Interview
“Finalmente un proceso de reintegración es un proceso individual, un proceso personal”.
La relación excombatientes - estado en el marco de la actual política de desarme, desmovilización y reintegración de combatientes: percepciones de una funcionaria estatal.
December 3, 2007Table of content
Antropóloga y estudiante de Maestría en Ciencia Política Universidad de los Andes, Bogotá, Colombia. Gestora local del Programa de atención complementaria a la población reincorporada de la Secretaría de Gobierno, Alcaldía Mayor de Bogotá.
Nombre de la entrevistada: Mónica Ucross
Nota biográfica de la entrevistada: Psicóloga del área psicosocial de la Alta Consejería para la Reintegración Social y Económica de personas y grupos alzados en armas, entidad adscrita al Departamento Administrativo de la Presidencia de la República de Colombia, que desde el año 2006 está a cargo de la política de reintegración de excombatientes de grupos armados ilegales en el país.
En el 2002 se inicia en Colombia un proceso de desarme, desmovilización y reintegración (DDR) de combatientes de grupos armados ilegales paramilitares y guerrilleros. Dicho proceso, que a la fecha deja un saldo de 31.671 personas desmovilizadas de grupos paramilitares y más de 9.000 desmovilizados de grupos guerrilleros, esta a cargo de entidades gubernamentales que brindan beneficios económicos, sociales y jurídicos a los excombatientes. El documento presenta una entrevista realizada por la autora a una funcionaria del área psicosocial de la Alta Consejería para la Reintegración Social y Económica de personas y grupos alzados en armas (ACR), entidad adscrita al Departamento Administrativo de la Presidencia de la República de Colombia, que desde el año 2006 está a cargo de la política de reintegración de excombatientes de grupos armados ilegales en el país. La entrevista, que tiene como objetivo aportar a la comprensión de las relaciones entre estado y excombatientes en Colombia y con ello al debate sobre gobernanza en el país, indaga por la percepción de la funcionaria frente a la relación de los excombatientes con la ACR, el transito de los excombatientes a la civilidad y las formas de participación política de ellos durante el proceso. A lo largo del texto se evidencia la manera como el actual gobierno nacional concibe el proceso de DDR.
Colombia es un país que por más de cuarenta años ha vivido inmerso en un conflicto armado en el cual han participado múltiples actores. Grupos guerrilleros, paramilitares y estatales han hecho parte de la historia reciente de este país. Desde los años ochenta se han intentado y desarrollado procesos de desarme y desmovilización de grupos insurgentes entre los que se destacan las desmovilizaciones masivas de grupos guerrilleros en los años noventa que dieron pie a una Asamblea Nacional Constituyente que modificó la Constitución Nacional en 1991.
En el 2002, al posesionarse Álvaro Uribe Vélez como presidente de Colombia, se inicia un nuevo proceso de desarme, desmovilización y reincorporación (DDR) de combatientes de grupos armados ilegales en el país. Dicho proceso, que esta reglamentado por el decreto 128 de enero de 2003 y la ley 782 de 2002, esta enmarcado en los lineamientos de la Política de Seguridad Democrática promulgada por el presidente Uribe en su plan de gobierno. La política de desmovilización y reincorporación, que otorga beneficios económicos, sociales y jurídicos a los desmovilizados, es aplicable a los combatientes de grupos paramilitares que se desmovilizaron de manera colectiva tras haber firmado un acuerdo de paz con el gobierno nacional. Así mismo esa política es aplicable a combatientes de grupos guerrilleros que se desmovilicen de manera individual y voluntaria (los desmovilizados individuales provienen en su mayoría de los grupos insurgentes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia Ejercito del Pueblo, FARC-EP, y del Ejército de Liberación Nacional, ELN).
