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Análisis

El impacto de las think tank mexicanas en la evaluación y construcción de la gobernanza en México.

Organizaciones nacionales especializadas en investigación y evaluación de los procesos de gobernanza en México: FUNDAR, Este País y Transparencia Mexicana.

Por Nuria Merce Ortega Font

1 de septiembre de 2008

Las think tank mexicanas1, (en este caso, FUNDAR, la fundación Este País y Transparencia Mexicana) fungen como centros de evaluación del quehacer gubernamental, así como de otros indicadores de gobernanza. Su trabajo está centrado, fundamentalmente, en asuntos relacionados con la transparencia, la rendición de cuentas, y el acceso a la información.

En una sociedad en donde no se puede afirmar la existencia plena de la gobernanza, a partir de la existencia de diversos indicadores (como los índices de transparencia y corrupción, o la aún limitada intervención de la sociedad civil en la toma de decisiones públicas) de demuestran que ésta se encuentra en proceso de construcción, organizaciones como las aquí estudiadas no sólo son evaluadoras del proceso, sino también, actores fundamentales de su construcción.

Esta ficha entonces hablará, entonces, de cómo han surgido las think thanks mexicanas, sus acciones, sus metodologías de evaluación, las contribuciones que han realizado al proceso de construcción de la gobernanza en México, su importancia, los obstáculos a los que se enfrentan y su situación frente a las agendas nacional e internacional.

Contenido

En México, la génesis de la sociedad civil se remonta a la década de los años sesenta del siglo pasado, con las primeras organizaciones de tipo religioso que se enfocaron en acciones de caridad y asistencia para dar respuesta a los rezagos y exclusiones del sistema social (Alfie; 2005). A esto se sumó el movimiento estudiantil de 1968 con acciones y temas para la reestructuración política, y más adelante, en 1985, la organización autónoma de la sociedad para hacer frente a los desastres provocados por los sismos. A partir de este momento, algunas autoridades del ámbito intelectual mexicano se aventuraron a reconocer y afirmar el nacimiento de la sociedad civil aún cuando ésta sólo estuviera actuando en sentido reactivo ante el desastre natural y sea difícil reconocer la proyección racional de un espacio en el que se asumen compromisos duraderos y, sobre todo, se establecen normas y dinámicas claras de vinculación interinstitucional entre la sociedad, el Estado y el mercado.

Los primeros intentos de la sociedad civil como un contrapeso articulador y agente fiscalizador de las otras esferas, nacieron a partir sus manifestaciones de descontento frente al supuesto fraude que dio la presidencia del país, en 1989, a Carlos Salinas de Gortari, el candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), y no a Cuauhtémoc Cárdenas, el candidato del Frente Democrático Nacional (FDN).

A partir de esto, una serie de movilizaciones y actores en torno a distintos temas empezaron a hacer sentir su presencia y sus demandas, abriendo el espacio público y catalizando los procesos de democratización.

El devenir de los procesos internos, junto con un contexto internacional que presionaba a México para que diera muestras claras de su tránsito a la democracia, como una condición fundamental para su impostergable integración a la globalización (Alfie; 2005); generaron una serie de condiciones propicias para la apertura del espacio público, la cual, a su vez, dio lugar al surgimiento de múltiples arenas de discusión y distintos flancos de reivindicación, que serían progresivamente aprovechados por la emergente sociedad civil mexicana.

Enmarcada en un claro proceso de liberalización del sistema político mexicano, la llegada del Partido de Acción Nacional (PAN) al gobierno en 2000 se tradujo en una renovada aspiración democrática, pues fue la primera elección en la que la alternancia de partidos en la presidencia de la República Mexicana se hizo posible, tras más de 70 años del Partido Revolucionario Institucional en el poder. Junto con esto, la apertura del debate público, la creciente libertad de expresión, los emergentes (e inacabados) instrumentos institucionales para garantizar el acceso a la información y la creación de diferentes instancias y fiscalías especiales en torno al tema de los derechos humanos y la revisión de los delitos del pasado, entre otros, amplió la idea de la democratización en México, dándole también un nuevo sentido normativo a sus contenidos.

En este contexto, las claras aspiraciones y necesidades en torno a la consolidación de la transición democrática, surgieron FUNDAR, la Fundación Este País (FEP) y Transparencia Mexicana (TM) con el fin último de incorporar a la sociedad civil a la toma de decisiones a partir del ejercicio pleno de sus derechos, como forma de democratizar el ejercicio del poder.

Estas manifestaciones concretas la sociedad civil, aparecieron de la necesidad de exigir espacios de apertura democrática que permitieran a la ciudadanía, por una parte, conocer, y por otra, acceder de forma libre a la información pública, básica tanto para entender la realidad nacional, como para poder generar estrategias de incidencia.

Así, estas organizaciones no se dedicaron a realizar trabajo de movilización social en torno a reivindicaciones específicas, más bien, y siguiendo las nuevas formas de expresión de la sociedad (Beck; 1997), en donde se da cabida a nuevas manifestaciones políticas no necesariamente relacionadas con las prácticas clásicas (manifestaciones, plantones, mítines, etc.), FUNDAR, la FEP y TM optaron por convertirse en centros de investigación aplicada, o think tanks} que si bien tienen líneas de estudio particulares, todas buscan que, a través de la producción de conocimiento sobre temas específicos que aquejan a la sociedad, la difusión de la información y de la generación de propuestas relacionadas con el diseño y gestión de las políticas públicas, la participación informada de la sociedad civil pueda concretarse en la incidencia de ésta en la toma de decisiones públicas.

