Análisis
Las Asambleas Constituyentes Locales como “condicionantes” y “condicionadas” de poderes estatales, tradicionales e ilegales.
Relaciones y articulación de las Asambleas Constituyentes con otros poderes en el nivel local.
Las Asambleas Constituyentes Territoriales que se gestaron en Colombia desde 1997, se han desarrollado en una red de relaciones de poder en donde interactúan con otros poderes, como lo son la Iglesia, la Administración Local, los actores armados y los partidos políticos. En este contexto se analizan las relaciones de las Asambleas Constituyentes con estos poderes a nivel “local”.
La instalación, impulso, consolidación e incluso decaimiento de estas Asambleas está condicionada por las relaciones de colaboración o tensión que puedan establecer con los poderes. Pero a su vez las Asambleas juegan un papel de condicionantes frente a estos mismos poderes, al firmar pactos de gobernabilidad1 con las alcaldías locales, legitimar su mandato e incluso elegir por sí mismas los candidatos a la alcaldía.
En este sentido este escenario supone que las Asambleas se encuentren inmersas en una red de relaciones complejas en donde interactúan con varios actores y en donde juegan a la vez el papel de “condicionantes” y “condicionadas”.
Para el análisis de esta red de relaciones se toman tres ejes: en un primer momento se define el marco teórico en donde se identifican los poderes que entran en relación con las Asambleas en el nivel local y el tipo de relaciones que se pueden desarrollar entre éstos. Luego, se analizan las relaciones de colaboración recíprocas entre Asambleas y poderes locales y por último se toman cuatro escenarios de relaciones de tensión: con los actores armados, relaciones desde un punto de vista sincrónico, diacrónico y conceptual.
Contenido
Estudiante de octavo semestre de Derecho (Facultad de Ciencias Jurídicas) e Historia (Facultad de Ciencias Sociales) de la Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá. Especial interés en temas relacionados con jurisdicción especial indígena, derecho ambiental, derecho constitucional.
INTRODUCCIÓN:
El fenómeno de las Asambleas Constituyentes Territoriales que se ha venido desarrollando en Colombia desde 1997, desde la experiencia de Mogotes (Santander), está inmerso en una red compleja en donde se surten diferentes relaciones de poder. Es decir, no se trata de una experiencia que se desarrolla, evoluciona o involuciona de manera autónoma, sino que en su proceso de consolidación intervienen otros poderes locales.
En este contexto, se pregunta por los mecanismos de articulación de las Asambleas Constituyentes con otros poderes a nivel local, para reflexionar finalmente sobre las repercusiones de estas relaciones en términos de legitimidad.
En este sentido se parte de la hipótesis de que las Asambleas Constituyentes a nivel local, están inscritas en una red de relaciones en donde ciertos poderes posibilitan y otros imposibilitan el llevar a cabo sus objetivos y en donde estas relaciones dan cuentan de las diversas legitimidades que operan en el marco local.
Para desarrollar esta cuestión se tratan tres temas:
En un primer momento se plantea el marco teórico del texto, a saber las nociones de poder local y los mecanismos de articulación.
En un segundo momento se observan los escenarios de colaboración recíproca de las Asambleas Constituyentes con otros poderes, como la iglesia, las alcaldías o consejos municipales y las razones y consecuencias de esa colaboración.
En tercer y último lugar, se analizan por el contrario los escenarios de tensiones de los poderes, en especial en el marco de los actores armados y la misma administración municipal.
PRIMERA PARTE: DEFINICIÓN DE LOS PODERES LOCALES Y MECANISMOS DE ARTICULACIÓN.
A.Poderes “tradicionales” y “racionales”.
En un primer momento es relevante identificar qué se entiende por poderes para tener claridad sobre los actores que se analizarán en este texto. Actores que serán objeto de estudio siempre y cuando, claro está, entren en relación con las Asambleas Constituyentes y de una u otra forma tengan capacidad de influencia sobre éstas o bien capacidad de ser influenciadas por éstas. Para analizar la noción de poder, se parte del análisis del sociólogo alemán Weber sobre este concepto, el cual identifica el poder desde el punto de vista de los motivos por los que las personas obedecen. En este marco, Weber enuncia tres tipos puros de dominación o poder: el tipo de índole tradicional, racional y carismático. Para efectos de este estudio resultan relevantes los dos primeros.
Según Max Weber el poder está relacionado con la noción de Herrschaft, es decir la probabilidad de que en un grupo determinado de personas, determinadas órdenes o todas las órdenes encuentren obediencia. En este sentido, dice Weber, la dominación (Autorität) puede basarse en el caso concreto, en muy diversos motivos de obediencia, desde la mera costumbre hasta consideraciones de índole totalmente racional-instrumental. (Weber, 2007, p.59)
El tipo de índole racional, se refiere al tipo de dominación ejercida por el Estado y su aparato burocrático. Este tipo de poder, dice Weber “se basa en la creencia en la legalidad del ordenamiento establecido y del derecho a dar órdenes por parte de quienes tengan la competencia para ejercer la dominación según ese ordenamiento (dominación legal)” (Weber, 2007, p.65)
Colombia específicamente se inscribe en un modelo de “descentralización administrativa”, que supone que el Estado central delega funciones administrativas a sus diferentes entidades territoriales2. En este sentido se da una dualidad de competencias, en la medida en que estas entidades locales o regionales disponen de atribuciones y competencias, por mandato de la Constitución o la ley, lo que les permite tener una autonomía en ciertos asuntos como lo puede ser la inversión fiscal, la prestación de servicios públicos, y gobernarse mediante sus propias autoridades, etc., con miras a lograr una mayor inmediación y eficacia en la gestión de estos asuntos de acuerdo con las exigencias de la comunidad. (Naranjo, 1990, p 233) Este modelo de descentralización se expresa en la Constitución Política, en el artículo 2873, entre otros.
Ello nos permite entender entonces cómo en las entidades territoriales del nivel local (es decir los municipios y los distritos4), existen autoridades estatales y por ello poderes gubernamentales producto de la descentralización administrativa que opera en Colombia. En este país, los poderes estatales del nivel local son varios pero cabe resaltar aquellos que entran en constante relación con las Asambleas Constituyentes a saber: Las Alcaldías y los Concejos Municipales esencialmente.
En este sentido entendemos como poderes locales estatales a las Alcaldías, Concejos Municipales, por ser éstas manifestaciones a nivel local del Estado, un Estado que se deriva de un tipo de dominación racional-legal según la clasificación de Weber.
Por otro lado dice Weber, existe un poder de índole tradicional, es decir” se basa en la creencia usual del carácter sagrado de tradiciones existentes desde siempre y en la legitimidad de los competentes para ejercer la autoridad en virtud de esas tradiciones (dominación “tradicional”) (Weber, 2007, p.65)
En este marco, se inscribe la Iglesia como un poder tradicional que ha ejercido dominación en Colombia desde su llegada en el siglo XVI hasta la actualidad, ello si se tiene en cuenta que hoy en día, en Colombia la religión predominante es la católica5. La iglesia, como sucede con el Estado, tiene una manifestación a nivel local y ésta entra muchas veces en relación con las Asambleas Constituyentes, especialmente en los municipios rurales en donde la presencia de ésta es más fuerte.