Las instituciones gubernamentales de orden nacional encargadas de la aplicación del proceso de DDR han sido el Ministerio de Defensa Nacional, el Alto Comisionado para la Paz, el Ministerio del Interior y de Justicia y, desde 2006, la Alta Consejería para la Reintegración Social y Económica de personas y grupos alzados en armas (ACR). A la fecha el proceso deja un saldo de 31.671 personas desmovilizadas colectivamente de grupos paramilitares y más de 9.000 desmovilizados individuales provenientes de grupos guerrilleros.
Este proceso de desarme, desmovilización y reintegración de combatientes se desarrolla en un contexto donde persiste el conflicto armado, es por eso que es utilizado como una herramienta estratégica en la lucha militar que libra el actual gobierno contra los grupos al margen de la ley; “la desmovilización y reincorporación de miembros de grupos armados al margen de la ley constituye un elemento esencial en la lucha contra estas organizaciones, a la vez que facilita al Estado recuperar el control en zonas antes dominadas por ellas.” (Departamento Nacional de Planeación, 2006: 5).
Teniendo en cuenta lo anterior, el objetivo de este documento es exponer las percepciones que tiene una funcionaria de la ACR en torno a la relación de los excombatientes con dicha entidad, el transito de los excombatientes a la civilidad, las formas de participación política de ellos durante el proceso de reintegración y la manera como el gobierno nacional concibe el proceso de reintegración; esto con el fin de ejemplificar la relación entre excombatientes y estado en el marco del actual proceso de DDR. A continuación se presenta una entrevista realizada a Mónica Ucross una psicóloga que trabaja en el área psicosocial de la ACR quien esta encargada de realizar acompañamiento a ciento veinte excombatientes de grupos armados ilegales, tanto exparamiliatres como exguerrilleros, que actualmente habitan en la ciudad de Bogotá.
Te pediría que me contaras cuál es tu función dentro de la Alta Consejería y cómo la desarrollas.
Mi función, yo soy tutora de la localidad Rafael Uribe tengo a mi cargo a ciento veinte participantes (termino utilizado por la ACR para denominar a los excombatientes de grupos ilegales colombianos que actualmente se encuentran en proceso de reintegración) y la idea es que se desarrollé la estrategia psicosocial con cada uno de ellos. La idea es acompañarlos en su proceso de reintegración, eso incluye saber y conocer todos los aspectos de su vida y estar pendientes del área de la salud, del área de la educación, de su proyecto productivo, sin estar a cargo, pero si estando muy al lado de ellos para que ellos puedan gestionar las cosas un poco más fácil, estén más enterados y realmente entiendan cuales son sus reales beneficios, cuales son sus deberes y sus obligaciones con el programa.
Ya para la estrategia psicosocial yo tengo que hacer con ellos, tengo que juntarme una vez a la semana para hacer un taller. Esos talleres están escritos en un libro que es la estrategia de Medellín (hace referencia al modelo del programa Paz y Reconciliación que ha desarrollado la Alcaldía de Medellín principalmente con excombatientes de desmovilizaciones colectivas de los grupos paramilitares) la cual funcionó muy bien y se esta aplicando a nivel nacional. En esta estrategia están todos lo temas que se deben tocar con ellos, los propuestos. Estos temas van desde el autoconcepto, autocuidado, autoimagen, hasta relaciones familiares, pareja, género, maltrato infantil, violencia intrafamiliar; abarca toda la parte social del individuo y la parte individual.
Aparte de eso tenemos que hacer un trabajo comunitario. La idea es que ese trabajo venga de propuestas de ellos, como de alguna manera reparando a la comunidad de cierta forma, como haciendo actos simbólicos, eso es una actividad comunitaria que se hace una vez al mes y una actividad familiar para que no solamente se trabaje con el participante sino también con su núcleo familiar, que recibe los beneficios del participante pero que no tiene el acompañamiento psicosocial permanente sino solamente cuando se pide y en las actividades familiares.
¿Cómo ves desde tu trabajo la relación de los excombatientes con el programa de la ACR?