Como parte de los primeros impactos de los esfuerzos emanados desde la sociedad civil en la búsqueda de mecanismos que permitieran la apertura del sistema y la democratización de nuestra sociedad, cabe destacar la labor realizada por académicos, intelectuales, organizaciones sociales y civiles (como las anteriormente mencionadas) y representantes de los medios de comunicación en torno al impulso de una ley que fuera capaz de garantizar el acceso a la información y la transparencia de las instituciones públicas. Esta iniciativa de ley tuvo su origen en la reunión del llamado Grupo Oaxaca (23 y 24 de mayo de 2001 en Oaxaca, Oaxaca, México), el cual debe ser entendido como “…un fenómeno inédito de opinión pública que tuvo su punto de inflexión con la realización del Seminario Nacional ‘Derecho a la Información y Reforma Democrática’” (Gutiérrez; 2005: 77), el cual se llevó a cabo los días 23 y 24 de mayo del 2001 en Oaxaca, Oaxaca.

El 30 de noviembre de 2001, el entonces Presidente Vicente Fox, retomando las propuestas y observaciones realizadas desde la sociedad civil, presentó ante la Cámara de Diputados, como parte de la Reforma del Estado en lo referente a la democratización de las instituciones públicas, la iniciativa de Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental. Para finales de abril del año 2002, esta Ley fue aprobada tanto por la Cámara de Diputados como por la de Senadores.

El impulso a mecanismos que fomentaran la transparencia y el libre acceso a la información pública gubernamental tenía por objeto eficientar a las instituciones, disminuir los índices de corrupción y permitir la fiscalización ciudadana, promover el cumplimiento de las garantías constitucionales en torno a los derechos relacionados con la información y, en general, democratizar al Estado, a sus organismos y a la sociedad misma. En este sentido, se entiende que la democracia implica la existencia de una estructura institucional capaz de soportar tanto su dimensión formal como sustantiva. Esta estructura ha sido definida dentro de la globalización política, convirtiéndose en una condición determinante para el ingreso de los estados nacionales al proceso de la globalización, pues es “el parámetro mediante el cual los países del Norte miden el grado de madurez política y la capacidad de crear y obedecer las normas e instituciones que se han establecido como las básicas o endémicas del modelo” (Ortega y Rosas; 2007: 106). Así, indicadores como no corrupción, procesos electorales transparentes y la rendición de cuentas, entre muchos otros, se convierten en condiciones fundamentales no sólo para integrar a los Estados a los circuitos globales, sino también, y principalmente, para la captación de fondos otorgados por organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, la Organización de las Naciones Unidas, etc.). De ahí la urgencia de promover, desde lo formal, el cumplimiento de indicadores relacionados con las democracias consolidadas, exigidos desde el ámbito internacional.

En este sentido, a pesar de las deficiencias que aún existen en los mecanismos que se establecieron para el acceso a la información y la innegable discrecionalidad con la que se otorga,

  • “…parece razonable sostener que en este rubro específico del régimen de comunicación social se sentaron en esta coyuntura, las bases mínimas de una relación de corte democrático en el plano crucial de la rendición de cuentas de las autoridades públicas frente al cuerpo social “(Gutiérrez; 2005: 84).

Las garantías relacionadas con la libertad de expresión, el derecho a la información, a la transparencia y la pluralidad, entre otros, son variables fundamentales, tanto en lo sustantivo como en lo normativo, para los procesos de consolidación democrática; sobre todo en un mundo globalizado que sienta sus bases en la información, convirtiéndola en elemento de primer orden dentro de la construcción de las democracias y sus procesos de gobernanza.

Sin embargo, la consolidación del modelo democrático en México se ha visto seriamente accidentado y obstaculizado por distintos factores que promueven la resistencia ante nuevas reglas que permitan articular los equilibrios y controles necesarios que doten de responsabilidad pública a los distintos actores involucrados en la construcción de nuestra democracia. Por ello, la labor de monitoreo y evaluación que realizan las think tanks} mencionados resultan de primera importancia, pues acercan a la ciudadanía al estado que guardan los procesos de transición democrática, permitiendo construir los primeros canales hacia una participación crítica e informada que impulsará el ejercicio y la demanda de sus derechos y en consecuencia, fortalecerá la dimensión sustantiva de nuestro sistema democrático, dando lugar a los procesos de participación social democrática y, por lo tanto, de gobernanza.

La importancia de estas organizaciones radica en la promoción que realizan en torno a la transparencia, la rendición de cuentas y la difusión de la información, pues, si la gobernanza se entiende como una nueva forma de gobierno, cuya gobernabilidad se sustenta en un marco normativo horizontal, en tanto incluye a la sociedad civil y al sector privado en la toma de las decisiones públicas, al abrir espacios de diálogo integradores de diferentes orientaciones valorativas; el empleo y disposición de la información se convierte en un elemento fundamental en la construcción de dichos espacios.

A continuación, una breve descripción de FUNDAR, la FEP y TM, como ejemplo de organizaciones de investigación aplicada, dedicadas a la evaluación y monitoreo del ejercicio gubernamental, así como de problemáticas específicas relacionadas con la construcción de la democracia y la gobernanza. El objetivo de esta ficha será, entonces, el de describir el contexto en el que estas organizaciones surgieron, los obstáculos a los que se han enfrentado y cómo los han superado. Junto con ello, se tratará de analizar las perspectivas, las agendas y opiniones que éstas think thanks tienen sobre los procesos de gobernanza, para poder dar un panorama general de éste y de cómo las organizaciones estudiadas han contribuido a su construcción como actores del proceso mismo.

