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Entrevista

La ruptura entre las diferentes ideologías trae como consecuencia la confrontación y la insatisfacción.

El Alcalde de Santa Catarina Mita, Guatemala, electo vía una asociación cívica y a través de asambleas ciudadanas, insiste en que los gobiernos locales deben lograr integrar las diferentes voces e ideologías de la sociedad para servir de manera equitativa y sin prejuicios partidarios.

Rene Vicente Osorio Bolaños: Alcalde de Santa Catarina Mita, Juitapa, Guatemala

Por Dalia Moreno

Contenido

Breve presentación del entrevistado y del contexto de su gobierno local:

Población: 29, 496 ha.

Extensión: 132 Km.

Ubicación: es un Municipio del departamento de Jutiapa, perteneciendo a la Región Sur-Oriente del país

Altura: 700 m.s.n.m.

Principales actividades económicas: agricultura y calzado

Ingresos propios: 23, 500 quetzales anuales

3er periodo como alcalde electo vía un comité cívico, creado como una reacción de inconformidad ante las frustraciones e inconformidades de los resultados de los partidos políticos; esta integrado por profesionales y practicantes. Actualmente es el 2do alcalde en Guatemala en obtener el porcentaje más alto de votos con un 76%.

Preguntas y respuestas:

En su opinión y en orden de prioridad, ¿cuáles son los tres principales desafíos que enfrenta la cohesión social en su gobierno local y/o municipio?

Primeramente, considero que un gobierno local, para poder servir a toda una ciudadanía integrada por diversas ideologías, concepciones y criterios, debe tener una igualdad partidaria, despojarse de los prejuicios, de los partidos políticos, tanto durante las elecciones como en el ejercicio del servicio, para poder convertirse en un gobierno que da servicios públicos a todos los habitantes en igualdad de derechos y deberes.

Para los electos que llegan por partidos políticos es muy difícil equilibrar las voces y escuchar las diferentes necesidades. En mi caso yo llego por medio de una asociación cívica que tiene hace cuatro años, altos porcentajes de aceptación. Esto no ha sido fácil, gracias a la aceptación de la gente hemos superado el perjuicio de los partidos. En mi municipio, las autoridades somos propuestas en asambleas de ciudadanos específicamente el concejal y el síndico. Esta vía nos permite que no estemos al servicio de los partidos de turno o del poder.

Cuando no se logra ser representativo de todas las visiones y existe esa ruptura entre las diferentes ideologías, las consecuencias son la confrontación, la frustración y la insatisfacción.

Considero que un segundo desafío tiene que ver con la distribución de servicios. Me refiero con ello a que los gobiernos locales deben priorizar la participación ciudadana en su gestión, atendiendo a la respuestas económicas tanto del presupuesto interno y externo, es decir el local, el nacional y el del sector externo con el fin de dar servicios a todos.

Dirigir los servicios públicos hacia determinados sectores trae como consecuencia una desintegración de la sociedad, por lo tanto, es necesario dar servicios a la población que nunca los ha tenido o que los han tenido pero escasa o deficientemente; y esto se logra sensibilizando a los sectores que están acostumbrados a tenerlos, de tal forma que sepan esperar su turno.

Un tercer punto, es la organización de la ciudadanía por zonas o barrios, aldeas, caseríos o cantones. La participación tiene que ser representativa a base a la elección de sus propias comunidades, pero también debe ser evaluada por parte de las autoridades municipales para verificar la representatividad.

En realidad, no solamente son estos tres aspectos los retos que tenemos enfrente, pero sí los básicos para tener una estabilidad política, de desarrollo y para escuchar lo que los vecinos exponen.

Debe hacerse a través de una planificación de las oficinas municipales con suficiente capacitación técnica, y sensibilización social de parte del personal municipal. Los funcionarios municipales deben ser capaces de responder a los cambios en la ciudadanía; esto significa contar, no solamente con técnicos especializados, sino técnicos totalmente concientes de la realidad.