La relación de ellos con el programa, como en todo, hay unas personas que les va muy bien y otras que les va muy mal, y en la vida todo es cuestión de actitud. Hay unos que tienen una actitud muy positiva con el programa, aun cuando el programa tiene algunas falencias, pero ellos sienten que el programa les puede dar una oportunidad nueva, una oportunidad para ser diferentes, no solamente porque les da estudio, les da plata, les da salud sino porque les da su libertad, de alguna manera ya no son perseguidos por el estado. Esas personas que yo te nombro son las personas que a futuro su proceso de reintegración va a ser mucho más fácil porque ya están concientes de que el beneficio más grande que les da el programa de reintegración es que no tienen que pagar cárcel sino que de alguna manera eso se lo esta perdonando el estado y que el resto viene porque los están apoyando, porque así mismo dice el programa, es un apoyo a la reintegración, es un apoyo el dinero, se les da la vinculación al sistema de salud, al sistema educativo a ellos y a sus hijos, su proyecto productivo, que ahora se llama plan de negocios, y se les ayuda a buscar empleo y todo eso.
Y obviamente están los que están del otro lado que dicen que no, es la pelea continua con el estado, cualquier cosa que diga el estado va a ser malo y no le ven las cosas buenas que tiene el programa, claro que tiene muchos huecos y cositas pues que hay que ir puliendo porque esto se esta haciendo sobre la marcha, esto ningún país lo ha hecho, son las personas que tampoco le ven lo positivo al programa. Ahora, ellos durante mucho tiempo pidieron que, gran parte del problema que ellos veían era que no tenían un acompañamiento y ahora lo tienen, cada tutora se encarga de ciento veinte participantes y hay casi doscientos setenta profesionales alrededor del país que se encargan de ciento veinte participantes mínimo, por mínimo, entonces toda la población esta cubierta.
Entonces, se les están dando cosas pero pues igual es muy difícil cuando hay gente muy inconforme que no le interesa nada, que hace lo mínimo por cumplir. Eso es como cuando uno esta estudiando, el que le mete el empuje le va muy muy bien y el que no pues le va bien pero ahí se queda. La relación con el programa es esa, a los que quieren les va muy bien y a los que no quieren simplemente les va, porque igual reciben los beneficios pero no los aprovechan realmente para interiorizar esos beneficios que les están dando.
¿Que opinas sobre el proceso de transición a la ciudadanía, a la civilidad, que están llevando ellos?
¿Personalmente o como funcionaria o como qué? ¿Cómo psicóloga? Pues realmente cuando ellos salen del monte y ellos toman la decisión de desmovilizarse eso es un paso inmenso. Entran a un Ministerio de Defensa (entidad encargada de la fase de desarme y desmovilización de combatientes de grupos armados ilegales) que los acoge con unos grandes brazos abiertos, porque les ofrece muchas cosas, pero desafortunadamente no hay nadie que les diga que de pronto eso es un arma de doble filo porque se dedican a hacer operativos (el decreto 2767 de 2004 posibilita la participación de excombatientes de manera voluntaria en operativos militares y de delación a cambio de recompensas en dinero) y terminan con más enemigos de los que tenían por haberse venido. Ahora, mientras están en el Ministerio de Defensa se les une a toda la familia y es el reencuentro. Personas que nunca han estado con su familia volver a reencontrarse es muy difícil porque aunque las ganas sean tantas a veces no se sabe convivir, porque nunca se ha convivido, tienen que aprender a convivir desde cero. Y después deciden irse, en el caso de Bogotá, a una ciudad como Bogotá que es muy hostil para ellos porque muchos son campesinos que no saben que es un transmilenio, que no saben lo que es una vía publica, que no saben lo que es respetar una fila en un banco, entonces la ciudad les choca mucho. Aparte de eso escogen los cinturones de miseria para vivir, lugares donde no solamente son los chicos desmovilizados los que llegan sino que allá ya hay problemas de pandillismo, de drogadicción, de limpieza social, de muchas cosas.