FUNDAR

FUNDAR nació en 1999, durante el sexenio de Ernesto Zedillo Ponce de León (1994–2000), previo a las elecciones presidenciales de 2000. Estas elecciones tienen una importancia particular en la historia nacional por haber sido el escenario de la alternancia del poder en la presidencia de la República Mexicana, después de más de 70 años de gobierno del Partido Revolucionario Institucional.

El sexenio de Ernesto Zedillo se caracterizó por sus fuertes crisis en lo político, lo económico y lo social. El año en que Zedillo tomó posesión de la Presidencia de la República Mexicana (1994) fue especialmente violento, pues estuvo marcado por el asesinato de tres personajes de suma importancia en la vida pública nacional, a saber, los de Luis Donaldo Colosio, candidato a la Presidencia de México por el PRI, el de José Francisco Ruiz Massieu, uno de los personajes más importantes del entonces Partido de Estado, y el del Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo. Los homicidios de Colosio y de Ruiz Massieu tuvieron una presunta fuente política, y el del Obispo Posadas fue relacionado con un ajuste de cuentas del narcotráfico.

Precedido por lo anterior, a finales de 1994 y a lo largo de 1995, se desató una de las peores crisis económicas en México, la cual se inició con una importantísima devaluación del peso mexicano frente al dólar estadounidense. Con esto, las inversiones, sobre todo las de capital extranjero, cayeron precipitadamente, se perdieron miles de empleos comprometiendo la estabilidad del país, que fue fuertemente cuestionada por el polémico inicio del Tratado de Libre Comercio (TLC) firmado con Canadá y Estados Unidos, así como por el conflicto encabezado por el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en Chiapas (Massicotte; 2001).

Las condiciones en las que se había desarrollado el mandato de Zedillo, junto con años de descomposición del sistema político mexicano (iniciada ya desde los primeros movimientos estudiantiles de 1968) fomentaron las aspiraciones democráticas en torno a su apertura y renovación. En este contexto surgió FUNDAR, con el objetivo de transparentar el ejercicio gubernamental e impulsar la rendición de cuentas como mecanismos democratizadores del poder.

Fundar Centro de Análisis e Investigación A.C. es un think thank con trabajo de advocacy (el término refiere a la realización de investigaciones dirigidas a la defensa, promoción, o impulso de algún tema en particular, por ejemplo, derechos humanos, pobreza, género, medio ambiente, etc.), que se declara como una organización de la sociedad civil, apartidista, independiente, plural y sin fines de lucro, con un claro perfil crítico y prodemocrático.

La organización busca, a través de la investigación aplicada (es decir, investigación de problemas específicos que tiene como resultado no sólo una evaluación producida por metodologías particulares, sino la generación de propuestas concretas, así como la gestión de las mismas) ampliar y fortalecer las capacidades ciudadanas, exigir transparencia y rendición de cuentas, avanzar hacia el Estado de Derecho, promover la igualdad sustantiva y garantizar los Derechos Humanos, como ejes centrales en la consolidación de la democracia sustantiva (www.fundar.org.mx).

Para FUNDAR, el logro de estos objetivos deberá estar dado por la evaluación, monitoreo e incidencia en instituciones y políticas públicas, al igual que por el seguimiento del gasto público; a fin de vigilar que las prioridades de la agenda social y pública se concreten en el ejercicio adecuado de los presupuestos públicos.

La metodología de FUNDAR varía según sean los objetivos de la investigación que se esté llevando a cabo; sin embargo, el eje metodológico transversal a todo proyecto es el monitoreo del presupuesto público en distintas áreas, la difusión de sus resultados y la incidencia de éstos en campos específicos (transparencia, rendición de cuentas, diseño y ejecución de políticas públicas, etc.), siendo ésta una metodología innovadora dentro de los procesos de evaluación que realizan las organizaciones civiles y sociales mexicanas. Lo innovador de la metodología de FUNDAR radica que al análisis multidisciplinar que realiza, incorpora el elemento de presupuestal como indicador del compromiso del Estado para con el desarrollo inclusivo, la transparencia, y la rigidez en el ejercicio de la administración pública. Por otra parte, la inclusión del seguimiento del ejercicio del presupuesto público responde, también, a la necesidad de FUNDAR por medir qué tanta relevancia se le da, dentro del planteamiento presupuestal, a las demandas de la agenda social y a los planteamientos internacionales vinculados con los estándares necesarios para la democracia, como el incremento presupuestal en materia de educación, ciencia, tecnología, salud, cultura, por mencionar alguno rubros contemplados por intancias internacionales como necesarios en los presupuestos públicos de los países democráticos.

Es importante mencionar que las estrategias de difusión de FUNDAR no están basadas en la aparición en los medios masivos de comunicación (radio, prensa y televisión), pues esta organización considera que su incidencia no está determinada por el impacto mediático que pueda tener (Ortega Font; 2008: ficha 11). Esta postura se ve reflejada en su escasa aparición en medios impresos, registrando sólo seis notas en el periodo estudiado (2000 – 2007) en el diario La Jornada (Felix 2008; ficha 2).

