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note de lecture

Pueblos y Lenguas de Frontera

La obra aborda la cuestión idiomática en las zonas limítrofes de los Estados nacionales sudamericanos. La lengua aparece como uno de los elementos fundamentales de la identidad de los pueblos y el desarrollo de la buena gobernanza constituye un presupuesto necesario para su resguardo.

Auteur : Solís Fonseca, Gustavo, Enrique López, Luis (compiladores)

Par Marianna Massaccesi

février 2008

Table des matières

Solís Fonseca, Gustavo, Enrique López, Luis (compiladores)

El libro recopila las ponencias de lingüistas y dirigentes indígenas. Los compiladores de este texto son:

  • Gustavo Solís Fonseca:

Lingüista, se graduó de bachiller en la UNMSM (1973) y obtuvo su doctorado en 1976. En 1979 fue becado por la Fundación Ford para estudiar en la Universidad del Estado de Nueva York en Buffalo, donde obtuvo su maestría. Ha sido director del Instituto de Lingüística Aplicada (CILA) por varios periodos consecutivos. Su trabajo se orienta fundamentalmente a la investigación de las lenguas amerindias, así como a su aplicación en la educación de dichos pueblos.

  • Luís Enrique López:

Lingüista y educador peruano especializado en educación intercultural bilingüe (EIB). Asesoró al gobierno de Bolivia para que lleve a cabo su reforma educativa. Actualmente dirige el Programa de Educación Intercultural Bilingüe para los países Andinos (PROEIB Andes). Autor y editor de numerosos libros y artículos sobre su especialidad, tales como: La escritura en lenguas indígenas y la experiencia de Oaxaca (1990), La formación de especialistas en educación bilingüe intercultural en América Latina. (Subregión andina) (1993), Donde el zapato aprieta: Tendencias y desafíos de la educación bilingüe en el Perú (1998) y Sobre las huellas de la voz (1998).

…Para los indígenas la lengua no constituye un factor fácilmente aislable de otros y guarda relación, en primer lugar, con sus preocupaciones por conservar –o recuperar- su territorio ancestral en tanto éste le ofrece las condiciones mínimas de reproducción cultural…” (Enrique López, Luis, 2001, p 96).

Breve descripción de la publicación.

La presente publicación compila las ponencias sobre la problemática que gira en torno a la cuestión idiomática en las zonas limítrofes de los Estados nacionales. La temática del panel, coordinado por Luis Enrique López, aborda la situación de tres zonas fronterizas: la zona de la Amazonía sureña, la zona de la Amazonía norteña y la del Chaco boliviano, paraguayo y argentino. De esta manera, la publicación a la que hace referencia la presente nota de lectura compila ponencias del Tercer Congreso Nacional de Investigaciones Lingüístico-Filológicas realizado en la Ciudad Universitaria de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), en la ciudad de Lima, Perú, en el año 2001.

La primera parte del panel incide en la Amazonía sureña que involucra a los pueblos ese eja y machineris con presencia en Bolivia, Perú y Brasil. Se presenta un informe de Beatriz Gualdieri sobre la situación de estos pueblos y de otros que habitan tanto en Bolivia, como en Paraguay y Argentina. La autora resalta que todos estos pueblos matienen vínculos con miembros del mismo pueblo en otro Estado. Todos son pueblos reducidos, pequeños y, sin embargo, en todos existe una vitalidad muy alta de la lengua indígena. También existe experiencia en educación bilingüe, aunque desarrollada en forma despareja. En este panel interviene también Jaime Machineri quien cuenta la experiencia de la comunidad machineri en Brasil y el trabajo que realizan a través de la educación bilingüe para recuperar elementos de la cultura (afectada por la influencia de otros pueblos).

La segunda parte se refiere a los pueblos de la zona fronteriza de la Amazonía norteña, que involucra especialmente al pueblo awajún, pero contempla también el caso del pueblo quichua del Alto Napo. En esta parte intervienen Rojas Huachapa Impi Madeleine Zúñiga quién realiza un diagnóstico sobre necesidades educativas entre los quichuas del Alto Napo y los awajún.