Entonces, hay muchos que la ciudad no les da tan duro, que en ese periodo de transición como que se ajustan y lo logran muy bien, pero hay otros que llevan tres años viviendo en Bogotá y no conocen más que su barrio, entonces no hay un ajuste a la ciudad y al no haber un ajuste a la ciudad no hay una apropiación entonces no hay nunca una transición, se quedan siempre en ese proceso de transición. Ya a los tres años de tu vivir en una ciudad debes dominar la ciudad, debes saber cual es el norte cual es el sur, para donde es para arriba para donde es para abajo. Yo siento que hay como un poco de desinformación para ellos, ellos por salirse de donde vivían sienten que Bogotá es lo más seguro y sí es lo más seguro porque finalmente Bogotá es muy grande y de aquí a que los vengan a buscar, pero a veces las dinámicas de la ciudad hace que ellos se metan en más problemas, porque es más difícil buscar trabajo, porque si usted va a buscar trabajo, para ser barrendero tienes que ser bachiller y la mitad de los pelados no son bachilleres y desde ahí comienzan las trabas. Entonces yo creo que muchos se quedan en ese periodo de transición y no salen de ahí, hay muchos que si se adaptan, encuentran trabajo, se ubican, saben donde es y es muy bueno porque se apropian de la ciudad, pero hay otros que simplemente los sacan del Ministerio de Defensa y se pierden y no están ubicados, orientados. Una persona que esta acostumbrada a recibir ordenes desde hace diez años y tiene veinte, desde las seis de la mañana hasta las seis de la mañana del otro día, veinticuatro horas al día esta recibiendo órdenes, y que le digan listo haga lo que quiera, se descontrola y si le das plata mucho peor porque no sabe que hacer, por eso hay que direccionar un poquito hasta que ellos puedan tomar las riendas de su vida.
¿Ese direccionamiento de la vida es lo que hace la Alta Consejería, el acompañamiento de la Alta Consejería?
Sí, porque de alguna manera no es una orden la que tú les das pero si es una otra opinión que les puede poner un poquito los pies sobre la tierra, que los pone a decir la estoy embarrando, o no es por acá, o me convine más este trabajo, o de pronto me conviene no irme por allá. Y cuando ellos empiezan a sentarse a conversar contigo y tú puedes lograr tener una confianza establecida con algunos, ellos se abren y permiten que tú toques las vidas de ellos. Hay muchos que son muy duros por todo lo que les ha pasado y es más difícil, pero cuando ellos permiten que uno se entre en la vida y al espacio de ellos, ellos te van a comunicar absolutamente todas sus decisiones antes de que las tomen porque sienten que es importante tener otra opinión, no porque sea una orden sino por mirar un espectro diferente de la realidad.
¿Tú crees que la Alta Consejería apoya la reintegración política de los excombatientes, como sujetos políticos, y cómo lo hace?
Ahorita la Alta Consejería acaba de, aunque ya lleva un año, se esta reajustando y hay muchos proyectos que están a punto de reventar. La idea es que cuando tú creas un sujeto autónomo, cuando la persona se vuelve autónoma en su vida para tomar decisiones, finalmente estas creando un sujeto autónomo y también político. Cuando tú eres política es cuando tu sabes que te conviene y que no te conviene, la política no solamente es saber por quien voto o por quien no voto, la política es saber que se puede hacer, que no se puede hacer y porque no se puede hacer. Cuando yo respeto las leyes me vuelvo un ser político porque estoy aprendiendo a compartir y a vivir en convivencia. Y cuando tú creas, cuando tú generas, cuando tú construyes seres autónomos y se hace una reconstrucción de toda la vivencia ahí esta inserto todo, aquí todo es transversal, aquí todo se toca, tu eres un ser político, un ser que participa, todo se cruza. De la Alta Consejería si salen proyectos para volver a los muchachos seres políticos, no los anula porque hay muchos que son políticamente activos, comandantes, mandos medios, todos ellos pues eran personas con una política muy clara, porque había mucho guerrillero raso que sencillamente iba porque lo cogieron, porque lo reclutaron porque no tenía otra opción y lo mismo mucha autodefensa, pero los que si son seres políticos se construyen y ellos son los que finalmente están estudiado una carrera. Cuando tu estas estudiando una carrera te estas construyendo como un ser político, la política te atraviesa toda. Y pues los proyectos que tiene la Alta Consejería, que esperamos que revienten antes de diciembre, pero pues esos si ya son proyectos internos, pero yo si creo que los ayuda a formarse, a participar, de una manera respetuosa claramente.
