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Entrevista

El futuro y el presente del Ecuador en la Asamblea Constituyente

Las políticas sobre niñez y adolescencia como tema de discusión

Sara Oviedo

Por Aracelly Díaz

marzo 2008

Contenido

Sara Oviedo

Socióloga, Secretaria Ejecutiva del Concejo Nacional de la Niñez y Adolescencia.

El futuro y el presente del Ecuador en la Asamblea Constituyente

Las políticas sobre niñez y adolescencia como tema de discusión

Para cuando la Asamblea Nacional Constituyente se instaló en Ciudad Alfaro -30 de noviembre de 2007-, el movimiento de apoyo, defensa y promoción de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes había recorrido ya un largo camino.

Durante el siglo XX y los primeros años del XXI, el Ecuador ha avanzado en la reflexión y la atención a la niñez y adolescencia, tanto en el ámbito jurídico como en la acción estatal y social, estableciendo como prioridades la educación, la salud, la nutrición, el buen trato y la participación.

La suscripción de la Convención de los Derechos, su ratificación, el Código de la Niñez y Adolescencia, el Plan Nacional Decenal de Protección Integral a la Niñez y Adolescencia, la creación del Consejo Nacional de la Niñez y Adolescencia, el Acuerdo Nacional por la Niñez y Adolescencia, la Agenda Ético Política, la Agenda Social, la creación del Consejo Consultivo de Niños, Niñas y Adolescentes, entre otros hitos importantes, han resultado del trabajo mancomunado del Estado, los organismos de cooperación y el Movimiento Nacional de Niños, Niñas y Adolescentes.

La Constitución Política de 1998 reconoció a los niños, niñas y adolescentes como ciudadanos, esto es, como sujetos de derechos y obligaciones, con voz, capacidad de decisión y participación en la vida social. Además, los declaró como prioridad nacional y tema de interés superior.

Ante este escenario y en la peculiar coyuntura política que atraviesa el Ecuador, cabe preguntarse: ¿Cómo serán abordados los temas de niñez y adolescencia en la Asamblea Constituyente? ¿Hacia dónde camina el Ecuador en la protección, defensa, ejercicio y exigibilidad de los derechos de sus niñas, niños y adolescentes?

Sobre estos temas, conversamos con la socióloga Sara Oviedo Fierro, Secretaria Ejecutiva Nacional del Consejo Nacional de la Niñez y Adolescencia, órgano rector de las políticas relativas, organismo integrado por representantes del Estado y de la sociedad civil. El diálogo se desarrolló el jueves 7 de febrero de 2008, en víspera de la entrega de la Propuesta de Niñez y Adolescencia para la Asamblea Constituyente, denominada “Mi futuro y presente en la Constituyente”.

 

Q : En esta oportunidad, le invitamos a compartir con nuestros lectores y lectoras algunas reflexiones, con oportunidad de la Asamblea Constituyente. Partamos de esta pregunta: ¿Qué oportunidad representa para los actores y actoras que impulsan los Derechos de Niñez y Adolescencia la Asamblea Constituyente?

SO : Voy a tomar la palabra para recordar y actualizar reflexiones que hemos estado haciendo a propósito de ello. Creo que la Asamblea Constituyente, para todos los habitantes del Ecuador, es la oportunidad para expresar nuestras opiniones y manifestar la idea del país que queremos.

Quienes trabajamos en Niñez y Adolescencia hemos tenido la suerte de haber hecho todo un proceso después de la Convención de los Derechos del Niño, hace 18 años, que ha concentrado muchas de estas reflexiones; es decir, durante todo este tiempo nosotros nos hemos planteado el país que queremos para nuestros niños y niñas. Eso es algo muy importante.

Ese país que queremos fue detallado ya en el Código de la Niñez y Adolescencia. Algún pensador de América Latina decía, a propósito de la Convención de los Derechos del Niño, que es una propuesta de nueva sociedad. En eso estamos precisamente, como la mayoría de países del mundo (excepto, como sabemos, Somalia y Estados Unidos). En Ecuador estamos empeñados en construir una nueva institucionalidad para los niños y niñas, pensando y construyendo una sociedad distinta para ellos. La Asamblea ha surgido, para nosotros, en esas condiciones; es decir, cuando ya teníamos planteada una propuesta de nueva sociedad en el Código, a la luz de los Derechos de los Niños.