En la tercera parte Bartemeu Meliá da cuenta de la situación del pueblo guaraní, un grupo humano de amplia presencia en el subcontinente y por ello con representaciones en los distintos Estados actuales; este hecho significa situaciones de separación fronterizas que ilustran ampliamente los problemas y posibilidades que establecen las fronteras en las vidas de los pueblos originarios. Los comentarios del panelista hablan de la urgencia de tener en cuenta la existencia milenaria de estos pueblos, existencia que va más allá de las modernas fronteras de las naciones.

Introducción

La discusión de los panelistas de la mencionada publicación, permite plantear desafíos y potencialidades desde el enfoque de disciplinas como la lingüística descriptiva, la antropología, la sociolingüística y la educación intercultural bilingüe.

Las fronteras nacionales de los Estados latinoamericanos aparecen como el eje principal de esta problemática, porque su introducción, significó una división de las unidades étnicas históricamente afianzadas. En América Latina estos pueblos se extienden por encima de las fronteras nacionales y abarcan, en los casos de algunos pueblos andinos, más de tres países (aymaras en el Perú, Bolivia y Chile y quechuas en el Perú, Ecuador, Bolivia, Colombia, Argentina, Chile y Brasil). En este sentido, según plantean los participantes de este panel, para comprender la problemática lingüística de manera integral es necesario tener en consideración aspectos extralinguísticos, como los problemas sociológicos y educativos, haciendo abstracción de las fronteras nacionales para comprender a los pueblos en su condición de tales.

Haciendo foco en el territorio ancestral de los pueblos originarios, el principal aporte de las conclusiones generadas en este panel consiste en buscar ventajas comparativas de la situación planteada en relación al desarrollo de su cultura, tomando el elemento de la frontera nacional como una posible potencialidad. En tal sentido y con el objetivo de fortalecer la identidad cultural se abordan temas como el desarrollo de la Educación Bilingüe Intercultural (EBI) y la necesidad de conectar a estos pueblos con los beneficios de la globalización.

La gobernanza como presupuesto de la identidad cultural.

Nos interesa abordar la identidad cultural como presupuesto básico para la gobernanza. Como se desprende de las ponencias del panel, cada pueblo tiene su propia idea de cultura que remite a un conjunto de valores materiales y espirituales construidos por el hombre en el proceso de su practica histórico – social, que se transmiten por medio del aprendizaje directo y del lenguaje oral y escrito.

En un sentido general, creemos que los países de la región latinoamericana deben realizar esfuerzos para articular sus niveles de gobernanza locales, provinciales y nacionales con los niveles superiores contemplando asimismo que el derecho a la identidad cultural se respete regionalmente y globalmente..

Específicamente, en este apartado pondremos el foco en la función simbólica que cumple la lengua para los pueblos originarios, teniendo presente que ésta -junto a las tradiciones, el territorio, el arte y las costumbres- son elementos esenciales de la identidad cultural.

Un buen punto de partida para este análisis es empezar reconociendo las realidades objetivas de esta problemática. En este sentido, los autores entienden que las fronteras nacionales de los Estados Latinoamericanos dividieron pueblos, haciendo que porciones de los mismos pasaran a formar parte de países diferentes, generando en muchos casos, identidades en conflicto (Solís Fonseca, Gustavo, 2003). La guerra del Falso Paquicha, en la década del 80, es uno de los tantos ejemplos en los que se generaron conflictos entre un pueblo con identidad ancestral común, pero provenientes de países vecinos. Primó en este caso el carácter nacional o estatal, provocando la guerra el alejamiento entre el pueblo aguaruna, que se consideraba a si mismo como peruano, y el pueblo achuar, que se sentía ecuatoriano. Al ser considerados como ciudadanos nacionales de sus respectivos países, estos dos pueblos originarios tuvieron que enfrentarse con armas por ser un presupuesto de cada Estado-Nación respectivamente, la defensa de la patria nacional. Esta situación puede ser analizada como producto del desarrollo de una gobernanza excesivamente centrada en uno de sus niveles –el nacional- que se comporta como un poder autónomo, cuando el criterio que debe prevalecer es el de la interdependencia e interrelación con los niveles locales, provinciales, regionales y globales. Este hecho hace que los pueblos marquen sus diferencias –y que éstas sean motivo de conflicto en la gobernanza a nivel local- en vez de los rasgos que los unen.