Territorialmente la Iglesia se organiza en diócesis, cada una bajo la autoridad de un obispo. Los obispos en sus respectivos territorios y de acuerdo a la ley canónica, tienen jurisdicción ordinaria sobre los párrocos (que son los responsables de la administración de las parroquias), sacerdotes religiosos y laicos. La parroquia6 es esencialmente la manifestación local de la iglesia católica, la cual está a cargo de la pastoral en los municipios.
B.El poder como represión: actores armados.
Ahora bien, existe otro poder que podría tenerse en cuenta para efectos de este análisis, que no cabe dentro de las categorías “puras” de Weber, sino que responde a las especificidades coyunturales de este país, fenómeno que sin duda el sociólogo alemán no pudo prever en pleno siglo XIX.
Para ello, la noción de poder de Foucault es útil para los efectos de este texto, pues éste no se centra en el análisis del poder desde el punto de vista de los motivos que llevan a la gente a obedecer, sino que analiza la forma de operar del poder. Según Foucault el poder debe analizarse esencialmente desde la represión: “El poder reprime la naturaleza, los instintos a una clase. […]En cualquier caso, ser órgano de represión, es en el vocabulario actual el calificativo casi onírico de poder”. (Foucault, 1992, p. 137).
En este contexto, existen para Foucault dos tipos de esquemas del análisis del poder: el esquema contrato/opresión, que es de tipo jurídico y el esquema dominación/represión o guerra/represión, en el que el análisis pertinente no es lo legítimo o ilegítimo, sino la lucha y la sumisión. (Foucault, 1992, p.141)
Así pues en la primera categoría se encuentra incluido el poder del Estado, y en el segundo esquema, a saber el de guerra/represión, se puede incluir a los grupos al margen de la ley en Colombia: las FARC7, ELN8 y AUC9, grupos que a su vez tienen una fuerte presencia a nivel local. En este punto es importante tener claro que en el análisis de los actores armados se tendrá en cuenta a su vez las Fuerzas Armadas de Colombia, FAC, no porque sea un grupo al margen de la ley, todo lo contrario, es un poder estatal; sino porque en su objetivo de mantener el orden público y erradicar los grupos al margen de la ley entran a su vez en relación con las Asambleas Constituyentes, especialmente con aquellas que se crearon como medio para superar el conflicto armado en la zona.
Ahora bien, las AUC, ELN y FARC como grupos al margen de la ley pueden entenderse como poder, por las siguientes razones, entre otras:
Desde el punto de vista del análisis de Foucault del poder como represión, tanto los grupos paramilitares como las guerrillas han utilizado en sus respectivos proyectos la utilización de las armas y de la violencia como medida de represión y de control del territorio.
Como bien lo evidencia Rangel, las AUC, “Encargados de controlar el crimen y hacer justicia por su propia mano escuadrones de la muerte, con una cobertura supralocal y dedicados al asesinato selectivo, autodefensas rurales con gente de la zona y uno de cuyos propósitos fundamentales es controlar una población” (Rangel, 2005, p. 13).
Se estima que las AUC generaron la desaparición de cerca de 15.000 personas asesinados y enterrados en fosas comunes entre 1982 y 2005 perpetraron más de 3500 masacres y robaron más de seis millones de hectáreas de tierra (Movimiento nacional de crímenes de Estado, febrero 2008).
Por otro lado las FARC y ELN, para llevar a cabo sus objetivos han utilizado medios de violencia, no sólo contra el ejército colombiano sino contra la población civil, responsables de numerosos crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra, y a su turno se financian esencialmente con fuentes que afectan gravemente a la población civil y a la economía colombiana, como es el caso del narcotráfico, los peajes e “impuestos” a comerciantes, agricultores, la violencia, los secuestros, la extorsión, entre otras actividades delictivas lo que ha generado en muchas ocasiones la deslegitimación frente al pueblo y por ello la ausencia de apoyo popular (Echandía, 1999.p.45).
Por otro lado, las AUC, FARC y ELN, se entienden como poder a su vez, debido a la amplia cobertura que tienen a nivel nacional.
Las FARC por vía de ejemplificación en la actualidad tienen presencia en 24 de los 32 departamentos de Colombia, sus combatientes para el 2001 ascendían, según Human Rights Watch, a 17.000 combatientes (Human Rights Watch, 2001) y en la actualidad ascienden según el gobierno colombiano a 8.000 hombres (El País, 28 enero 2008).
En cuanto a las AUC, Rangel muestra cómo su ritmo de crecimiento superó el de los grupos guerrilleros y muy rápidamente llegaron a ser el segundo grupo irregular del país con un tamaño equivalente al 80% de las FARC. (Rangel, 2005, p. 14)
En suma, las AUC, FARC y ELN generan lo que algunos han definido como “territorialización privada”, que se define como un progresivo fenómeno de redistribución geográfica a expensas de la soberanía del Estado entre poderes particulares antagónicos10 que rompen el tejido social resultante del largo proceso histórico a través del cual se ha ido articulando la sociedad (Rangel, 2005, p. 172). Es precisamente en estos “territorios privados” en donde surgen algunas de las Asambleas Constituyentes municipales o locales que entran en constante relación con estos grupos al margen de la ley.
A manera de conclusión puede observarse que en Colombia desde el punto de vista local coexisten varios poderes, algunos con mayor injerencia en ciertos territorios que en otros. Esto nos pone entonces en el escenario a tres actores o poderes locales que entran en relación con las Asambleas Constituyentes Territoriales: el Estado, los actores armados y la Iglesia en sus diferentes expresiones locales.
C. Mecanismos de articulación en el contexto de las Asambleas Constituyentes
Ahora bien, en lo que se refiere a mecanismos de articulación, es posible en un principio acercarse al concepto desde la disciplina de la mecánica para entender el contenido del concepto.
Desde el punto de vista de la mecánica, un mecanismo hace alusión a un conjunto de elementos rígidos, unidos entre sí mediante diferentes tipos de uniones, cuyo propósito es la transmisión de movimientos y fuerzas. (V. Zinoviev. 1969, p. 5)
Si intentamos entender este concepto en el ámbito de las ciencias sociales, diremos que los mecanismos de articulación se refieren entonces al conjunto de actores, vinculados entre sí, mediante diferentes tipos de relaciones (de tensión o de colaboración), que generan determinadas situaciones o fenómenos.
En la siguiente parte analizaremos entonces las relaciones que se dan entre esos diferentes actores a nivel local (Asambleas Constituyentes , parroquias, alcaldías, concejos municipales, AUC, ELN, FARC, FAC) de forma que estas relaciones pueden ser de colaboración o bien de tensión, y estas mismas relaciones generan ciertas situaciones o fenómenos: por ejemplo la creación de una Asamblea Constituyente, o bien la obstaculización de su desarrollo.
D.El nivel local de las Asambleas Constituyentes.
Es menester tener claro que cuando se habla de nivel local, se hace referencia a las Asambleas Constituyentes municipales, que son aproximadamente 118 en Colombia y las locales, que se reducen a 4 en Colombia: Micoahumado (municipio de Morales Sur de Bolívar), Olival municipio de Suaita en Santander, Ciudad Bolívar Bogotá, Corcovado municipio de Pueblo Nuevo en Córdoba (CINEP, 2007, mapeo, p.12)
Como el número de Asambleas Constituyentes municipales y locales es alto, se tomarán ciertos casos de Asambleas como forma de ejemplificar las relaciones que se surten entre éstas y otros poderes locales, pues el estudio específico de cada una de ellas desborda los objetivos de esta ficha
SEGUNDA PARTE: RELACIONES DE COLABORACION RECÍPROCA
Un primero tipo de relaciones de las Asambleas Constituyentes con otros poderes locales se da a nivel de la colaboración recíproca.