Ya que nombras la participación, la Alta Consejería cambia la noción de reincorporado o reintegrado por la de participante ¿Cómo participan ellos durante su proceso?
En todo, el proceso depende de ellos. Finalmente el construirse como ser autónomo es cuando tu te haces responsable de tu vida y no permites darle la responsabilidad a otros de tu caminar. Entonces cuando yo soy responsable y sé que si yo no voy a taller a mi no me pagan ((en el modelo de reintegración que la ACR empezó a implementar desde octubre de 2007 el apoyo económico esta sujeto a la asistencia de los excombatientes a talleres psicosociales, educación formal y educación para el trabajo), no es que mi tutora no me quiera firmar porque si lo planteo así la responsabilidad cae sobre la tutora, y la responsabilidad esta en la persona que fue a taller o que sino fue se disculpó o que si fue y no participó pues no firma porque no hizo nada, entonces es responsabilidad de ellos. La autonomía, el participante lo que hace es que se hace participe y se hace responsable de su proceso. Porque es que no se puede creer que haya una persona reintegrada socialmente cuando depende de tanta gente. Tú solamente puedes depender de ti y de tus capacidades, si tu estudias te generas más capacidades, si te capacitas te generas más capacidades y si de alguna manera te curas interiormente pues ya no vas a estar expuesto a que una ciudad tan hostil como Bogotá te haga tanto daño. Entonces de alguna manera esa autonomía es su participación, tú participas si a ti te interesa y te interesa porque eres responsable.
¿Hay alguna vía o mecanismo para que ellos participen en la construcción de las políticas que implementa la Alta Consejería?
Que yo tenga conocimiento no.
Todos los cambios que esta implementando la Alta Consejería han generado una gran turbulencia y mucha inestabilidad entre los excombatientes ¿tu que opinas de los cambios y de la manera como ellos los perciben?
Realmente el cambio que a ellos más les perturba es el hecho de que les van a pagar menos y les van a pagar menos porque cuando les estaban pagando más se la estaban bebiendo, se la estaban gastando en mujeres y estaban haciendo cosas pues que no era la idea de ese dinero. Y se les estaba dando más plata de lo que realmente se le da a cualquier población vulnerable acá en este país. A una población desplazada se les dan 350.000 pesos creo que por tres meses y no les dan más plata, entonces por nivelar poblaciones a mi me parece bien, 400.000 pesos, 510.000 va a quedar, eso es más que un salario mínimo y finalmente no es un sueldo es un apoyo. El programa les esta devolviendo en plata lo que ellos le hacen al programa y es que si ellos van a psicosocial, si ellos asisten a capacitarse, si ellos asisten a educarse, el programa los esta premiando por esas asistencias entonces les da un apoyo económico. Ese es como el cambio que a ellos más les perturba, pero yo tengo muchachos que les perturba y todo pero ahí van y están recibiendo su plata y empezaron a buscar trabajo porque sabían que se les iba a bajar.
La política sigue siendo la misma siguen teniendo la salud, siguen teniendo la educación, siguen teniendo un apoyo a la reintegración un poco más bajito, porque es que 800.000 pesos porque tengo dos hijos pero si no tengo hijos entonces me dan menos plata y si soy colectivo me dan solamente 350.000 pesos (esos valores hacen referencia a los montos de dinero que el programa antiguo, coordinado por el Ministerio del Interior y de Justicia, otorgaba a los excombatientes como apoyo económico a la reintegración) tampoco es justo, entonces para nivelarlo me parece bien porque el programa debe ser equitativo con todos sus participantes.