Sin embargo, y a pesar de que las fronteras han constituido –y constituyen- elementos generadores de problemas pueden al mismo tiempo ser recursos de muchas potencialidades. Es por ello que, desde el punto de vista de la planificación lingüística y educativa existe necesidad de sacar una ventaja comparativa de esta situación de separación fronteriza.

Educación Bilingüe Intercultural (EBI).

Desde el punto de vista del desarrollo de la Educación Bilingüe Intercultural (EBI), tiene una enorme utilidad planear proyectos que incluyan a pueblos separados por fronteras, ya que en muchos casos, la interrupción territorial establecida por las fronteras no afecta la continuidad lingüística. Esto puede ser altamente promisorio en la medida en que los costos de tales proyectos podrían disminuir significativamente al permitir la colaboración internacional para atender a poblaciones más amplias (Solís Fonseca, Gustavo, 2003). En este sentido, se podrían aprovechar esfuerzos y buscar acuerdos de cooperación a uno y otro lado de las fronteras. Este trabajo puede ser llevado a cabo mediante alianzas entre el sector público y el privado interrelacionando las distintas dimensiones de la gobernanza como la gestión del sector público y las organizaciones de la sociedad civil. Las demandas de las comunidades originarias deben ser tenidas en cuenta porque son ellas mismas las propias concernidas, por tanto se debe aspirar a una EBI con perspectiva indígena.

Como señala una de las panelistas, Madeleine Zúñiga, es necesario apelar a la noción de interculturalidad de la educación, más allá de la simple enseñanza de dos lenguas diferentes. La misma debe desarrollar sentimientos positivos respecto de la diversidad étnica, cultural y lingüística ya que la educación debe servir para el desarrollo sostenible del pueblo en general. La autora también destaca la necesidad de que las reformas educativas incluyan el aspecto intercultural en la secundaria, tomando como modelo el sistema educativo boliviano -en Perú, en la escuela secundaria sólo rige el castellano y se dan únicamente contenidos culturales que provienen de la vertiente cultural occidental- (Solís Fonseca, Gustavo, 2003, pág. 73.).

La interculturalidad entonces se constituye en una noción propositiva que apunta hacia la articulación de las diferencias pero no a su desaparición, bajo el lema de la “unidad en la diversidad” (Enrique López, Luis, 2001).

La EBI también encuentra justificación en el artículo 14 de la Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de las Poblaciones Indígenas que establece que éstos tienen derecho a establecer y controlar sus sistemas e instituciones docentes que impartan educación en sus propios idiomas, en consonancia con sus métodos culturales de enseñanza y aprendizaje. Por tanto, los Estados deben adoptar medidas eficaces tendientes a respetar este derecho.

El fortalecimiento de la identidad cultural desde la perspectiva de la globalización.

La globalización ha hecho evidente que ni el monolingüismo ni la uniformidad cultural constituyen el patrón común y que es más bien la heterogeneidad social, lingüística y la cultural la que caracteriza a nuestras sociedades. Se debe entonces reconocer esta diversidad, lo que contribuirá favorablemente a la integración de los pueblos. Esto de ninguna manera atentará contra la unidad de los Estados nacionales, sino que, como el modelo de la Unión Europea, puede ser un medio idóneo para el desarrollo de los pueblos. Podemos establecer aquí una relación entre las instituciones y el desarrollo, teniendo presente la noción de gobernanza sistémica, basada en la capacidad de tomar y aplicar decisiones en función del interés común, en todos los niveles del sistema político (Von Haldenwang, Christian, 2005).