El trabajo de difusión en FUNDAR está dado por sus publicaciones, talleres, conferencias y capacitaciones dirigidas tanto a ciudadanos como a organizaciones civiles y sociales interesadas en los temas contemplados por la organización.

FUNDAR ha establecido vínculos de investigación y acción con otras organizaciones de la sociedad civil en México, sobre todo en temas relacionados con el impulso de la transparencia y rendición de cuentas. De igual manera, ha trabajado con otras organizaciones a lo largo de América Latina en temas de capacitación ciudadana y monitoreo presupuestal como herramienta metodológica de análisis (Ortega Font 2008; ficha 11).

Por otra parte, FUNDAR ha mantenido estrechas relaciones con actores internacionales a través de sus fuentes de financiamiento, pues estas provienen, en su mayoría, de fundaciones y organizaciones extranjeras, así como de organismos supranacionales, que se vinculan con FUNDAR a través de temas en los que la organización trabaja. Como parte de los financiadores de FUNDAR, es posible mencionar a los siguientes: Ford Foundation (transparencia, presupuesto social, monitoreo de derechos humanos, salud y género), Fondo de las Naciones Unidas para la Mujer o UNIFEM (género y equidad) Social Justice Committe – Mining Watch Canadá (Estado de Derecho justo e igualdad sustantiva), Programa de las Nacionales Unidas para el Desarrollo o PNUD (presupuesto con perspectiva de género, evaluación del Grupo de Cooperación Técnica Horizontal de América Latina y el Caribe en VIH/SIDA), MacArthur Foundation (mortandad materna, observación de derechos humanos), International Budget Project (apoyo en general, índice de transparencia, salud reproductiva), Human Rights Internship Program (derecho a la salud), Agencia Sueca para el Desarrollo Internacional o ASDI (presupuesto para VIH / SIDA), Organización Panamericana para la Salud o PAOH por sus siglas en inglés (presupuestos y políticas públicas sobre adolescentes y VIH/SIDA), Open Society Institute (Apoyo institucional, seguridad pública, monitoreo del poder legislativo, monitoreo de recursos petroleros), Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico u OCDE (derechos humanos), Comisión Europea (derechos humanos), Hewelett Foundation (transparencia y acceso a la información), Fundación Kellogg (fortalecimiento al ámbito local), Embajada Suiza (monitoreo de organismos de derechos humanos a nivel local).

También ha colaborado con Congreso de la Unión (monitoreo, evaluación y propuesta de política presupuestal), la Secretaría de Desarrollo Social (gasto público en el contexto electoral) y el Instituto Federal de Acceso a la Información (transparencia, acceso a la información y rendición de cuentas). Sus participaciones con este sector han sido escasas pues, a consideración de FUNDAR, establecer relaciones de colaboración y divulgación con dicho sector resulta “siempre más complicado que trabajar con la sociedad civil” (Ortega Font; 2008: ficha 11).

Por otra parte, FUNDAR también ha establecido vínculos con actores académicos en el desarrollo de trabajos dirigidos fundamentalmente a la transparencia y rendición de cuentas como, lo hiciera con el Centro de Investigación y Educación Superior de Antropología Social (CIESAS) o con el Colegio de México, (COLMEX), con quien forma el Colectivo por la Transparencia, junto con otras organizaciones como la Fundación Hewlett.

Uno de los actores más destacados de la FUNDAR es el Dr. Sergio Aguayo Quezada, quien es Presidente de su Junta Directiva. Aguayo Queza (Jalisco, México, 1947), es un importante personaje en el mundo de la academia y de la sociedad civil en México, en especial en el área de Derechos Humanos. De igual forma, a lo largo de su carrera ha tenido destacadas participaciones en los medios de comunicación como articulista de los periódicos como La Jornada (México), Reforma (México), Este País (España) y Open Democracy (Reino Unido) y como analista del programa Primer Plano.

Es miembro fundador de La Jornada y de la revista Este País, publicaciones que se caracterizan por su contenido crítico en torno al ejercicio gubernamental no democrático. Por otra parte, la revista Este País se distingue por ser una publicación que se ha establecido como un foro académico de gran importancia para la investigación social cuantitativa, el análisis y la evaluación de coyuntura, política pública y problemas relacionados con el desarrollo.

Sergio Aguayo es licenciado en Relaciones Internacionales por el Colegio de México y Maestro y Doctor por en la Escuela de Estudios Internacionales de la Universidad Johns Hopkins, donde también realizó estudios de Posdoctorado.

Su trabajo de promoción y defensa de la democracia y los derechos humanos lo ha realizado no sólo desde el ámbito académico, sino también, y fundamentalmente, desde su labor en organizaciones civiles y sociales, convirtiéndose en un referente importante dentro del ámbito relacionado a la construcción de ciudadanía y democracia formal y sustantiva.

Fundación Este País

La Fundación Este País (FEP), es una organización independiente, apartidista y sin fines de lucro, que nació en 2001, pero cuyo antecedente se encuentra en la empresa Desarrollo de Opinión Pública A.C. (DOPSA), surgida en 1989.

La creación de DOPSA precede a la elección presidencial de 1988, una de las más polémicas y competidas de la historia electoral de México, pues por primera vez, desde la institucionalización del poder político en la historia posrevolucionaria del país, se puso en riesgo la continuidad del Partido Oficial, a saber, el PRI, en la presidencia de la República Mexicana. Esta amenaza, alimentada por la onda crisis que vivía el Partido, así como el sistema político todo, estuvo encabezada por Cuauhtémoc Cárdenas, quien tras romper con el PRI, se convirtió en el candidato presidencial por el FDN.