Por eso, la Asamblea es nuestra oportunidad para reafirmar lo que el país ya ha avanzado. Eso es clave. Reafirmar los avances, sabiendo que, en materia de Derechos Humanos y a nivel legal, no hay retrocesos.

Nuestra propuesta es incluir todos los principios acordados en la Convención y que no pudieron ser incluidos en la Constitución de 1998 y respetar la institucionalidad que se propuso para garantizar esos derechos, que fue desarrollada a nivel jurídico en el Código, y que ya está siendo puesta en práctica en el país.

El Sistema de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, aunque es “una isla”, es una realidad. Ciento diez municipios en el Ecuador ya tienen Consejo Cantonal de la Niñez y en este año estamos seguros de llegar a todos los municipios del país, a excepción de Guayaquil, que se resiste a implementarlo. Tenemos ya veintiséis Juntas Cantonales y, este año, aspiramos tener alrededor de setenta y seis. Se han implementado decenas de Defensorías Comunitarias y, sobre todo, ya existe el Consejo Consultivo Nacional de Niños, Niñas y Adolescentes que es la primera instancia pública, en América Latina –y tal vez a nivel mundial- que el Estado reconoce para el ejercicio de los derechos de ciudadanía de niños, niñas y adolescentes, a través de acciones de vigilancia, de exigibilidad, de proposición, etc.

 

Q : Del recuento que usted hace, se deduce que uno de los objetivos es « blindar el tema de Niñez y Adolescencia. Pero, ¿cuál sería un verdadero avance en la garantía del ejercicio de los derechos de las niñas, niños y adolescentes en la nueva Constitución?

SO : Para mí, el avance fundamental en el que todos podemos coincidir independientemente de ideologías, es dejar de ser “una isla”, para avanzar hacia el hecho de que la protección se extienda a todos los habitantes del país. Estamos luchando por ello en dos frentes: en la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo –SENPLADES- y en la Asamblea Nacional Constituyente, siempre con la misma tesis.

El Sistema de Protección Social, clave de nuestra propuesta, es el planteamiento central. La razón de ser del Estado es garantizar los derechos de los ciudadanos. Y esta esencia del Estado se expresa a través de dos elementos clave: una política pública que garantice derechos y una institucionalidad que haga posible que esa política pública se ejecute. La política pública está clarísima ahora, pero la institucionalidad debe estar acorde a esa política, caso contrario surge el caos, la dispersión y el sectorialismo, volviendo imposible el cumplimiento de las políticas en la dimensión en que están planteadas.

 

Q : ¿Y qué respuesta ha habido, tanto por parte de la SENPLADES como de la Asamblea Constituyente?

SO : Bueno, a la Asamblea todavía no hemos ido, vamos mañana. Sabemos que no somos los únicos que lo estamos planteando. Rescato que muchos estamos pensando que lo necesario es articularnos como sistema, y eso es importante. Hay varias propuestas en ese sentido en la Asamblea Constituyente, lo que demuestra que todos estamos sintonizados.

Más detalles y una percepción más directa la podré tener después del martes, porque estamos por generar varias acciones. El asunto es plantearlo abiertamente y promover una fuerte movilización social. Tenemos grandes problemas económicos pero estamos luchando por tener una importante presencia de representantes de varios consejos del país.

Tenemos la propuesta, la hemos socializado y trabajado con muchos sectores. Este documento, unido a otro más detallado, será enviado para su análisis en la SENPLADES.

Q : Se podría pensar que el tema de niñez y adolescencia genera consensos casi espontáneos pero, en realidad, hay muchos enfoques… ¿Qué consideraría usted como potencial amenaza a su propuesta?

SO : Es muy cierto lo que usted manifiesta… El tema de niñez y adolescencia, justamente porque no pone en cuestión intereses económicos, políticos o de otro tipo, se convierte en un tema alrededor del cual se generan consensos. Además, hay un trasfondo ético que es el que usted refiere, y que vuelve políticamente correcto estar de acuerdo.

Sin embargo, en el momento en que se plantea el Sistema de Protección Social, la primera dificultad que tenemos es que ya salimos de esa cápsula dorada en la cual todos estamos de acuerdo y nos enfrentamos a un tema que involucra a todos los ciudadanos ecuatorianos. Entonces, entra en juego una serie de intereses, todos los intereses que juegan en la sociedad y que hacen que cada grupo se pregunte qué va a ganar y qué va a perder con esta propuesta.