A la vez de fortalecer la identidad cultural es necesario que los pueblos originarios se conecten con el mundo y que puedan acceder a todos los beneficios de la globalización, negados muchas veces únicamente por el hecho de no hablar castellano. Esto requiere al mismo tiempo hacer un trabajo de concientización de la población en general (indígena y no indígena) con el fin de que el temor hacia la supranacionalidad no sea un obstáculo para los proyectos transfronterizos.

En la medida que los procesos de integración y globalización mundial presentan desafíos cada vez más grandes para los pueblos indígenas, se está reconociendo cada vez más que este patrimonio natural, cultural, social y moral presenta no sólo la clave para recuperar y mejorar los estándares de vida de los pueblos indígenas sino también como una oportunidad para enriquecer, mediante procesos interculturales, la articulación de las sociedades y economías locales con la sociedad cada vez mas democrática y con la economía cada vez mas globalizada en América Latina y en el mundo. En este contexto los pueblos indígenas no sólo enfrentan grandes riesgos de una pérdida acelerada de su sociedad y cultura, sino también grandes potencialidades de articulación con identidad de su sociedad y cultura a la economía global.

Reflexiones finales

Desde el punto de vista lingüístico, lo que surge como importante es que el hecho de que existan fronteras nacionales no impide que la lengua se hable a uno y otro lado de la frontera y que ella se constituya en uno de los mecanismos que contribuyen al sentido de pertenencia étnica y de continuidad más allá de la frontera (Enrique López, Luis 2001).

Dado que la identidad de los pueblos originarios está íntimamente relacionada a su territorio ancestral, las medidas y decisiones gubernamentales adoptadas a nivel local y regional deben estar articuladas con la dimensión global de la gobernanza, de manera que estos pueblos puedan acceder, como se argumentó, a los beneficios de la globalización.

En este sentido, el respeto por la diversidad es fundamental para lograr una mayor unidad de acción entre los niveles de gobernanza. Mientras que la noción de gobernanza en el nivel de gobierno central nos hace pensar en redes constituidas por actores públicos (correspondientes a los distintos niveles de gobierno -incluido el nivel supranacional- y demás agencias públicas) y por los representantes de grupos económicos y sociales (mundo empresarial, ONGs, asociaciones, etc.), en las formas locales de articulación de las decisiones encontraríamos con relativa frecuencia a los ciudadanos como actores de la red, esto es, presentes en foros, grupos y otras fórmulas relacionales que aseguran su participación en los procesos decisorios. La participación ciudadana en el ámbito local y no en otros es hasta cierto punto lógica si consideramos que éste es el nivel de gobierno más próximo al ciudadano y donde se puede articular de una manera más efectiva1 (Navarro Gómez, Carmen 2001).

Como señala Luís Enrique López, la preocupación no debe ser sólo académica sino también política: el compromiso debe situarse con el destino actual y futuro de los pueblos originarios de manera que más allá de incentivar la Educación Bilingüe Intercultural, se deben buscar acuerdos de cooperación con instituciones a uno y otro lado de las fronteras, buscando con esto, avanzar en la integración binacional o regional a través de los pueblos nativos. Un ejemplo concreto pueden ser los proyectos binacionales de desarrollo curricular y elaboración de textos escolares llevados a cabo con los Awas, entre Ecuador y Colombia. Los Estados nacionales pueden adoptar medidas reconociendo e incorporando la visión indígena, desalentando las posibles tensiones y conflictos que pudieran surgir por las divisiones políticas y creando las condiciones para el desarrollo de una cultura para la paz y respeto por los derechos humanos de los pueblos nativos de América Latina.

 

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