En este sentido, algunas Asambleas fueron impulsadas por los mismos poderes estatales o administraciones locales, o bien fueron apoyadas por éstas por medio de su aporte en recursos, en capacitación y formación de sus líderes, en préstamo de espacios para desarrollar los foros, o bien desarrollaron las Asambleas en el marco de un programa de la gobernación, entre otros.
Dentro de estas relaciones se hace referencia a dos escenarios: las relaciones en el marco de la Gobernación y las relaciones con los poderes locales estatales y tradicionales.
A. En el marco de la Gobernación
Un primer caso de relación de colaboración se da en el caso de las administraciones locales que impulsaron las Asambleas Constituyentes, en el marco de un programa de gobierno formulado desde la Gobernación. Este es esencialmente el caso de Antioquia en el marco de la Gobernación de Guillermo Gaviria, Huila en el marco de la Gobernación de Rodrigo Villaba Mosquera y Valle del Cauca en el marco de la Gobernación de Argelino Garzón. Es por esta razón que la mayoría de las Asambleas Constituyentes Municipales se desarrollan en Colombia en estos tres departamentos (CINEP, 2007, variable mapeo, p.11)
En este marco se observa cómo por ejemplo en el Huila, existen en la actualidad 17 constituyentes municipales. El trabajo fue organizado inicialmente por la Gobernación y ONG’s tales como HUIPAZ, CORVIPRI y REDEPAZ.
Desde el planteamiento de la Gobernación se empezaron entonces a desarrollar diferentes Asambleas Constituyentes: Los procesos de Tarquí y la Argentina fueron los dos primeros que se conformaron en el 2004, luego en el 2005 Tesalia y Rivera entre otros y ya para el 2007 el departamento contaba con 17 procesos.
El apoyo por parte de la Gobernación y las ONG’S contratadas para tal efecto se dio esencialmente en lo relativo al proceso de capacitación en derechos humanos, participación ciudadana y equidad de género, a su vez la Gobernación destinó recursos para la instalación de estos procesos. La ayuda de la Gobernación de Huila fue tal que Rodrigo Villaba Mosquera fue condecorado como “El Gobernador de las constituyentes” en el Encuentro Nacional de Procesos Constituyentes que se desarrolló en San Agustín, Huila, en Septiembre de 2007. (Redepaz, septiembre de 2007)
El apoyo concreto de las alcaldías municipales en el marco de la propuesta de la Gobernación del Huila, va desde la aceptación de su objetivo, el impulso del mismo, el apoyo en recursos hasta el préstamo de espacios para que se desarrollen sus actividades, este es el caso de la Constituyente de la Argentina11, en donde la Alcaldía le asignó una oficina en la Casa de la Cultura y espacios donde llevar a cabo los foros, etc (PNUD, 2008, p.9).
La Asamblea de Tarquí, por vía de ejemplificación se desarrolló gracias a los esfuerzos de la Alcaldía, en donde Víctor Tovar, alcalde del municipio fue su principal promotor. En ésta, las relaciones de la Asamblea Constituyente con la administración local son tan estrechas que dentro de los delegados de la Asamblea, entran por “derecho propio”, el Alcalde, Concejales, el Personero y los presidentes de la Junta de Acción Comunal. (El Tiempo, 3 de julio de 2004)
B.Los poderes estatales locales y poderes tradicionales locales.
Otro escenario posible son aquellas Asambleas Constituyentes que se desarrollaron de manera aislada en la medida en que no responden a un programa planteado desde la Gobernación sino que fueron impulsadas por los poderes estatales y tradicionales locales del mismo municipio.
El departamento de Santander, es el cuarto departamento que cuenta con un mayor número de Asambleas Constituyentes luego de Huila, Antioquia y Valle del Cauca. En este escenario santandereano, ha participado en el nivel local otro actor: la diócesis de San Gil- Socorro. En este sentido algunos párrocos impulsaron el proceso constituyente.
Es de especial importancia la experiencia de Mogotes (Santander) en 1997, pues fue ésta la primera experiencia de Asamblea Constituyente que se surtió en el país. En este evento, la Iglesia católica a través de la SEPAS12 de la diócesis San-Gil Socorro llevaron a cabo un proceso de convocatoria “como medio para generar cultura ciudadana y la democratización de las instituciones públicas e instancias de representación política”. (CINEP, variable participación, 2008, p.25).
En el caso santandereano también se puede nombrar la Asamblea del Olival impulsada a su vez por la parroquia, lo que se hace evidente en su mismo nombre “Asamblea parroquial comunitaria del Olival” (CINEP, 2007, mapeo. P. 27)
La presencia de la Iglesia, sin duda alguna no se ha dado exclusivamente en Santander, en Micohamudo y Tisquiso (Bolívar) se dio un acompañamiento de la diócesis de Maguangué y la Parroquia del Santísimo Cristo (CINEP p. 8 participación); en Nátaga y Guadalupe (Huila) se dio a su vez un acompañamiento de la Iglesia a través de la diócesis, en el desarrollo de la constituyente.
Ahora bien en el resto del país las Asambleas Constituyentes Municipales están dispersas en regiones como la Costa Atlántica, el Centro y suroriente del país particularmente Caquetá. (CINEP, 2007, variable, p.11)
En estas Asambleas se observa a su vez la colaboración de entidades estatales y de la iglesia en el proceso de constitución y desarrollo de las Asambleas Constituyentes.
El caso de la Asamblea de Catatumbo Paz y desarrollo (Norte de Santander) en el municipio de Tibú, es un ejemplo de ello. (Federación Colombiana de Municipios, 07 de julio de 2003). Esta Asamblea fue apoyada y convocada por Ecopetrol13, la Alcaldía y la prelatura de Tibú, en abril de 1997. Se creó como espacio de concertación entre organizaciones privadas y públicas, como forma de desarrollo local incluyente y especialmente como medio de responder al grave problema de conflicto armado en la zona14. La Asamblea se ha mantenido en marcha y para su funcionamiento requiere de $12 millones al año. Las entidades estatales a nivel local han jugado un papel importante en este sentido, ya que la Asamblea cubre sus recursos con aportes realizados por las entidades que conforman el Comité Directivo de la Asamblea, éstas son: La diócesis de Tibú, Ecopetrol, la Alcaldía de Tibú, la Fundación Catatumbo y la Regional Tibú de la Universidad Francisco de Paula Santander. (Chaín, 2002, p.3)
Las relaciones de colaboración de los poderes locales en el caso de Tibú se hacen evidentes en la medida en que no sólo impulsaron la creación de ésta sino que destinan recursos para su desarrollo y conforman además la mesa directiva de la organización lo que es muestra de las estrechas relaciones de la organización con los poderes locales como la iglesia y la alcaldía.
C.El acompañamiento de las ONG’S
Por último, vale la pena anotar el papel jugado por un último tipo de actores que han tenido un rol preponderante en el proceso de evolución o involución de las Asambleas Constituyentes, en la medida en que son “colaboradoras del proceso”. Este es el caso de las ONG’S que siempre han estado presentes y han acompañado el proceso de desarrollo de las diferentes Asambleas Constituyentes Municipales.