Tras unas elecciones empañadas por un supuesto fraude, la necesidad de fomentar una ciudadanía participativa e informada se fue haciendo cada vez más patente entre la sociedad civil. En este contexto se fundó DOPSA, como una empresa dedicada a generar información capaz de contribuir a la formación de una opinión pública y al análisis de los fenómenos que se estaban presentando.

DOPSA fue pionera en el impulso del empleo de herramientas cuantitativas en el análisis realizado desde las Ciencias Sociales, así como en la formación de indicadores que dieran una explicación a la realidad particular que México estaba experimentando. Posteriormente, su labor de investigación se consolidó, dando lugar a la publicación de la revista “Este País. Tendencias y opiniones”, a través de la cual se difundían los resultados de las investigaciones que DOPSA realizaba, así como los indicadores que iba generando.

Como producto del fortalecimiento de las labores de investigación realizadas por la revista, se buscó la institucionalización de éstas y se constituyó en el año 2001 la Fundación Este País, que se estableció como una organización independiente, con proyectos y objetivos propios.

Este País también surgió tras un episodio de gran importancia en la vida nacional. Las elecciones presidenciales del 2000 significaron el arribo de la transición democrática en México, al menos en términos formales, lo que despertó nuevamente un fuerte impulso a las aspiraciones democráticas que se tradujeron, principalmente, en la exigencia de transparencia y rendición de cuentas como mecanismos democratizadores del ejercicio del poder.

La Fundación Este País es otra think tank mexicana, que se dedica exclusivamente a la investigación aplicada, la comunicación estratégica y el desarrollo institucional. La FEP está incorporada en el Registro Nacional de Instituciones y Empresas Científicas y Tecnológicas del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT), y a diferencia de FUNDAR, no realiza trabajo de advocacy. (Ortega Font; 2008: ficha 10).

Su planta está compuesta por investigadores formados en diversas áreas, pero fundamentalmente en las Ciencias Sociales. La metodología empleada en las distintas líneas de investigación de la FEP varía, sin embargo, su punto de partida se encuentra en la metodología cuantitativa, que ha dado como producto la formación de diversos indicadores, los cuales son difundidos a través del dossier “Indicadores” de la revista Este País. En este sentido, una de las aportaciones más novedosas de la Fundación es la creación del Índice Nacional de Economía del Conocimiento el cual vincula la formación de conocimiento con índices de productividad (www.etepais.org.mx).

A pesar de que no tiene una línea de estudios particular, se ha dedicado a monitorear temas de transparencia, infancia, educación, difusión del Índice de Desarrollo Humano del Programa para el Desarrollo de las Naciones Unidas y desarrollo (social, económico y político), por mencionar algunos proyectos que ha desarrollado (para mayor información, Ortega Font; 2008: ficha 10; www.etepais.org.mx).

La Fundación ha colaborado con diferentes organismos nacionales e internacionales. Sus fuentes principales de financiamiento están dadas por la participación en proyectos impulsados por la Fondo de las Naciones Unidad para la infancia (UNICEF) (difusión del Segundo Estudio de niñas, niños y adolescentes trabajadores en cien ciudades), el Programa de las Naciones Unidad para el Desarrollo (PNUD) (difusión de los resultados de los Índices de Desarrollo Humano Municpal), la Fundación Frederic Nauman, el Sistema Nacional de Desarrollo Integral para la Familia (DIF) (promoción y ejecución de talleres para los DIF regionales en donde se difundieron los resultados del Segundo Estudio de niñas, niños y adolescentes trabajadores en cien ciudades y se capacitó al personal de distintos DIF regionales en el empleo de los indicadores arrojados para el diseño de políticas particulares que atendieran la problemática), la Secretaría de Gobernación (difusión de las Encuestas sobre Cultura Política), el Instituto Nacional para el Desarrollo Social (investigación sobre la participación de las organizaciones sociales en el Programa Hábitat en zonas urbanas) el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) (diseño de la serie de divulgación “La calidad de la educación básica en México”) y la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), (desarrollo de indicadores para comunidades indígenas). Es importante señalar que en su página electrónica no hay información referente a su financiamiento; los datos expuestos fueron obtenidos a partir de la entrevista sostenida con Roberto Castellanos Cereceda, Coordinador Académico de la fundación.

Como se puede observar, la FPE ha establecido vínculos con diferentes actores nacionales e internacionales, sin embargo, es importante resaltar que su participación con otras organizaciones propiamente de la sociedad civil no destaca entre los trabajos que ha realizado. Por otra parte, también es importante señalar que a diferencia de FUNDAR o Transparencia Mexicana, la FEP mantiene una estrecha relación con instituciones gubernamentales y su labor ha sido más colaborativa (en el sentido de promover el desarrollo institucional de estas instancias) que propiamente crítica.

Al igual que FUNDAR, su relación con los medios masivos de comunicación es escasa y su labor de difusión poco vinculada a ellos (Felix; 2008; ficha 2). La difusión de los resultados y propuestas de la FEP se centra en la revista Este País, a través del dossier “indicadores”, la publicación de informes específicos como el realizado con el INEE o el del Índice de Economía del Conocimiento, la organización de talleres, la incidencia en instituciones públicas a través de la generación de propuestas específicas resultantes de procesos de evaluación, etc. Es relevante subrayar que la difusión de la producción de la fundación está dirigida a un público especializado (académicos, empresarios, profesionistas, etc.), lo que se refleja en el perfil de los lectores de la revista Este País, como a continuación se indica (www.estepais.org.mx):

  • 52% de los lectores está entre los 18 y 35 años.

