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Entretien

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Diego Lorente

Licenciado en Derecho y abogado que ha ejercido en España, especializado en migración y asilo. Desde el año 2001 hasta diciembre 2007, fue coordinador general y jurídico de SOS Racismo Madrid, organización civil de lucha contra el racismo, integrada en la Federación de Asociaciones de SOS Racismo del Estado español, de la que ha sido portavoz desde el año 2003 hasta el año 2007, y representante de la misma en la Red Europea de Lucha contra el Racismo (ENAR). Desde el año 2002 hasta diciembre 2007 trabajó como abogado del servicio jurídico de asilo de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), en su delegación de Madrid, servicio jurídico de asistencia a solicitantes de asilo que coordinó durante el año 2007. Ha sido ponente en múltiples conferencias sobre migración y racismo, y en las Maestrías de Acción Solidaria de la Universidad Carlos III de Madrid, España y de Migración e Interculturalidad de la Universidad Autónoma de Madrid, España. Es coautor durante los años 2005, 2006 y 2007 del “Spanish Shadow Report about Racism”, elaborado por la sección española de la Red ENAR Europa, y ha participado en la redacción de las 8 últimas ediciones del Informe sobre situación de racismo en el Estado español, publicado anualmente por la Federación estatal de SOS Racismo. En la actualidad, desde su llegada a México en febrero del 2008, es director de Sin Fronteras IAP, organización civil de defensa de los derechos de los/las migrantes, refugiados/as, solicitantes de asilo y sus familias, tanto con atención legal y social a este colectivo, como mediante un trabajo de incidencia en políticas públicas y vinculación con otras organizaciones y redes, como el Foro Migraciones, a nivel de México, o la Red Regional de Organizaciones Civiles de Migración (RROCM), a nivel de Centro y Norteamérica.

La segunda mitad de los años setenta se caracterizó por fuertes crisis económicas, políticas y sociales que azotaron a varios países de América Latina, principalmente en Centroamérica, donde fue que comenzó a formarse con mayor impulso un nuevo patrón de movilidad poblacional, pues debido a los constantes conflictos armados más de un millón habitantes de Nicaragua, El Salvador y Guatemala principalmente, se vieron obligados a huir de sus comunidades hacia otros países regionales como México y Belice en búsqueda de protección y seguridad para las familias.

Cuando a finales de los ochenta se terminaron los conflictos armados y lentamente las comunidades comenzaron a reestablecer la estabilidad política pérdida, los flujos de migrantes se mantuvieron constantes pues los centroamericanos ya no salían de sus países por los conflictos nacionales, sino que se convirtieron en migrantes que buscaban mejores condiciones laborales y de vida, siendo Estados Unidos de América (EUA) el destino principal.

Por las condiciones geográficas y de comunicaciones, una ruta muy recurrida de los migrantes para llegar a EUA es la ruta costera de Soconusco en México, trecho que corre de Hidalgo a Tonalá, misma que presenta una multiplicidad de amenazas: asaltos, violaciones sexuales, perdidas de miembros (por caída o arrollo del tren) y hasta la muerte. Esta vulnerabilidad de los grupos migrantes, estuvo acompañada por la falta de una estructura administrativa y de políticas públicas por parte del gobierno mexicano que permitiera atender legal y humanitariamente a estos grupos, sumando las evidencias de los riesgos y amenazas que también experimentaban los migrantes mexicanos en su paso hacia los Estados Unidos.

Sin Fronteras fue resultado de la labor de Fabienne Venet (ex-consultora de la Agencia de la Comisión de las Naciones Unidas para los Refugiados) por emprender gestiones en México para la creación de una organización civil especializada en las temáticas migratorias y de asilo. Tras largas pláticas con el ACNUR, en 1996 se firmó el acuerdo con el que nace el proyecto institucional de la organización en el Distrito Federal y cuyo enfoque se centró en los derechos humanos, en el desarrollo de políticas públicas y reenfocar el tema migratorio dentro de las agendas sociales en México.

Como figura legal se escogió la de Institución de Asistencia Privada (I.A.P.) para la constitución de la organización, por ser una figura sólida y más transparente gracias a la existencia de la Junta de Asistencia Privada del Distrito Federal (JAP) como organismo regulador y fiscalizador. El objetivo que se trazó la organización fue construir los mecanismos necesarios para que el gobierno asegurara el respeto a los derechos humanos de los migrantes, los refugiados y sus familias, a través, en primera instancia, de la asesoría jurídica y el monitoreo de las zonas; y en segundo lugar y más importante, la incidencia en el desarrollo de la legislación, políticas públicas y programas migratorios en el país.