En el marco de las propuestas que se realizaron desde la Gobernación, se puede nombrar la colaboración de las siguientes ONG’s :
En el Huila, la Gobernación contrata a las ONG’s HUIPAZ, REDEPAZ y CORVIPRI para que realicen una labor de acompañamiento del proceso, gestionen la organización de la ciudadanía en torno a las diferentes Asambleas y generen espacios de formación política y democrática de los habitantes.
En Antioquia, específicamente en el Oriente Antioqueño, ha sido de especial importancia el acompañamiento de las ONG’S REDEPAZ, CONCIUDADNÍA e IPC (Instituto Popular de Capacitación) en donde a su vez prestan una labor de acompañamiento, formación y organización. (CONCIUDADANÍA. Entrevista realizada por Barreto, R.F.,y Díaz, M.A., Medellín. 9 de octubre de 2008).
En la Constituyente del Valle de Cauca, la presencia de las ONG’s no ha sido muy notoria, particularmente porque los jóvenes de la Constituyente rechazaron la intervención de REDEPAZ en la medida en que ésta no conocía el desarrollo histórico, cultural y político del proceso. En este sentido, los propios integrantes junto a la colaboración de la Secretaría de Gobierno aseguran la permanencia de la Constituyente, junto a la ayuda económica de un actor internacional: la Organización de Cooperación Española (HAROLD ZULUAGA. Coordinador de Juventud en la Secretaría departamental de desarrollo Social. Entrevista realizada por Guarnizo Pulido, Nicolás).
En cuanto a los procesos que se desarrollaron bajo la iniciativa de las administraciones municipales y la iglesia encontramos las siguientes:
En Catatumbo, se encuentra la ONG Fundación Corona y Fundación Catatumbo, en Tarso tuvieron un importante papel la Fundación Nuevo Arco Iris y Redepaz.
En Mogotes, por último REDEPAZ tuvo un papel importante, a pesar de que su ayuda se vino a concretar un año después del surgimiento de la Asamblea en el municipio. Su labor de colaboración supuso asesoría y capacitación, acompañamiento en las sesiones de la Asamblea, lanzó a su vez desde el municipio el proyecto de cien municipios de paz, en donde Mogotes fue el primero de ellos. (Marulanda García, David.2003, p.8)
A nivel nacional, ha sido importante la labor de REDEPAZ en el marco de la articulación de los diferentes procesos , ello es claro si se observa su gestión en los diferentes Encuentros Nacionales en donde se ha logrado convocar y reunir representantes de las diferentes Asambleas Constituyentes del país, para debatir problemáticas comunes: Entre éstos se pueden señalar los Encuentros de Mogotes (Santander) en el 2004, de Tarqui (Huila) en el 2005, Sandoná (Nariño) en el 2006, San Agustín (Huila) en el 2007 y el de Medellín (Antioquia) en Noviembre del 2008. (Pontificia Universidad Javeriana, [PUJ] 23 de Mayo de 2005, p.13).
En suma, la labor de las ONG’s en este proceso ha sido esencial, sin embargo se han desarrollado relaciones tan estrechas entre éstas y las Asambleas Constituyentes, a tal punto que se han construido vínculos de dependencia de forma que cuando las ONG’S dejan de apoyar el proceso, las Asambleas se encuentran en dificultades para continuar. Esto ha sido identificado por el CINEP como la persistencia del “paternalismo” en el desarrollo de las Asambleas, pues difícilmente pueden generar sus propias dinámicas internas y lograr su propia sostenibilidad económica. (CINEP, 2007, dinámicas de Poder, p. 45)
D.Conclusiones:
Las relaciones de colaboración de los poderes locales hacia las Asambleas Constituyentes son múltiples y el funcionamiento de éstas en gran medida responde a su apoyo, a tal punto que se generan fuertes lazos de dependencia entre las Asambleas y los poderes locales, lo que en muchas ocasiones supone que el debilitamiento de estas relaciones perjudique o bien genere la muerte del proceso constituyente.
Esto fue lo que ocurrió con la Asamblea de Mogotes, la cual en un principio fue impulsada fuertemente por las diócesis de San Gil- Socorro, pero luego el proceso se detuvo porque el apoyo de la Iglesia no continuó, de forma que se declaró la muerte simbólica de la Asamblea (Cinep, 2007, dinámicas de poder, p. 13)
Este fenómeno reafirma la tesis de Archila Neira según la cual, los movimientos sociales en América Latina, a diferencia de los movimientos europeos, difícilmente pueden gozar de autonomía frente al Estado, ello porque la precaria existencia de la sociedad civil y el papel central del Estado, hacen que desde el principio la acción social se politice. Así pues, la politización de la acción colectiva le impone un reto adicional consistente en la lucha por la autonomía ante el Estado y el sistema político. (Neira Archila, 1998, p. 44). Esta afirmación es válida para el caso de las Asambleas Constituyentes, sin embargo esa autonomía no debe entenderse en términos de oposición o aislamiento tajante frente al Estado, sino que implica más bien una autonomía que permita que los programas de acción de las Asambleas Constituyentes continúen independientemente del aval del alcalde o párroco de turno.
Sin embargo debe señalarse cómo las relaciones entre Asamblea y poderes locales no se dan en un solo sentido, es decir la única relación de poder no se da exclusivamente desde el poder local hacia la Asamblea Constituyente. Ello es claro si se observa como las Asambleas Constituyentes otorgan legitimidad 15 a los poderes locales y por ello el apoyo del poder local, supone entre otras razones generar mayor credibilidad, legitimizar las instituciones públicas y democratizarlas. En este sentido, asegura uno de los asambleístas de Tesalia, Huila, “con las Asambleas Constituyentes, las alcaldías ganan credibilidad y una filosofía única de trabajo, pues no es igual trabajar con 400 personas que con 4000”. (PNUD, 2008, p. 18).
En este marco, se observa cómo las Asambleas Constituyentes ejercen su poder al exigir a los candidatos de la Alcaldía la firma de pactos de gobernabilidad, medio para asegurar que los candidatos incluyan en sus programas de gobierno las propuestas de las Asambleas. Este es el caso de las Asambleas del Huila, en el marco de las elecciones de 2007, en donde las Asambleas de la Argentina, Rivera y Tesalia, luego de realizar la visita a las veredas e identificar las necesidades prioritarias de sus municipios; es decir de desarrollar una propuesta general de plan de gobierno; realizaron varios foros, entre ellos el de los candidatos a la Alcaldía para las elecciones de octubre de 2007, con quienes firmaron pactos de gobernabilidad, en los cuales los candidatos se comprometieron a incluir propuestas de las Asambleas en sus planes de gobierno. (PNUD, septiembre de 2008, P.9,)
De forma que se puede observar por ejemplo, cómo en el caso de Tesalia, queda consagrado en el Plan de Desarrollo del Alcalde Mario Cabrera Mañozca electo para el periodo (2004-2007) en el apartado de “Desarrollo institucional y modernización del Estado” los siguientes objetivos: “apoyar la Asamblea Municipal Constituyente y velar por que ésta sea proactiva, plural, objetiva y responsable” (Plan de desarrollo municipal, 2004, p.84)
Es aún más evidente la relación de poder de las Asambleas hacia los poderes locales, cuando son éstas mismas quienes definen el perfil de los miembros de la administración local que requiere el Municipio, es el caso de Mogotes, Santander en donde la Asamblea llegó incluso a elegir Alcaldes y representantes al Concejo, “ello ratificó la posibilidad que tiene el constituyente primario [el pueblo] de ejercer la soberanía popular”. (CINEP, 2007, Variable participación, p.47)
En este sentido, se entienden las relaciones de colaboración entre las Asambleas Constituyentes y los poderes locales como relaciones recíprocas, ello porque no se dan en un único sentido (poder local hacia Asamblea) sino que se dan en los dos sentidos: por un lado la administración municipal o la Iglesia brinda apoyo al desarrollo del proceso, pero por otro lado la Asamblea exige a la administración la firma de pactos de gobernabilidad, llega en ciertos casos a elegir los alcaldes que respondan al perfil requerido por la Asamblea y lo más importante dota de legitimidad el actuar del gobierno.
