilidad», Centro Colombo Americano Medellín (cartilla)

“Energía Renovable: Mitigación del cambio climático”, Centro Colombo Americano Medellín (cartilla)

 

Ver también