En todo caso, nuestra postura se enfoca mucho en la parte institucional, por lo que creo que todos estaremos de acuerdo. La idea es ubicar los grandes campos en los que estamos de acuerdo, para hacer que las posibles amenazas sean superadas ampliamente por la fuerza de los acuerdos.

 

Q : ¿Y cómo trascender los discursos?

SO : Trabajando en los intereses comunes que son de consenso: evitando la dispersión y la repetición (demasiadas instituciones hacemos lo mismo), poniendo orden en las intervenciones, estableciendo regulaciones y articulaciones, logrando intervenciones integrales. Estamos de acuerdo en que debemos llegar a todos los ciudadanos y especialmente a los que más lo necesitan. Por eso, la propuesta de un Sistema de Protección Social es una suerte de pacto político, social, institucional, que haría que nos dispongamos a crear los vínculos necesarios y a desarrollar los instrumentos técnicos que nos permitan trabajar juntos, territorialmente, en pos de metas comunes.

Los asambleístas deben ver que es importante pensar en esta propuesta porque, si dejamos todo tal como está, nada garantiza el trabajo articulado. El sistema viene a ser una respuesta a la situación actual, una propuesta de armar el tejido entre las instituciones públicas y privadas.

 

Q : Esto implicaría que los asambleístas cuiden tanto la parte dogmática como la normativa, para que los derechos estén garantizados en la práctica…

SO : Una de las primeras actuaciones de la Asamblea -con la cual estuve totalmente de acuerdo- dio cuenta de que se iba a discutir primero la parte dogmática, “el país que queremos”, para después revisar los articulados.

La oposición presiona por la redacción del cuerpo legal; sin embargo hay que mencionar que, la mayoría de veces, solo se ha tratado de producir articulados y montarlos según los intereses de turno, generando incoherencias entre lo dogmático y aquello que permite la ejecución.

Lo que ahora debemos hacer es una reflexión profunda de la institucionalidad y de los mecanismos de exigibilidad. Ésta es otra de nuestras propuestas, porque sabemos que nuestros derechos están declarados, pero no se cumplen.

Cuando íbamos armando nuestra propuesta vimos la insuficiencia e imperfección de los mecanismos de exigibilidad y en eso coincidimos con muchos sectores. Nuestra propuesta es también fortalecer estos mecanismos, ampliar o simplificar algunos existentes, y acceder a nuevos. Necesitamos que los ciudadanos comunes tengan acceso a formas fáciles de revocatoria de mandato, exigencia de cumplimiento, sanción por violación, restitución, etc.

 

Q : Esta propuesta fue construida por muchos actores y actoras, muchas personas y muchas instituciones.¿En qué medida participaron en la elaboración de la propuesta los niños, niñas y adolescentes del Ecuador?

SO : Al igual que casi todos los procesos vividos en Niñez y Adolescencia, éste ha sido participativo. El Código lo elaboramos 14 mil personas, de las cuales 12 mil eran niños; el Plan Nacional Decenal de Protección de la Niñez y Adolescencia fue elaborado participativamente; ha habido procesos de consulta muy masivos respecto, por ejemplo, en la Agenda Ético Política que fue la base para la elaboración de la Agenda Social de este gobierno, recogiendo los mandatos de los niños en una votación en la que participaron un millón de niños y niñas.

Esta propuesta nace de un proceso en el que, durante muchos años, han participados los niños, niñas y adolescentes. Estamos capitalizando todo lo recorrido, recogiendo los frutos de debates, propuestas, consensos y avances. El nivel de elaboración por supuesto es un nivel adulto, técnico, pero realizado sobre la base de la comprensión y asunción de sus necesidades, propuestas, sueños y derechos.

Además, la entrega de la propuesta al Presidente de la Asamblea la va a hacer el Presidente del Consejo Consultivo de Niños, Niñas y Adolescentes lo cual es, simbólicamente, muy importante.

 

Q : Por otra parte, ¿qué respuesta han tenido por parte de los medios de comunicación, de los líderes de opinión?

SO : Siendo realistas, el tema de niñez y adolescencia no es una noticia que venda mucho, pero hay un apoyo permanente de periodistas a lo largo y ancho del país, tanto en televisión, prensa y radio, a nivel local y nacional.