PARTE TRES: RELACIONES DE TENSION.
Por último, cabría analizar las relaciones de tensión que se desarrollan entre las Asambleas Constituyentes y los poderes locales, pues es claro que las relaciones que se tejen entre estos dos entes no se reducen a la colaboración recíproca.
Las relaciones de tensión se dan con todos los poderes enunciados anteriormente: iglesia, administración municipal, actores armados e incluso puede hacerse una breve mención relativa a los partidos políticos.
A.Actores armados
En un primer momento, uno de los poderes a nivel local que generan mayores obstáculos al desarrollo de las Asambleas Constituyentes son los grupos al margen de la ley, es decir las FARC, ELN y AUC esencialmente. En este escenario, juegan a su vez un papel importante las Fuerzas Armadas de Colombia (FAC), pues éstas buscan hacer presencia en municipios en donde precisamente los actores armados ilegales tienen injerencia, intentando en este sentido controlar el orden público. Por ello nos referimos en este subtítulo a “los actores armados”, incluyendo en éstos no sólo los grupos armados ilegales, sino también a la fuerza armada legal, es decir las FAC (Fuerzas Armadas de Colombia) como poderes que generan importantes obstáculos al desarrollo de las Asambleas Constituyentes pero que a su vez se han constituido irónicamente en el factor esencial de surgimiento y consolidación de este espacio, en la medida en que muchas Asambleas han surgido como mecanismos de mediación del conflicto armado en sus respectivos municipios.
En Colombia, varias Asambleas Constituyentes se han constituido como medio de resistencia frente a la violencia de los grupos al margen de la ley y como espacio de diálogo y conciliación de forma que se inicie un proceso de paz en cada uno de los municipios. Ejemplo de este tipo de escenarios son los casos de la Asamblea de Mogotes, Tibú Catatumbo, Aguachica y Micohaumado16, entre otros ejemplos.
En el marco del caso de Mogotes, como ya lo habíamos anunciado anteriormente, la Asamblea Constituyente responde a la ola de violencia que se venía viviendo en el municipio y en especial debido al secuestro del Alcalde Doryam Geovanny Rodríguez y la toma del municipio por parte del ELN el 11 de diciembre de 1997. Frente a esta situación la comunidad junto al apoyo de SEPAS, llevan a cabo una serie de marchas, protestas, vigilias como forma de resistir a las tomas guerrilleras que se venía realizando en el municipio.
Inicialmente sus líderes fueron amenazados por los actores armados, entre ellos fue amenazado Monseñor Leonardo Gómez Serna y se pensó incluso en desplazar a algunos de sus líderes a otras zonas del país. (FAJARDO, 16.03.2006) El problema se vino a agudizar aún más cuando el Ejército Nacional (FAC) comunicó su desconfianza frente al proceso de la Constituyente, al afirmar que estaba siendo invadida y manipulada por la guerrilla, de forma que quien estaba en el proceso era prácticamente un guerrillero. Ello generó desconfianza y temor en el proceso, en la medida en que los miembros de la Constituyente se encontraban entre las amenazas de la guerrilla y el Ejército Nacional. En efecto, el 28 de abril de 1998, el comandante de la Segunda División del Ejército (con sede en Bucaramanga) el mayor General Fernando Roa Cuervo, lanzó una voz de alerta a los habitantes santandereanos manifestando que la Asamblea había sido manipulada por el ELN, el cual conducía el proceso. El comandante asemejó el proceso de Mogotes con el de Yondó (Antioquia), en donde era “sabida cuenta la influencia guerrillera sin disparar un solo tiro”. (Villamir, 2005, p.45) De ello se derivaron entonces detenciones de delegados constituyentes e intervenciones en el proceso, por parte de las FAC.
En aras de garantizar el éxito del proceso, los miembros de la Asamblea “contactaron al ELN, a las FARC, a las AUC y al Ejército Nacional (FAC) para explicarles su proceso y exigirles que lo respetaran, cosa que lograron paulatinamente“(El Tiempo, 11 de junio del 2000)
Otro caso relevante es el de Aguachica (César), zona disputada por las AUC y las FARC. En este municipio, las acciones de la Asamblea han estado encaminadas a exigir el respeto del territorio, la inclusión social y la construcción de paz.
En efecto en Aguachica se presentan altos índices de violación a los Derechos Humanos por parte de los actores del conflicto, especialmente la extrema derecha a través de las “Águilas Negras”17 quienes utilizan ese territorio como lugar estratégico para la movilización de la coca que se produce en sus alrededores y en el sur de Bolívar. (Mantilla, Beatriz Helena, 07/30/2007).
Frente a esta situación de asedio de los grupos al margen de la ley, surge la idea de crear la Asamblea Constituyente. Para ello trabajan “en visitas de casa a casa, reuniones y perifoneo para tratar de concientizar a los moradores de la importancia de lograr este objetivo”. La Asamblea fue instalada entonces el 15 de septiembre de 2007, y por su corto tiempo, no se tienen aún evaluaciones de sus resultados. (Rosado, 2007)
Por último podría hacerse alusión al caso de Tibú, Catatumbo. Este municipio ubicado en la parte nororiental colombiana, se caracteriza por ser una zona de bosque húmedo tropical y lugar de asentamiento de la comunidad indígena Bari. Sin embargo a pesar de su belleza paisajística y riqueza natural, para algunos Tibú y el Catatumbo, es un infierno, pues “allí se ha debilitado a los Barí casi hasta exterminarlos” (Fundación Corona, marzo 2003 p. 2)
En la zona empezaron a llegar grupos al margen de la ley desde 1970. En 1970 aparecen las FARC y en 1999 las AUC. Cada grupo armado ha impuesto sus condiciones, a costa de vidas, desplazamientos y masacres. Las Fuerzas Armadas por su parte, han jugado a su vez un papel en el marco de las violaciones a los derechos humanos en Catatumbo, en donde se ha registrado el asesinato y detención de varios líderes campesinos bajo el supuesto de que son líderes guerrilleros y que han muerto en supuestas confrontaciones armadas18.
Adicionalmente en 1993, apareció en la zona el cultivo de Coca lo que vino a problematizar aun más la situación pues aumentó la presencia armada y además apareció en la zona el narcotráfico. Con ello se aumentó el número de muertes, desplazamientos forzados, en efecto Tibú generó el 53,7% de las familias desplazadas del Norte de Santander en el 2001.