De esta manera, la importancia de la acción de la institución radica en que la migración es uno de los temas de mayor discusión en la agenda política nacional, pues se observa el grave incremento de migrantes centroamericanos, mientras se mantiene la ausencia de políticas económicas y sociales integrales que aseguren el respeto de los derechos humanos contenidos en la constitución (como el trabajo, la alimentación, la educación, por ejemplo) y la ausencia de acuerdos México-Centroamérica en materia de derechos humanos.

Entonces, ante esta delicada problemática Sin Fronteras se ha erigido como una de las instituciones que mantienen una lucha constante para la defensa de los derechos de la población migrante, y ha logrado incidir en la generación y reconstrucción de políticas públicas a través de su participación en los canales institucionales del poder público como lo es con el Congreso de la Unión y el Instituto de Migración.

Además, es la principal organización especializada en el tema que ha logrado establecer vínculos de trabajo con otras organizaciones civiles de la región norte mexicana (Foro Migraciones), frontera estadounidense (Mexico-US Advocates Network) y centroamericana (Red Regional de Organizaciones Civiles para las Migraciones), y con Amnistía Internacional, lo que se traduce en una posibilidad de incidencia mayor por medio de la denuncia pública internacional.

Fue de esta manera que se contacto a la organización, actualmente presidida por Diego Lorente. La entrevista fue realizada el 18 de agosto de 2008 en las instalaciones de la institución ubicadas en Puebla 153, Col. Roma, en el Distrito Federal.

CL – Las organizaciones civiles surgen en ciertos contextos, me gustaría saber, que contexto hizo que surgiera Sin Fronteras.

DL – Sin Fronteras nace en el año de 1995 como agencia social del ACNUR, es decir, la persona que lo funda que es Fabian Vernett, que fue la directora de la organización hasta enero de este año cuando entró como director. Ella era consultora del ACNUR, de la Agencia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados. Y tenía la intención de crear una institución y con el apoyo de el ACNUR se creó ésta como agencia solidaria. ¿Qué quiere decir esto? El ACNUR lo que hace es trabajar en los países con varias organizaciones que se dedican a la atención social y legal de solicitantes de asilo a refugiados con los fondos que les da el ACNUR en su mayoría. El ACNUR no hace atención directa, sino que financia a una organización para que lo haga, y es en ese contexto en el que surge Sin Fronteras. Entonces surge como organización, surge a partir del ACNUR con financiación para la atención legal y social de refugiados y solicitantes de asilo.

CL – Entonces en ese contexto ¿México se encuentra con serios problemas para los migrantes?

DL – No para migrantes, pero si se encontraba en una situación importante en cuanto a refugiados, porque está el tema de las guerras civiles en Centroamérica que generaron un éxodo masivo de guatemaltecos y salvadoreños, sobre todo; aunque ya había terminado, evidentemente esas personas seguían requiriendo de atención. Porque además hay que tener en cuenta que México hasta el 2000, no firma la Convención de Ginebra de Determinación de Refugiados del año 1951. Entonces ¿qué ocurre?, aunque si se tenía una gran acogida a los solicitantes de asilo, entonces entra en una contradicción porque no estaba estructurado, no había procedimientos legales, entonces se requería de atención. En sus documentos migratorios las personas no eran refugiadas, sino que se les consideraba como migrantes con un estatus especial que se los daba el ACNUR, que los reconocía bajo su mandato. Eso es lo que hacia que fuera muy necesaria una organización de ayuda a los refugiados; y en cuanto a migración, bueno el contexto era complicado, pero en ese momento SIN FRONTERAS no trabajaba con migrantes, trabajaba con solicitantes de asilo y refugiados. Y luego con el paso del tiempo, cuando conseguimos otro tipo de financiamiento no tan solo del ACNUR va creciendo un poco y se empieza a asumir competencias y acciones más de defensa general de cualquier extranjero, sea migrante económico o sea refugiado. Hasta hoy, en el que trabajamos, como dice nuestro lema, por los derechos de las personas migrantes solicitantes de asilo, refugiados y sus familias. Es muy importante también la gente, sobre todo guatemaltecos que ya empezaban a tener familia en México, sus hijos son mexicanos y pues hay ciertos problemas de integración, de acceso al derecho a la identidad.

CL – Actualmente, uno de sus temas principales es la migración. Ahora los debates que se desarrollando entorno a la posición que debe mantener el gobierno mexicano en relación con la reforma migratoria que quiere emprender EUA, ¿cuál es la opinión de SIN FRONTERAS, en este sentido?