Ahora, ahora, los proyectos productivos. No todos nacimos para ser empresarios y nos han vendido que salimos sacamos nuestro proyecto productivo y el mundo se mejora y eso no es así. Cuando no sabemos administrar, cuando no sabemos llevar un balance, cuando no sabemos tratar con la gente, cuando no sabemos que un negocio toma tiempo, cuando le perdemos la esperanza al negocio porque en un mes no nos dio plata, cuando no podemos tolerar la frustración, obviamente los negocios los vendemos a los quince días, que ha pasado, se han desembolsado los ocho millones de pesos y ellos cogen los ocho millones de pesos los invierten en su negocio venden eso y están pidiendo plata a los dos meses en la Alta Consejería. Ellos necesitan un poco más de seguimiento y necesitan que esos ocho millones de pesos tengan como, como, algún compromiso para que ellos no se desprendan tan fácilmente de eso. Cuando tú luchas tu negocio, cuando tú sabes que debes esa plata pues la luchas un poquito más porque sabes que de eso depende que no te cobren intereses, que te puedan condonar la deuda, que puedas pagar este mes, pero cuando a ti te lo dan a ti no te importa finalmente se perdió y ya, no generas apego y no generas ningún tipo de reintegración en el ser humano ni en la sociedad.
Yo creo que las políticas están bien diseñadas, la política tiene que ser por lo que ellos hagan se les debe dar. No creo que sea mala plata, es muy buena, son 510.000 pesos por hacer lo que todos hicimos durante 18 años y a ninguno nos pagaron, a nosotros nos toco pagar. Entonces yo creo que si esta bien, creo que ellos tienen que esforzarse un poco más, aunque es muy valioso que ellos se hayan salido de la guerra y que ya no estén optándole a la violencia creo que es importante que ellos hagan un esfuerzo por intentar realmente reintegrarse al mundo civil. Finalmente el mundo civil y social es usted estudia, usted trabaja, usted se capacita, usted se gana un sueldo y usted vive de eso.
¿Qué opinas de las acciones de hecho, como las marchas y las protestas, a las cuales ellos han recurrido en estos momentos de transición y cambio?
A mi me parece buenísimo, ellos son seres políticos, cualquier ciudadano o ser político tiene derecho a manifestarse en contra de lo que cree que esta mal hecho siempre y cuando se haga desde la legalidad. Yo protesto porque no quiero que talen más los árboles entonces voy y protesto y me paro al frente del presidente a decirle no talen más los árboles, ejerzo mi derecho a la protesta, es que eso esta en la constitución, cada quien vera lo que hace siempre y cuando no se salga del marco legal. Pero si yo salgo y lo que hago es que destruyo la estatua de Simón Bolívar, pues, oye, no seas vándala.
Mientras lo hagan desde la legalidad yo no veo ningún problema ellos tienen todo el derecho a expresarse, a mandar tutelas, derechos de petición, y todo lo que los ciudadanos hacemos. Ellos apenas dejan las armas pasan a ser ciudadanos como todos nosotros, pasan a ser civiles.
¿Crees que el programa de la Alta Consejería tiene un carácter paternalista?
Yo no creo, yo no creo porque finalmente al convertirse ellos en participantes son responsables de su proceso. Entonces si llegan y dicen tutora lo que pasa es que yo estaba enfermo, si estaba enfermo eso no es problema de uno usted sabe que tiene que cumplir, todos nos enfermamos. No porque ellos sean población vulnerable significa que sean especiales, que puedan hacer lo que quieran, significa que tienen un estatus políticamente diferente, pero tienen que hacer todo como cualquier otro ciudadano.
Gran parte de todo el problema del cual hablábamos antes es que ellos no estaban acostumbrados a que se les descontará de los pagos ni a que tuvieran problemas en los pagos, entonces los pequeños acontecimientos que ocurrieron fue porque no se les pago y no se les pago porque no fueron responsables, que estaban enfermos, que en operativos, que problemas de seguridad, en fin no se hicieron responsables.