En este contexto de violencia y conflicto armado se planteó la posibilidad de la Asamblea Constituyente como forma de superar la difícil situación que vivía el municipio. Esta fue convocada por la Alcaldía, Ecopetrol y la prelatura de Tibú e instalada en 1997. Se trata pues de una Constituyente que se reúne cada mes y en la que tienen cabida todos aquellos que quieran participar. La Asamblea ha sido a lo largo de seis años el único espacio en donde organizaciones públicas, privadas y comunitarias se han encontrado con regularidad a conversar y concertar el desarrollo de la región. (Fundación Corona, mazo de 2003, p.3)
Sin embargo, la fuerza que tomó la Asamblea se vio debilitada en 1999 con la entrada de las AUC al municipio: “las personas tuvieron temor y se guardaron en sus casas evitando reuniones o estando por ahí expuestos a la muerte”. Muchos creyeron que la Asamblea moriría porque llegaron a presentarse reuniones de sólo 2 personas (Fundación Corona, marzo de 2003, p 4)
A lo largo de 5 meses después de la llegada de las AUC a la zona, se presentaron 5 masacres que generaron más de setenta personas muertas y desplazamientos. (Cabrera, Ariel, 30 de octubre de 2007).
En este contexto el Comité Directivo utilizó la Asamblea como medio de denuncia de la violencia que se desarrollaba en la zona, reviviendo en este sentido el trabajo que se había coartado en la zona por la entrada del grupo armado. La Asamblea en efecto renació fortalecida después de esta experiencia funesta pues demostró su fuerza en el momento más crítico. Se convirtió el escenario en donde se construyó el plan de desarrollo del año 2000 y se comprometió a los alcaldes de Tibú con lo decidido en el marco de la Asamblea.
En suma, ciertas Asambleas se encontraron inmersas en relaciones de poder y violencia derivadas de la presencia de grupos armados en la zona. Dentro de este escenario podemos nombrar tres casos específicos: Mogotes (Santander), Aguachica (Cesar) y Tibú Catatumbo (Norte de Santander) como ejemplificación de la incursión de los grupos armados en las zonas, de forma que su presencia fue el detonante del surgimiento de la Asamblea Constituyente.
A su vez, como ocurrió en el caso de Tibú, la incursión de un grupo armado durante la vigencia de la Asamblea mermó transitoriamente su impulso, pero fue a la vez un factor que supuso incluso la renovación de la Asamblea. En este sentido, el conflicto armado se construye como “el mal o el problema común” frente al cual deben luchar las comunidades, lo que supone el factor detonante e incluso la renovación de las Asambleas y por ello genera la cohesión de los habitantes del municipio en torno a un objetivo común.
B.Poderes locales estatales y “tradicionales”.
En un segundo aspecto, las Asambleas Constituyentes también están inmersas en relaciones de tensión con las mismas administraciones locales, la iglesia e incluso los partidos políticos. En este marco se pueden nombrar al menos tres escenarios de tensiones. Para ello se utilizan tres tipos de análisis: el sincrónico, el diacrónico y el conceptual.
La reflexión sincrónica supone el análisis de un escenario en determinado momento de la historia pero realizando una comparación entre distintos niveles o ámbitos19. En este caso, se analiza la comparación entre dos niveles: la Gobernación y la Administración municipal, en un marco temporal determinado.
Por su parte el análisis diacrónico analiza una determinada situación pero a lo largo del tiempo20: Ello supone el análisis de la relación de una Asamblea con un poder local determinado a lo largo del tiempo.
1.Análisis sincrónico: Contradicción Gobernación-Alcaldía en torno al tema de las Asambleas.
Con relación a las Asambleas que se desarrollan en el marco de los programas de impulso de las Gobernaciones, no todas las administraciones locales estaban dispuestas a desarrollar el proyecto de Asambleas Constituyentes en su municipio, especialmente porque las Alcaldías reclamaban su autonomía.
Este es el caso del proceso constituyente del Valle del Cauca, en donde la propuesta a nivel departamental fue difícil de articular a nivel municipal. En este sentido se expresa Iguera en una entrevista realizada por el CINEP “ La Gobernación no puede obligarlos a que los reconozca a ustedes (se refiere a la Constituyente social como espacio de intervención política), eso fue una propuesta política que lanzó el Gobernador para las políticas departamentales, pero eso no compromete a los municipios, porque los municipios son autónomos también en sus decisiones políticas, hay alcaldes que si reconocen las Constituyentes, pero hay otros que no, no le apuestan a eso porque tienen el CONCEJO MUNCIPAL”. (CINEP, 2007, dinámicas de poder. P.30)
De forma que se da una contradicción entre la propuesta de la Gobernación y la Alcaldía, pues mientras que la Gobernación impulsa el proceso de las Asambleas, el nivel municipal muchas veces no quiere desarrollarlo por varias razones, entre otras porque consideran que la Asamblea supone una duplicidad de funciones en la medida en que el Concejo Municipal cumple la función de representación de la sociedad, de forma que se hace innecesario el funcionamiento de una organización como ésta.
Otro ejemplo puede ser el de Guadalupe, Huila en donde el fracaso de la Asamblea Municipal Constituyente no se dio por la negativa del Alcalde en el desarrollo de este proceso, sino porque ya se llevaba en el municipio un proceso de participación ciudadana propio, denominado Guadalupe 20/20.
Guadalupe es un municipio ubicado en el sur occidente del departamento del Huila. En el Huila, como habíamos enunciado anteriormente, se impulsó en el marco de la Gobernación de Rodrigo Villalba Mosquera, la difusión de las Asambleas Constituyentes a nivel municipal. Para estos efectos, la Gobernación contrata a Redepaz21 y Huipaz22 para instaurar y acompañar este proceso.
Es en este contexto que se instaura en Guadalupe la Asamblea Comunitaria Constituyente, posteriormente denominada Asociación Constituyente Guadalupana en el 2006. Como mecanismo de implantación del proceso, las ONG’s (Huipaz y Redepaz), dictan un diplomado en derechos Humanos y democracia participativa para consolidar el proceso sin embargo “la Asamblea duró lo que duró el diplomado, cuando el diplomado se acabó, se acabó la Asamblea” (Entrevista con Armando Cano, 2008). En este mismo marco dice la hermana Elizabeth Delval, “los de Huipaz y Redepaz vinieron e instalaron la constituyente, se fueron y hasta ahí llegó el proceso” (Entrevista con la hermana Elizabeth de Vidal, octubre de 2008).
Paralelo a este proceso, se venía desarrollando tiempo atrás, desde el 2004, un proceso de democracia participativa denominado Guadalupe 20/20 que surge de la misma iniciativa de la comunidad y que resulta del mismo contexto histórico, político y cultural del municipio a la vez que busca responder a la necesidades propias.
En este sentido los promotores y simpatizantes del proceso Guadalupe 20/20, impulsado por la Fundación San Juan Diego, no ven la necesidad de la instalación de una Asamblea Constituyente, pues el Proceso Guadalupano busca exactamente los mismos objetivos y es un proceso que es de gran acogida en el municipio y que ya se viene difundiendo desde el 2004. (Entrevista con Rosa Inés Floriano, octubre de 2008).
Otros, como es el caso de Reinerio Ochoa plantean por el contrario que la Asamblea Constituyente no se implantó en Guadalupe por que “la comunidad todavía está muy verde para un proceso como éste, pues para el desarrollo de un proceso como éste se requiere de mucha organización y preparación y acá a la gente no le gusta leer, ni estudiar” (Entrevista con Reinerio ochoa, octubre 2008).