DL – En primer lugar, sí nos hemos metido mucho en migración y es ahora el tema principal de la organización, no solamente es porque siempre ha tenido un pensamiento de atender la problemática del extranjero de manera muy integral, sino que hoy en día una de las características de la llegada de migrantes y refugiados es que ya no llegan de forma separada. En los años ochenta, el migrante pasaba y, luego, de repente lo que había era un éxodo de guatemaltecos muy grande. Hoy en día ya no, hoy en día la llegada de refugiados son mas individuales, no son éxodos masivos. Llegan por las durezas de las fronteras en todos los lugares por flujos mixtos que se llaman, entonces hoy en día el tema de migración está más interrelacionado que nunca. Además las causas de persecución han cambiado, ya las personas no salen por cuestiones políticas, pero ya están saliendo por pandillas, están saliendo por orientación sexual, cuestiones que son mucho más difíciles de identificar, que de repente encontramos guatemaltecos que llegan evidentemente porque acaban de haber pues un ataque, una revuelta. En eso el mundo ya ha cambiado, el mundo no se mueve así; se mueve así en algunos lugares, Colombia por ejemplo, pero en nuestra región no.

Cual es nuestra opinión, en cuanto a lo que me plateas, pues evidentemente tratamos siempre es hacer ver, por ejemplo, la incongruencia de la política exterior mexicana, o sea el hecho de que tanto hable de los derechos de los mexicanos en el exterior, nos parecen muy bien que lo haga y que es su obligación hacer todo lo posible por defenderlos. Pero que luego no tenga el mismo discurso con los migrantes extranjeros que están pasando por su territorio o que viven en su territorio. Entonces nuestra clave siempre ha sido desde siempre demostrarles su incongruencia y no para decirles ¡miren qué malos son!, sino para sensibilizar al gobierno y a la sociedad de que si tienen un discurso lo tienen que manejar siempre, tienen que poner la misma sensibilidad con todas las personas sean de dónde sean.

CL – Y en este sentido, ¿hay un canal de comunicación, de diálogo entre la organización y el gobierno, sobre todo con las instituciones encargadas de la migración, como el Instituto Nacional de Migración?.

DL – Sí, hay mucho contacto, tanto con el Instituto Nacional de Migración como con la COMAR, que es la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados que es la que trata específicamente el tema mencionado. Hay mucho contacto diario, o sea, hasta incluso capacitaciones conjuntas, tenemos reuniones periódicas bimensuales. Lo que no tenemos y es una falla grande, es una negociación o un dialogo en lo sustancial; puedes reunirte con el instituto de Migración para tratar un asunto concreto, una cierta demora en las instituciones que documentan, porque nosotros atendemos directamente a la gente, capacitaciones muy básicas con los registros civiles. Pero claro cuando hablas ya de propuestas a la Ley General de Población, cuando hablas de ir al fondo del problema, en ese momento el diálogo ya no existe. Y eso se ha visto agravado en los últimos meses.

CL - ¿Es por parte de ellos que se limita ese tipo de participación?

DL – Exacto, no creen, nuestra opinión es que no creen en la participación de la sociedad civil, ¿Por qué? Por todo…y es un problema general, porque todo discurso migratorio está impregnado de la cuestión de la seguridad nacional y en el momento en que se considera a la migración no como una riqueza, no como algo social, como lo que es, sino más bien como un problema, como una amenaza, como algo de la seguridad, la actitud de las autoridades es confrontativa, entonces parece que SIN FRONTERAS u otra organización va a decirles que no pueden establecer como cuestiones de seguridad sino que lo que tiene que hacer son políticas sociales; entonces se echan para atrás, y además cuando vinculas la migración a la seguridad nacional en ese momento las autoridades que entran en juego para determinar la política, ya no son las sociales, ya es la Secretaria de Seguridad Pública, ya es el CISEN, o sea, autoridades con las que cuesta mucho más dialogar desde las organizaciones sociales.

CL – Se puede observar que varias de las políticas en cuestión de migración atentan contra los derechos de las personas que están transitando por el país…

DL – Por supuesto, nos tienen miedo, porque saben que nosotros vamos a “sacar” las fallas de su supuestas políticas y entonces nos tienen cierto miedo. Por ejemplo, la ultima conferencia regional de migración donde las organizaciones tenemos una red paralela donde tratamos de interactuar con los gobiernos, pues era sobre derechos humanos, y fue increíble porque, está es una conferencia que lleva como diez o doce años celebrándose en paralelo con esta red de organizaciones civiles. Este fue el año más tenso, porque los gobiernos sabían que en ese tema las organizaciones le podían hacer mucho daño, y podían poner en evidencia, y ese es un detalle claro de cómo el gobierno te da un cierto diálogo formal pero cuando quieres entrar a dialogar, a proponer, como nosotros hacemos, cuestiones de fondo que transformen la situación y pasemos de una vez al nivel de derechos humanos y no a la seguridad nacional o una supuesta soberanía nacional, en ese momento el dialogo se acaba…

CL – ¿Se rompe por completo?…

DL – Se rompe o se vuelve… más que romperse se suele volver un diálogo de sordos…entonces eso nos genera mucho conflicto porque a veces dices ¡pero para que vas!