En el caso de Santa Catarina Mita tenemos una oficina de participación social integrada por profesionales que están pagados por la municipalidad, algunos otros son jóvenes practicantes de servicio social, y entre todos son un gran apoyo para atender a la ciudadanía. Pero sobre todo debe haber una disponibilidad política para despojarse de las banderas tanto en el caso de los funcionarios municipales como en los alcaldes.

Claro que el hecho de no pertenecer a ningún partido político y venir por vía ciudadana también tiene sus consecuencias, ya que en el caso de mi municipio, sufrimos la marginación en cuanto a la distribución de los fondos sociales que el gobierno tiene para ser distribuidos a los alcaldes de todo el país. Se favorece a los municipios y funcionarios del partido dominante o gobernante. Nosotros somos marginados por no replegarnos a los intereses doctrinarios del partido.

En teoría la ley dice que debe haber igualdad en la distribución financiera, pero en la práctica te dicen: “se acabo el recurso y punto”; y no hay entes jurídicos a los cuales apelar, porque si existen también son influidos por el sistema político.

Nosotros tenemos que buscar otros medios mediante los cuales resolvamos nuestras necesidades, tiene que hacerse a través de la gestión externa y con la ayuda de otros actores que tienen una visión diferente de desarrollo.

¿Cómo cree usted que la cooperación descentralizada y el dialogo biregional UE-AL contribuyen a resolver estos desafíos?

Creo que los municipios de Guatemala estamos constitucionalmente facultados para hacer gestiones con cualquier municipio del mundo, porque se nos ha dado autonomía municipal. Contamos con un código municipal y una ley de descentralización, pero tradicionalmente se ha conservado la idea de que son los funcionarios del gobierno central los que tienen que tratar con el exterior, esto es un prejuicio que tiene que romperse.

Estos espacios nos sirven para pedir a la cooperación que se trate directamente con los municipios y de acuerdo a los intereses y necesidades específicas que tenga cada uno, según sus planificaciones a corto, mediano y largo plazo.

Si el desarrollo de las comunidades va en dirección de la planificación de desarrollo, y son necesidades verdaderas, éstas pueden ser apoyadas y evaluadas en virtud de lo que nos hace falta a la mayoría. Para nosotros, es muy importante el capital semilla y el apoyo económico, porque puede haber muy buenas ideas y proyectos pero necesitamos apoyos de instituciones que puedan sembrar las raíces en forma cooperante. Por ejemplo, es fundamental para las capacitaciones de los funcionarios, el dialogo contribuye a guiarnos en cómo hacer y qué hacer. A veces la opinión de los vecinos ayuda y viene a enriquecer los proyectos del municipio.

Para avanzar en la cohesión social tenemos que entender que los actores que participan en ella están perfectamente definidos entre autoridades, es decir los que dan el servicio, y la población que los recibe. Debemos reconocer que tenemos diferentes sectores, los conformes y los inconformes y tenemos que saber escuchar los planteamientos de todos, sensibilizándolos y reorientándolos para atender a los cambios. En ello el diálogo con otros homólogos ayuda.

Cuando hablaba de los servicios públicos por ejemplo, me refiero a que a través de la relación de cooperación podemos atender las necesidades para que la gente no se vaya a otros países, creando empleos y permitiendo que la ciudadanía cree capacidades y altos valores, que no sean influenciados por las drogas y el narcotráfico, que tengan recursos económicos suficientes; que los niños no se mueran prematuramente por falta de servicios de salud o de educación.

La sistematización de experiencias que producen estos encuentros ayudan a madurar la línea de dirección que los diferentes alcaldes tenemos que compartir en diferentes lugares de América Latina. A veces sólo son cerros y quebradas lo que nos dividen, pero en realidad tenemos los mismos problemas de salud, de educación, de carencia de trabajo y eso es lo que más nos divide al interior de nuestras localidades.

En mi municipio hemos hecho un polideportivo que ayuda a las familias a la recreación, promovemos los servicios para la tercera edad, damos apoyo a la participación de la mujer por medio de una agrupación social, hemos llevado la universidad al pueblo, damos becas y bolsas de alimentos, hemos dado vivienda a más de 200 madres solteras y viudas, hemos introducido la electricidad y el agua al 100% de las aldeas. Estos son los servicios en los que pedimos ayuda.

 

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