El estado actualmente rotula a los grupos ilegales de terroristas ¿crees que definir a los grupos ilegales en esos términos y plantear el conflicto desde ahí marca el proceso actual de desmovilización y reintegración de excombatientes?
Yo creo que finalmente un proceso de reintegración es un proceso individual, un proceso personal. Sean o no terroristas, sean o no combatientes, sean o no guerrilleros, sean o no de derecha, finalmente este proceso depende es de si la persona que entrego esa arma quiere volver a ser, quiere construirse como alguien diferente. Yo creo que es un proceso muy muy personal. Si hay la disposición, la actitud, el corazón y sobre todo la tolerancia para aguantarse después de que uno entrega un arma todo lo que va a pasar.
¿Crees que el estigma que puedan tener y ejercer las comunidades sobre ellos afecta su proceso de reintegración?
Pues mira yo la verdad no he tenido ningún problema con la estigmatización, a mi en todos los barrios me prestan salones comunales sin ningún problema y saben que son grupos de desmovilizados. Mientras los muchachos se porten bien, o sea se porten bien es que, el imaginario es que son vándalos, que son groseros, que son terribles, y no es así hay uno que otro que es mal hablado pero a todos se nos sale de vez en cuando una grosería, a ellos se les sale con más frecuencia. Pero eso simplemente es saber en donde se pueden decir las groserías y como hay que comportarse en los sitios a los que uno va.
¿Crees que a ellos les es fácil visibilizarse como excombatientes, con su historia?
Yo no creo que ellos tengan que presentarse como desmovilizados. El desmovilizado es un rotulo para el gobierno para que sepan en donde estas, para que sepan que tu perteneciste a un grupo y para tenerte dentro de unas estadísticas. Yo creo que si te vas a presentar a un trabajo pues tú eres tú, tú fuiste, te construyó, pero ya no eres. Pero si yo me presento como la más mala, que yo si cogí un fusil y yo maté, pues obviamente la gente no te va a querer porque igual este país ha sufrido mucho y tiene mucho dolor por la guerra que hemos vivido desde hace mucho tiempo, entonces es más difícil perdonar a un combatiente. Pero si tu vas como cualquier normalito a pedir un trabajo y a hacer las cosas no hay ningún problema. Es dependiendo como tu te vendas, hay muchos muchachos que si son “yo soy malo y yo maté”, pero hay muchos desmovilizados que llevan trabajando desde que se desmovilizaron y el patrón supo que eran desmovilizados y todavía están trabajando, ¡en empresas!, empresas grandes. Yo la verdad creo que es una cuestión personal, uno se sabotea mucho a si mismo. Cuando yo no me hago responsable le pongo la responsabilidad al otro y digo que mi patrón me hecho porque soy desmovilizado, no hombre, su patrón lo hecho porque usted es un grosero, porque llego tarde tres días, porque le habló mal, no necesariamente por ser desmovilizado, sino porque no es buen empleado. Hay muchos desmovilizados que llevan trabajando desde hace mucho tiempo y sin ningún problema.
¿Cuál crees que ha sido el mayor aprendizaje y la mayor dificultad en tu trabajo con los excombatientes y en el programa de la Alta Consejería?
A nivel profesional el aprendizaje ha sido todo. Ha sido trabajar con una población que no esta muy estudiada, una población que esta supremamente estigmatizada, una población a la que se le tiene mucho temor. Mi mayor aprendizaje es darme cuanta que dentro de tantas historias que tienen ellos y de tanta estigmatización como victimarios, ellos son victimas también del mismo conflicto. Personalmente es darme cuenta que las lógicas de la guerra son inexplicables hasta el punto de que los victimarios terminan siendo victimas también, porque “a mi me reclutaron y me toco hacer”, porque “yo recibía ordenes y me toco”. Como hay muchos que si se fueron porque quisieron hay otros que simplemente la vida se los llevo y pues hombre estuvieron veinte, treinta, años de su vida detrás de un fusil, en un monte agreste.