El país sabe que estamos, el presidente, la ciudadanía, los medios, la iglesia, la empresa privada, las autoridades locales y los asambleístas saben que ahí estamos, que somos un movimiento social e institucional de Niñez y Adolescencia con una postura firme, trabajada y dispuesta a dejar de ser un grupo pequeño, para plantear al país una propuesta que nos beneficie a todos y todas.

 

Q : La negociación es importante en este momento. ¿Cómo tiene planificada la estrategia de negociación, para que sea exitosa?

SO : Este primer viaje a Ciudad Alfaro tiene como objetivo mirar la situación. Me preocupa saber que los asambleístas están saturados de información, propuestas y mandatos. Sé que se debe, por tanto, cualificar y simplificar la información para que el mensaje sea claro y directo.

Vamos a poner nuestros servicios, nuestro trabajo, nuestra experiencia a consideración de los asambleístas para priorizar la relación directa y captar su adhesión para el impulso de la propuesta. Queremos que los asambleístas sientan que estamos arrimando el hombro con ellos y que podemos ayudar en este tema, porque ha sido el centro de nuestra atención durante años y sabemos de lo que estamos hablando.

Mi intención, ahora, es armar la Bancada de la Niñez, que esté constituida por cinco, diez, treinta asambleístas que defiendan e impulsen nuestra propuesta.

 

Q : Hemos dicho que esta propuesta también ha significado repensarse institucionalmente. A partir de esa reflexión, ¿hacia dónde cree usted que van estas instituciones?

SO : Nosotros estamos planteando, como parte del Sistema Nacional de Protección, un Consejo Nacional de Derechos. Llegar a un nuevo momento… Un Consejo conformado por delegaciones del Consejo Nacional de la Niñez y Adolescencia, el Consejo Nacional de Mujeres, El Consejo Nacional de Personas con Discapacidad, el Consejo Nacional de la Juventud, el Consejo Nacional de la Tercera Edad, el Consejo de Desarrollo de las Nacionalidades y Pueblos del Ecuador… Un Consejo que nos articule y que oriente la construcción de enfoques e institucionalidades.

Debemos tener la capacidad de recuperar los avances, capitalizarlos y señalar el camino para seguir; creemos que debemos hacerlo en el marco del Sistema Nacional de Protección.

 

Q : El Artículo 1 de La Constitución de 1998 declaró al Ecuador como un estado pluricultural y multiétnico. Si bien esta declaración está siendo discutida en la Asamblea, ¿cree usted que su propuesta responde a ese principio? ¿Es una propuesta intercultural? ¿Es una propuesta diversa?

SO : Yo tengo una larga vivencia con los indígenas. Parte de mí es la visión intercultural. Pienso que es la presencia y la aceptación de convivir juntos lo que cristaliza la interculturalidad. La autoexclusión es muy limitante e impide que el otro tenga una visión intercultural. Debemos aceptarnos diferentes, diversos; pero también debemos aceptar que compartimos un mismo territorio y construir un mismo proyecto.

La experiencia de construcción de esta propuesta, especialmente en los talleres realizados con niños y niñas indígenas y mestizos, me ha dejado profundas inquietudes al respecto. Finalmente, los talleres no pudieron continuar siendo conjuntos y terminaron siendo paralelos.

Creo que en el Ecuador hay mucho que avanzar al respecto, pero no logro definir los intereses que atentan contra este encuentro genuino. Debemos llegar a abordar los temas y las problemáticas de igual a igual. Pero, en este caso, ese proceso quedó trunco; no hubo respuesta ni apoyo para una propuesta conjunta.

Por otra parte, creo que el Consejo Nacional de la Niñez y Adolescencia tiene una deuda de inclusión con los niños, niñas y adolescentes afroecuatorianos y con aquellos que tienen alguna discapacidad. Nos falta trabajar, nos faltan recursos para propiciar una real participación de todos los niños, niñas y adolescentes.

La conversación terminó con la expectativa de la entrega de la propuesta a la Asamblea Nacional Constituyente, hecho que ocurrió el sábado 9 de febrero de 2008. En el evento, la presencia de niñas, niños y adolescentes fue multitudinaria y festiva. Hubo una gran cobertura de medios y los asambleístas manifestaron su disposición a no retroceder y continuar avanzando.

Sin embargo, la variedad y abundancia de temas abordados por la Asamblea, los escándalos internos y la súbita complicación de las relaciones entre Ecuador y Colombia han hecho que, para esta fecha, el tema haya perdido protagonismo.

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