  • 8 de cada 10 lectores cuenta con una licenciatura o posgrado.

  • 1 de cada 3 lectores (33%) cuenta con estudios de posgrado.

  • 1 de cada 3 (33%) lectores son profesionistas y 1 de cada 5 (20%) son empresarios, lo que indica éstos (53%) se encuentran entre los estratos socioeconómicos más altos.

Uno de los actores más importantes de la fundación, no sólo por presidir su Consejo Directivo, sino principalmente por su trayectoria académica e intelectual, es Federico Reyes Heroles.

Federico Reyes Heroles (Ciudad de México, México 1955) es Licenciado en Ciencias Políticas y en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Su carrera ha estado estrechamente vinculada al impulso de la democracia en México, y ésta ha se ha desarrollo, principalmente, desde la academia, en especial, desde el ejercicio de la filosofía política. Reyes Heroles es profesor y Presidente del Patronato de la UNAM. Se dedica también a la literatura y tiene importantes participaciones como columnista en el periódico Reforma y como comentarista y analista en programas de radio y televisión (cfr. Escamilla y Felix, Ficha 8).

Dentro de sus actividades como miembro activo de la sociedad civil, destacan la Presidencia del Consejo Directivo de la Fundación Este País, así como la Presidencia del Consejo Rector de Transparencia Mexicana, ambas, instituciones abocadas a la investigación de temas clave para el desarrollo de México. También fue miembro del Consejo de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.

Transparencia Mexicana

Transparencia Mexicana (TM) es un capitulado (o sede) de Transparencia Internacional (TI), la cual es la única Organización No Gubernamental de alcance internacional dedicada al combate de la corrupción en sus múltiples expresiones, a través del impulso de campañas sobre los efectos de la corrupción, la propuesta de Reformas políticas que reduzcan la corrupción y sus consecuencias, la implementación de convenciones internacionales sobe el tema y la observación de los procesos que llevan a cabo los gobiernos en torno al embate de la corrupción.

Los capítulos locales de TI realizan vigilancia y monitoreo, así como promueven la transparencia y la rendición de cuentas como elementos fundamentales en el combate a la corrupción gubernamental. A través de las sedes locales de TI, esta organización evalúa el desempeño institucional de distintos organismos (sobre todo gubernamentales) y realiza acciones de presión no partidistas a favor de la transparencia, la rendición de cuentas y la no corrupción.

El capítulo mexicano de TM nació en 1999, en el mismo contexto en que se creó y desarrollo FUNDAR, y sus líneas de acción están dirigidas al combate de la corrupción, el fomento a la legalidad y el impulso a una cultura de rendición de cuentas y transparencia. TM busca alcanzar sus metas a través de la promoción de políticas públicas y actitudes privadas www.transparenciamexicana.org.mx).

Las vetas investigación de TM son la medición y el diseño de estrategias de control de la corrupción; las cuales se desarrollan a través de diversas metodologías, todas fundadas en la investigación cuantitativa. Ejemplo de estas herramientas, muchas de ellas novedosas en la formación de indicadores en México, es la Encuesta Nacional de Corrupción y Buen Gobierno (ENCBG), a través de la cual se miden experiencias y percepciones de los ciudadanos en torno a la corrupción. La encuesta se aplica en los treinta y dos estados de la República Mexica y permite cuantificar, entre otros ítems, los actos de corrupción en la gestión o recepción de 38 servicios públicos en un periodo de un año. Por cuestiones metodológicas, esta encuesta se aplica cada 24 meses en los hogares mexicanos.

Es importante señalar que el capítulo mexicano de TI adopta perspectivas particulares de acuerdo a la realidad mexicana, y que busca, a partir de sus propias preocupaciones en torno al tema, una perspectiva integral que permita entender las características que este fenómeno adopta en México. Bajo este contexto, TM asumió, a demás del compromiso básico de TI en referencia a la lucha en contra de la corrupción, los siguientes objetivos (www.transparenciamexicana.org.mx):

  • 1)Analizar e integrar propuestas en torno al aparato educativo y al sistema de valores a fin de incidir en la formación de una cultura cívica proclive a la legalidad, la transparencia y la rendición de cunetas.

  • 2)Establecer alianzas y redes de combate a la corrupción, tanto a nivel nacional, como internacional. TM promueve la formación de organizaciones civiles y sociales interesadas en tema del fomento a la transparencia y la rendición de cuentas a nivel local. Por otra parte, también busca la formación de coaliciones que promuevan políticas concretas para reducir los márgenes de corrupción.

  • 3)Mantener una vocación de servicio y asesoría.

  • 4)Generalizar la defensa de la legalidad.

  • 5)Diseñar un sistema de estímulos en el combate a la corrupción, más allá de la denuncia.

  • 6)Recabar información y realizar estudios conducentes a mejorar el conocimiento sobre el problema de la corrupción y sus consecuencias.