La mayor dificultad es que es un población que por su bajo nivel educativo a veces es muy complicado que logren captar lo que se les esta diciendo entonces malinterpretan las palabras. Pero una vez ya uno esta como sintonizado ya no hay ningún lío. Uno todos los días se encuentra algo diferente con ellos y ellos se dan cuenta que pueden lograr permitirse que alguien los toque de verdad.
Conclusiones:
La entrevista presentada expone la perspectiva de una funcionaria de la ACR entorno a la relación excombatientes y estado en el marco de la actual política de desarme, desmovilización y reintegración de combatientes de grupos armados ilegales.
La entrevista muestra que la ACR, en representación del gobierno nacional, concibe el proceso de reintegración de excombatientes desde una óptica individualista. Tal como lo expresa Mónica, para la ACR el éxito de la reintegración depende del individuo, de su voluntad, responsabilidad, actitud, productividad, escogencias y autonomía. De esa manera, la relación que establece la ACR con el excombatiente se centra en la intervención psicosocial sobre el individuo para generar y construir en éste valores propios de la sociedad liberal. Así mismo la entrega de beneficios por parte del estado a los excombatientes caracteriza la relación entre esos actores.
Frente al tema de la participación de los excombatientes en el proceso de reintegración la entrevista muestra que la ACR define la participación en términos de responsabilidad, autonomía y respeto de la norma. A pesar de que la entrevistada reconoce el uso de mecanismos constitucionales de exigencia de derechos, asocia este hecho a un inconformismo individual y a la continuación de la lucha contra el estado. También es de resaltar el hecho de que la ACR no dispone de mecanismos de participación en la definición de la política pública de desmovilización y reinserción, desconociendo al excombatiente como sujeto político.
Finalmente para la ACR la adquisición de la civilidad y ciudadanía por parte de los excombatientes es sinónimo de adaptación a las dinámicas de la ciudad, constitución de seres económicamente productivos y de aprender los “buenos” comportamientos urbanos. Así mismo, la ciudadanía no implica el reconocimiento del pasado y las historias de vida, sino la negación de las mismas. Es de resaltar la contradicción de Mónica al referirse a la estigmatización que sufren los excombatientes en las ciudades. En un primer momento, cuando ella habla desde su posición de funcionaria, menciona que no existe una estigmatización de la ciudadanía hacia los desmovilizados. Sin embargo cuando menciona sus aprendizajes resalta la estigmatización que recae sobre los excombatientes.
La entrevista aporta varios temas para la comprensión de la relación excombatientes y estado en el marco de la actual política de DDR, y con ello al debate sobre gobernanza en Colombia. La visión individualista que tiene el estado del proceso de reintegración desconoce el carácter social del sujeto, las dinámicas estructurales y el orden social que lo constituyen. La funcionaria entrevistada expone como el estado en el proceso de DDR busca naturalizar el orden y los valores liberales, la normalidad y legalidad de la democracia liberal. Así mismo la entrevista evidencia la ausencia de una visión del problema político que constituye al conflicto armado colombiano; al hacer énfasis en una relación psicológica e individualista desdibuja la confrontación política entre comprensiones diferentes de lo que es y debe ser el orden social.
Notes
Bibliografía:
Departamento Nacional de Planeación (2006) Política de desmovilización y reincorporación de miembros de grupos armados al margen de la ley: diagnostico y retos para el futuro, documento resumes. Bogotá.
Launay, Claire (2006) “La gobernanza: Estado, ciudadanía y renovación de lo político. Origen, definición e implicaciones del concepto en Colombia” en: Controversia, No.185 – diciembre de 2005, CINEP.
Programa de atención complementaria a población reincorporada (2006) Ciudadanos excombatientes: un desafió de reconciliación e inclusión para Bogotá. Caracterización de la población desmovilizada y acompañamiento civilista al proceso de reintegración. Bogotá, Colombia.
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