CL – Revisé la página de su institución en Internet y se menciona la incidencia. Sé que realizan informes, documentos sobre las acciones del gobierno, puedes hablarme un poco de esto…¿lo presentan al gobierno?

DL – Por ejemplo ahora estamos tratando el tema de la niñez migrante y como sabemos que el gobierno lo está trabajando mucho, tenemos la intención de que cuando tengamos el informe, lo primero será presentarlo a las autoridades mediante un “cabildeo” (aproximación informal de efecto político) y tratar de incidir en algunos espacios institucionales que ya existen, como una mesa intersecretarial que hay sobre niñez. Pero hay otros temas otro tipo de informes, por ejemplo cuando sabemos que va a venir un relator de las Naciones Unidas o un relator de la OEA sobre derechos de migrantes, que suelen hacer visitas periódicas a México, hacemos un informe para ese relator y ese informe no va a pasar por las instituciones, se lo vamos a dar directamente a él. Si vas a acudir a un gobierno, tienes que hacer un informe muy ejecutivo porque sabes que no te van a dar mucho tiempo para tratarlo; pero si quieres hacer, por ejemplo, un evento público de dos días pues eso te da posibilidad de hacer un seminario, de hacer un documento mucho más completo, entonces, va a depender de esas circunstancias.

CL – Dentro de su organización ¿fomentan la participación ciudadana, la participación de la sociedad civil en sus acciones?

DL – Sí, tratamos de trabajar en redes, si podemos, con otras organizaciones porque sabemos que el impacto es mucho mayor y porque creemos que somos pocos, así que hay que unirnos. Formamos parte del Foro Migraciones que es la red de organizaciones que existen en la República que tratan el tema de migración Frontera norte, centro y frontera sur. Formamos parte de esa red regional de organizaciones civiles para la migración paralela a la CRM, con organizaciones y académicos también.

CL- ¿Ustedes de qué medios se valen para que su organización manifesté sus demandas ante el gobierno y la sociedad? ¿Hacen conferencias de prensa, congresos, seminarios en los que también participe el gobierno?

DL- Depende del tema y la coyuntura, si el gobierno lo ha organizado tratamos de estar allá, si no nos invita damos nuestro punto de vista. Si realizamos nosotros un evento pues va depender; por ejemplo ahora tratamos de hacer mucho “cabildeo” con el (Poder) Legislativo tanto con la Cámara (baja) como con el Senado, y entonces tienes que tener mucho cuidado de no hacer nada público, porque lo que estás haciendo primero es de capacitar al senador o al diputado para que luego una política pública pueda ser más efectiva, más realista sobre todo, en cuanto a la migración.

CL – Y ¿de qué otra forma buscan? Aparte del diálogo, hay otro tipo de formas…manifestaciones, publicaciones en el periódico…

DL – Sí, pero ese sería el último recurso, o sea, en el sentido de decir “mira hemos presentado la propuesta”, “tenemos mucha experiencia técnica en el temas generales de asilo”, para que la ley refleje parte de los puntos. Pero si el gobierno no nos hace caso, ni nos da diálogo, y vemos que el proyecto cuando lo tenemos viola los derechos humanos, desde luego vamos a hacerlo público o lo vamos a tratar de llevar a foros internacionales.

CL – Conforme a la situación que ha vivido la organización, ¿cómo valoraría en este momento la relación que existe entre la sociedad civil y sus organizaciones con el gobierno?

DL – Pues muy complicada, cada día más, porque es un diálogo de sordos.

CL – Ya comentamos sobre los obstáculos que ha enfrentado la organización, sin embargo ¿en qué medida se ha impactado en las políticas de migración en México?

DL – En las políticas públicas de gran dimensión, no. En donde se ha tenido mucha más incidencia es sobre cuestiones muy concretas. Con la capacitación se ha logrado, por ejemplo, que el registro civil que modifique ciertos hábitos, en aspectos muy concretos sobre el derecho de la identidad. Otro, el instituto de migración sacó un reglamento sobre regularización para los próximos dos años. Esto ha dado muchos insumos por nuestra parte. Porque tenemos una relación “en corto” con ciertos funcionarios, en los que nuestras propuestas tienen incidencia. Creo que lo empezamos a hacer es en un nivel más bajo que el que pueda tener un funcionario de alto nivel que ya tiene que tomar decisiones importantes. Entonces yo creo que esto sí influye.

Bibliografía y enlaces en Internet:

www.sinfronteras.org.mx

ALVARADO-FERNANDEZ Paulina (2006), La migración centroamericana indocumentada en su paso hacia los Estados Unidos: el papel de la iglesia católica y la política de regulación migratoria en México. Tesis de Licenciatura, División de Derecho y

 

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