En su página electrónica, TM destaca que para el logro de sus objetivos es fundamental establecer vínculos con organizaciones sociales y civiles, organismos públicos, grupos empresariales, movimientos ciudadanos y grupos académicos, que permitan “intercambiar información y experiencias sobre el tema de la corrupción” (www.transparenciamexicana.org.mx). Igualmente, al formar parte de TI, cuenta con la participación de organismos y organizaciones internacionales en el desarrollo de sus proyectos.

En este sentido, Transparencia Mexicana busca convertirse en un punto nodal que pueda hacer converger a los distintos esfuerzos realizados en México en torno a la transparencia.

Algunos de los programas y actividades más importantes de TM desarrollados y gestionados en este contexto de colaboración son:

  • Índice Mexicano de Reputación Empresarial

  • Segundo Foro « Haciendo Realidad el Buen Gobierno en México ».

  • Manual Micro Regiones.

  • Programa de Monitoreo sobre el Financiamiento de Precampañas Políticas.

  • Pactos de integridad.

  • Diez acciones a favor de la transparencia.

  • Manual Ciudadano.

  • Diagnóstico Institucional del Sistema Federal de Control.

TM, como una think tank con trabajo de advocacy, también se ha dedicado ha publicar su trabajo (especialmente el realizado en las áreas de transparencia, corrupción y gobernanza) como mecanismo de difusión de sus resultados. Al igual que el las otras organizaciones encargadas de hacer evaluación de indicadores de gobernanza en México, TM no basa sus estrategias de comunicación en los medios masivos de difusión, como se puede observar en el periodo de estudio para La Jornada (2000 – 2007) (Felix; 2008: ficha 2).

Como se indicó anteriormente, Federico Reyes Heroles es uno de los actores más destacados de Transparencia Mexicana, al ser el impulsor del capítulo México de TI y el Presidente de su Consejo Rector.

El equipo de investigación consideró que por las características de esta organización de la sociedad civil, así como por el impacto que tiene su trabajo en la construcción de la democracia en México y en el proceso mismo de gobernanza, resultaba de suma importancia realizar una entrevista con alguno de sus miembros. Desafortunadamente, esto no pudo ser concretado, pues a pesar de haber habido varios intentos de acercamiento, TM no pudo recibir el grupo de investigación, según indicaron, por motivos de agenda.

Por esta razón, junto a la escasa aparición que tienen en medios, la información ofrecida por su página electrónica no pudo ser ampliada.

Irónicamente, a pesar de ser una organización que persigue la cultura de la transparencia y la rendición de cuentas, TM no informa en los documentos que pone a disposición a través de Internet sobre sus fuentes de financiamiento, así como tampoco especifica las organizaciones con las que trabaja.

Las think thank mexicanas: su papel como actores de la construcción de la gobernanza en México.

Es importante destacar que, a pesar de que no haya una homogeneidad en las líneas de estudio, ni en las metodología, ni en la manera en que FUNDAR, la FEP y TM establecen sus vínculos tanto con la sociedad civil, como con el gobierno, estas tres instituciones persiguen la consolidación de mecanismos que permitan informar a la sociedad e impulsar su participación activa en la toma de decisiones públicas y en el ejercicio pleno de sus derechos; esto significa entonces, que estas organizaciones no sólo evalúan los procesos de gobernanza, sino que son actores fundamentales de su construcción.

Es de gran importancia destacar que, a diferencia de las organizaciones con base social, sus mecanismos de difusión no están vinculados a la aparición, en este caso, en prensa (Felix; 2008: ficha 2). Esto puede estar vinculado a que los temas que los think tanks} estudiados están trabajando, no corresponden, en lo general, a las agendas planteadas por los medios de comunicación, que están más atentas de temas como derechos humanos (para el periodo estudiado en el periódico La Jornada, a saber, 2000 –2007, el 50% de las notas relacionadas con la acción de organizaciones civiles y sociales refieren a derechos humanos, mientras que a transparencia y rendición de cuentas corresponde sólo un 4% del total (Felix; 2008: ficha 2).

Esto también habla de un foco de interés distinto a las preocupaciones de las organizaciones con base social, pues la mayoría de ellas están abocadas a la resolución de problemáticas, que si bien parecieran básicas o que ya se encuentran muy avanzadas en la agenda de la sociedad civil de otros países, en México aún no están resultas. Ejemplo de lo anterior, es que la mayoría de las notas periodísticas del periodo analizado para el periódico La Jornada, refieren a las actividades que realizan distintas organizaciones en torno a la materia de Derechos Humanos.

En este sentido, se podría presumir que la agenda de estas organizaciones dedicadas a la investigación aplicada y al monitoreo, está más bien dirigida a la construcción de la transparencia y la rendición de cuentas, que si bien es una necesidad clara en el proceso de consolidación democrática en México, no es un tema que responde a las necesidades básicas de la agenda social, sino que está en mayor sintonía con las agendas internacionales en materia de sociedad civil.

También es importante recalcar que las fuentes de financiamiento de estas organizaciones están dadas, en su mayoría, por organismos u organizaciones del exterior. Cuando se observa financiamiento interno, es porque alguna instancia de gobierno (ya sea federal o local) otorgó presupuesto a fin de ejecutar, evaluar o promover alguna política pública en especial.

Esto es un elemento importante en el análisis de las agendas de las organizaciones civiles y sociales. Una explicación posible para el trazo de los objetivos y agendas de las think tank mexicanas y su aparente desvinculación con la agenda social básica (derechos humanos, pobreza, seguridad social, etc.) puede estar dada precisamente, porque sus financiamientos provienen del exterior, y en consecuencia, debe atender a los intereses de la agenda internacional.