En suma, en el caso de Guadalupe si bien en el marco de la Gobernación del Huila se plantea la difusión de la Asamblea Constituyente, la materialización en el municipio no se da, pero no por razones de tensiones con los poderes locales sino por otros factores que vienen a jugar como la existencia de un proceso participativo surgido de la coyuntura histórica, cultural y económica del municipio y la ausencia del apoyo por parte de las ONG’s que en un inicio buscaron difundir el proceso.
En suma, si bien es cierto que desde el marco de la Gobernación se planteó el proyecto de difusión de las Asambleas Constituyentes, generalmente gracias al acompañamiento de las ONG’S, como fue en el caso de Antioquia, Valle del Cauca, Huila y recientemente Santander23, ello no es suficiente para que en la realidad se desarrollen las Asambleas a nivel municipal. Otros factores vienen a jugar en el proceso de difusión al nivel municipal: la hostilidad por parte de algunos alcaldes o incluso la existencia de otros procesos con objetivos similares e incluso el retiro del acompañamiento de las ONG’S en el proceso.
2.Análisis diacrónico: apoyo y abandono de los poderes locales en el proceso de la constituyente.
Por otro lado se puede analizar la cuestión desde un punto de vista sincrónico, es decir analizar las relaciones de tensión que se generan en una asamblea a lo largo del tiempo con un poder local determinado.
En efecto en algunas situaciones puede suceder que una Asamblea surja y se desarrolle gracias al apoyo de un poder local, pero que luego se debilite debido al abandono de este mismo poder local, debido al cambio de alcalde, sacerdote, etc., en el municipio.
Ello muestra hasta qué punto son estrechas las relaciones de dependencia de las Asambleas con otros poderes, de forma que estos procesos resultan muy vulnerables a los cambios de gobierno o de párrocos.
Este es pues el caso de Mogotes, en donde la diócesis del Socorro y San Gil, encabezada por el obispo Monseñor Jorge Leonardo Gómez Serna esencialmente animó el proceso. Esta iniciativa junto a la agrupación de representantes de las organizaciones sociales, el movimiento regional cooperativo y organizaciones populares, más otros representantes de grupos eclesiales, sacerdotales e instituciones clásicas iniciaron conversaciones para ver cómo reaccionar ante el hecho violento que sacudió su comunidad, creando una comisión de trabajo que en Abril de 1998 decidió junto a la comunidad constituirse en Asamblea Municipal Constituyente de Mogotes. Su principal objetivo era “derrotar la corrupción causante de la violencia que ha azotado al municipio con la peor de las armas, la pobreza”. (Fajardo/ 16.03.2006)
Los apoyos recibidos para desarrollar esas prácticas fueron en el orden formativo y económico por parte de la SEPAS, encabezados por la impulsión e iniciativa del obispo Jorge Leonardo Gómez Serna y el párroco Joakin Mayorca. El proceso fue exitoso durante largo tiempo sin embargo, cuando se ordena el traslado de estos dos eclesiásticos, se instalan en el municipio sacerdotes no simpatizantes con el proceso. En efecto en la semana Santa del 2003, “en el sermón de las Siete Palabras el recién llegado párroco arremetió en contra de la Asamblea, acusándola de desordenar el pueblo, de ser una organización negativa para la vida del municipio e incluso los acusó de algunos hechos violentos y los instó a no participar en ella”. (Villamir, 2005, página p.93). A su vez trasladaron al obispo Gómez Serna y lo reemplazaron por uno mucho más conservador llamado Ismael Rueda Sierra, sucesos que tuvieron sus impactos en el desarrollo de la Asamblea, pues ésta desde aquel momento comenzó a decaer.
3.Análisis conceptual: Participación ciudadana vs plataforma política.
Otro tipo de tensiones se generaron en las Asambleas Constituyentes con relación a otros poderes, en la medida en que se presentaron concepciones a veces contradictorias de la noción de la Asamblea Constituyente.
Si bien la Asamblea está teóricamente formulada como mecanismo de participación ciudadana, algunos de sus miembros e incluso actores externos la han restringido a un simple mecanismo de plataforma política.
En efecto, el objetivo esencial de la Asamblea Constituyente es la participación ciudadana, es decir generar espacios de participación que tienen como objetivo facilitar la concertación y mediación social y política, en donde los habitantes de cada comunidad se involucren en los asuntos públicos de la misma (CINEP, 2007, pag.5). Este escenario busca precisamente que los partidismos políticos en un principio irreconciliables, se diluyan en las aspiraciones comunes del desarrollo del municipio.
En este marco, muchos líderes que fueron formados en las Asambleas Constituyentes la utilizaron de plataforma política para lanzarse de Alcalde o de miembro del Concejo Municipal y luego le dieron la espalda a la constituyente: “Para la muestra un botón porque se acuerda el delegado que se preparó en SEPAS y nosotros pensando cómo es un bachiller ese es el que puntea la Asamblea Constituyente y a la hora de la verdad …..se capacitó subió al concejo y volteó la espalda y era el enemigo número uno de la Asamblea Constituyente, imagínese! (CINEP, dinámicas de poder página 30)
En este misma idea, declaran los mismos asambleístas que las elecciones y las campañas electorales crean consecuencias negativas para las Asambleas pues se generan partidismos irreconciliables en el seno de la Asambleas (CINEP, 2007, dinámicas de poder, p.48).
De forma que los partidos políticos pueden ser a su vez otro poder que genera consecuencias negativas en las Asambleas. Este es el caso de Mogotes, por vía de ejemplificación en donde los políticos trataban de vincularse a la Asamblea pero entraban constantemente en contradicción porque los partidos tradicionales veían en ella una amenaza electoral, ellos creían que la Asamblea podía convertirse en un “movimiento político partidista” que afectaría los resultados electorales. En este sentido la tradición de gamonalismo y la cultura del cacique político en el que se encontraban muchos de los municipios fueron uno de los principales obstáculos de la Asamblea. (Villamir, 2005, p. 53)
A MODO DE CONCLUSIÓN:
A manera de conclusión puede observarse cómo el proceso de las Asambleas Constituyentes a nivel local no se desarrolla de manera autónoma y aislada. Por el contrario en este proceso, las Asambleas Constituyentes entran en constante relación con otros poderes locales, sean éstas relaciones de colaboración o bien relaciones de tensión. Estos poderes locales son esencialmente el Estado, expresado en el nivel local por medio de las Alcaldías o Concejos municipales o incluso entidades descentralizadas como Ecopetrol en el caso de Tibú Catatumbo; la Iglesia que en el nivel local se expresa por medio de la diócesis y los párrocos, y finalmente los actores armados: FARC, ELN, AUC y FAC.
Las relaciones de colaboración tienen numerosas manifestaciones pero son “recíprocas” en la medida en que no se dan en un solo sentido: si bien los poderes locales como Iglesia y Alcaldía posibilitan en muchas ocasiones la instalación, desarrollo y consolidación de las Asambleas, las Asambleas a su vez exigen el respeto de los procesos por parte de los poderes locales, firmando pactos de gobernabilidad, y llegando incluso a definir el perfil del Alcalde deseado en el municipio como ocurrió en Mogotes, Santander.
Por otro lado las relaciones de tensión, se analizan desde tres escenarios: sincronía, diacronía y análisis conceptual, e involucran a las mismas administraciones locales e iglesia y particularmente a los actores armados, (AUC, ELN, FARC y FAC).