En este sentido, resulta alarmante que otras instancias de la sociedad civil, así como del sector privado no estén siendo partícipes de estos procesos de construcción de gobernanza. Ello se evidencia con la escasa participación nacional frente a la activa participación y apoyo brindado desde organismos, redes y organizaciones internacionales y supranacionales en materia de construcción de indicadores de gobernanza.

La idea de una falta de fuentes de financiamiento nacionales referentes a las investigaciones y acciones relacionadas a la medición, evaluación y construcción de la gobernanza, se ve reforzada cuando se encuentra que los finaciadores nacionales sólo atienden áreas vinculadas al asistencialismo. Este es el caso de fundaciones provenientes de empresas del sector privado como la Fundación Hérdez, Fundación Televisa, Fundación Telmex, Fundación Azteca, entre otras, que se dedican sólo a trabajos de tipo asistencial y no a la construcción de una ciudadanía reflexiva, crítica, corresponsable, participativa y acorde a las exigencias de la gobernanza y a los requerimientos de una sociedad que envuelta en el riesgo, la contingencia y la ambivalencia que se ve obligada a generar nuevas formas de participación y quehacer político, capaces de integrar las más diversas necesidades en un entorno de democracia plena.

Por otra parte, un tema fundamental en el desarrollo de las tareas de las think thank está vinculado a la percepción que éstas tienen sobre la censura, pues esta vinculado con la idea que construyen en torno a la posibilidad de ejercer su trabajo, así a la elección de sus campos de acción.

El tema de la censura, vital en la construcción de gobernanza y en la evaluación de este proceso, es entendido de forma diferente por las organizaciones a las que se pudo entrevistar. Para FUNDAR, una organización menos vinculada al sector público y con un perfil más crítico y de oposición, considera que la censura es un tema aún presente. En su opinión, el trabajo de todas las organizaciones civiles y sociales se ha visto enmarcado por la censura y las resistencias al cambio. Por otra parte, para la FEP la censura no es un tema presente y en sustitución de esta existe una relación de cordial cooperación.

Esto nos indica que la censura sigue estando relacionada con los temas que las diferentes organizaciones abordan; es decir, si estos siguen siendo incómodos para los intereses de la esfera de poder, seguirán encontrando obstáculos, como lo fue en el caso de Digna Ochoa, abogada del Centro de Derechos Humanos Agustín Pro Juárez (Escamilla Haro; 2008: ficha 3), pero si la organización no afecta esos intereses, no encontrará dificultades para desarrollar sus labores.

En conclusión, las think tank mexicanas analizadas tienen como eje fundamental la búsqueda de la transparencia y la rendición de cuentas, aunque desarrollen su trabajo desde diferentes flancos y enfoques. Estas organizaciones con orígenes, trayectorias, perspectivas y percepciones diferentes, reflejadas en sus agendas y rutas de acción, resultan de vital importancia en la construcción y evaluación de los procesos de gobernanza, dado a que ponen la información y el ejercicio de la misma en el centro de la construcción de un ciudadanía activa y participativa de la toma de decisiones públicas.

Junto con el trabajo realizado por las organizaciones de base social, las organizaciones civiles de evaluación han dado inicio la construcción de una ciudadanía en búsqueda de la descentralización y democratización del poder, en donde la pluralidad de voces tenga cabida en la construcción del poder público, sus decisiones y acciones.

Así, en una sociedad que aún no ha concluido su transición hacia la democracia, se requiere de esfuerzos conjuntos para abrir espacios de dialogo y cooperación que le permitan ser participes de la construcción de su destino; esfuerzos que se potencian al cruzar el trabajo realizado por las organizaciones de evaluación y las organizaciones con base social.

Bibliografía y enlaces con Internet:

Bibliografía

Alfie, Cohen Miriam (2005). Democracia y desafío medioambiental en México. Riesgos, retos y opciones en la nueva era de la globalización. Ediciones Pomares, Barcelona (España).

Ulrich Beck (1997). “Los hijos de la libertad: contra las lamentaciones por el derrumbe de los valores” en Ulrich Beck (compilador) 1997 /2002 Los hijos de la libertad. FCE, México.

Gutiérrez López Roberto (2005). Información y democracia. Los medios de comunicación social y su influencia sobre la política. Ediciones Pomares, S.A., México.

Massicotte, Marie- Josée (2001). “Las organizaciones civiles y sociales en México y sus redes trasnacionales: orígenes, impactos y retos”. En Documentos de discusión sobre el Tercer Sector. Programa Interdisciplinario de Estudios del Tercer Sector del Colegio Mexiquense A.C. México, 2001.

Ortega Font Nuria M y Rubén Alejandro Rosas Longoria (2007). Los impactos de la reflexividad en México. Nuestra realidad a finales del siglo XX y principios del XXI. Trabajo terminal para obtener el título de Licenciado en Sociología. Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Azcapotzalco. México, D.F.

Fuentes electrónicas

www.itesm.mx

www.lideresmexicanos.com

es.wikipedia.org

www.estepais.org.mx

www.transparenciamexicana.org.mx

www.fundar.org.mx

Notas de pie de página

1: Think Thank; en su traducción literal al español, “tanques de conocimiento”; por este concepto se entiende a las organizaciones, civiles o empresariales, dedicadas a la generación de conocimiento experto en torno a temas específicos, con distintos objetivos.

 

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