Ello es muestra entonces de que las relaciones que se desarrollan entre estos actores son esencialmente relaciones de poder y no se dan en un único sentido, ni son de un solo tipo. En este sentido dice Foucault, que las relaciones de poder están imbricadas en diferentes tipos de relación donde juegan un papel a la vez “condicionante” y a la vez “condicionado”, dichas relaciones no obedecen a un sólo sentido de prohibición o castigo sino que son multiformes, que dichas relaciones no parten de una estructura binaria de poder “dominantes” y “dominados” sino más bien una producción multiforme de relaciones de dominación (Foucault, 1992,p.170).
Ello permite entender por ejemplo que por un lado las Asambleas Constituyentes necesiten de los poderes locales para su desarrollo desde el punto de vista de los recursos económicos, capacitación, etc, pero al mismo tiempo las administraciones locales requieren las Asambleas para ser legitimadas. Ello es muestra de que el poder no se ejerce de forma horizontal sino difusa y que la Asamblea no se desarrolla de forma autónoma sino que está inmersa en una red compleja en donde se surten diferentes relaciones de poder.
En suma, las Asambleas en su proceso de surgimiento, desarrollo y consolidación interactúan con otros poderes, que posibilitan o bien imposibilitan su proceso y en donde éstas juegan a la vez el papel de condicionadas, pero también de condicionantes.
Todo este proceso pensado en términos de legitimidad permite entender a su vez cómo si bien no puede hablarse de un poder individual en estricto sentido sino de diferentes poderes que interactúan en el proceso de consolidación de las Asambleas Constituyentes, tampoco se puede hablar de una legitimidad individualmente considerada, sino de diferentes tipos de legitimidades que interactúan en un mismo territorio, muchas veces con discursos contradictorios. Ello porque todos estos poderes que interactúan con las Asambleas y las Asambleas mismas al ser poderes están sin duda fundamentadas en una cuota de legitimidad, lo que se ve reflejado y materializado en las relaciones de colaboración y especialmente de tensión que se surten entre ellas. El hecho de que éstas sean “condicionadas” pero a la vez “condicionantes” da cuenta de la legitimidad que poseen, pero a su vez los choques que tienen con otros poderes a su vez legítimos.
En este sentido asegura el IRG como en Colombia, operan múltiples formas de legitimidades de forma que se supera la usual noción de la legitimidad institucional (la legitimidad el Estado como producto del consenso de sus ciudadanos), dada por una visión estrictamente jurídica y se asumen y aceptan nuevos tipos de legitimidades que vienen a colaborar o incluso a disputar la legitimidad del Estado, como por ejemplo las legitimidades étnicas e incluso legitimidades prácticas24 para el caso de los actores armados en Colombia. (Bolívar, Johana Ingrid. Septiembre de 2006).
En este caso en particular la multiplicidad de actores que coexisten en un mismo municipio, y que por ende vienen a interactuar con las Asambleas, da cuenta de esa multiplicidad de legitimidades que operan a nivel municipal: legitimidades racionales legales (Estado), legitimidades tradicionales (Iglesia), legitimidades políticas (partidos políticos) y según lo propone Ingrid Bolívar “legitimidades prácticas” (actores armados).
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Entrevistas:
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Entrevista con Héctor Alfonso Vargas. Alcalde de Guadalupe, Huila. Octubre 17 de 2008.
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Entrevista con Armando Cano, Planeación nacional, Alcaldía Guadalupe, Huila. Octubre 17 de 2008.
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Entrevista con Jesús Hernán Rivera Garzón, Secretario de Gobierno y desarrollo comunitario. Alcaldía Guadalupe, Huila. Octubre 17 de 2008.
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Entrevista con Reinerio Ochoa. Expresidente Junta de Acción Comunal, Guadalupe, Huila. Octubre 17 de 2008.
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Entrevista con Sixto Tulio, Expresidente de la Junta de Acción Comunal. 18 de Octubre de 2008.
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Entrevista con los animadores del proceso Guadalupe 20/20, Huila. 17 de Octubre de 2008.
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Entrevista con Rosa Inés Floriano. Promotora del proceso Guadalupe 20/20, Huila. Octubre 18 de 2008.
-
Entrevista con la Hermana Elizabeth del Laval. Misionera guadalupana y promotora del proceso Guadalupe 20/20. Octubre 17 de 2008.
Notas de pie de página
1:Pactos de gobernabilidad hace referencia a ciertos acuerdos a los que han llegado las Asambleas Constituyentes y Administración o incluso candidatos a la Alcaldía, en donde éstos últimos se comprometen a respetar las decisiones de la Asamblea y a colaborar en su impulsión, como medio de dar carácter vinculante al trabajo realizado por las Asambleas en los diferentes niveles territoriales.
2:Las entidades territoriales en Colombia son: los departamentos, los municipios, los distritos y los territorios indígenas según el artículo 286 de la Constitución Política de Colombia.
3:En este artículo se establece que las entidades territoriales gozan de autonomía para la gestión de sus intereses y se enumera una lista de sus derechos, como por ejemplo “gobernarse por sus propias autoridades”.
4:En Colombia las entidades territoriales del nivel local son los municipios y los distritos. Los distritos son aquellas entidades territoriales que se destacan por razones de índole política, económica, turística, portuaria, histórica, comercial, etc. Existen 10 distritos en Colombia: Bogotá (Distrito capital), Barranquilla, Cartagena, Santa Marta, Tunja, Popayán, Cúcuta, Buenaventura, Turbo y Tumaco.
5:Según una encuesta realizada en el 2001 por El Tiempo, el 80% de la población se declara Católica o bien están registrados como tal (Informe anual sobre la libertad religiosa internacional, 2003)
6:La parroquia es la comunidad de fieles constituida de modo estable en la iglesia particular cuya pastoral bajo la autoridad del Obispo diocesano se encomienda a un párroco como pastor propio (Estructura de iglesia, 2008).
7:FARC (Fuerzas armadas revolucionarias de Colombia): Grupo guerrillero, que se origina en los años 60’s en Colombia, de tendencia marxista-leninista.
8:El ELN (Ejército de Liberación Nacional) es una organización guerrillera, ideológicamente de orientación marxista-leninista, fundada en 1966. Surge en el sur de Santander bajo la iniciativa de campesinos y líderes del movimiento estudiantil colombiano de la década de los 60’s. (El País, 08/04 de 1998)
9:Las AUC (Autodefensas Unidas de Colombia) denominadas también grupos paramilitares, son una serie de grupos ilegales que surgen en 1966 en Colombia y que tienen como objetivo principal doblegar, detener y erradicar la expansión de las guerrillas en Colombia. En esta medida se entienden como grupo contra-insurgente. (Rangel, 2005, p.14)
10:Poderes antagónicos en la medida en que se constituyen territorios contra-estatales (es decir aquellos en donde tiene presencia la guerrilla y en donde se busca derrocar los poderes estatales) y territorios para-estatales (es decir aquellos en donde tiene injerencia las AUC y cuyo objetivo esencial es doblegar la avanzada guerrillera, muchas veces como se ha comprobado actualmente, con el apoyo no oficial del Estado). (Rangel, 2005, p. 172)
11:Municipio de Colombia ubicado en el suroccidente del departamento del Huila.
12:Secretariado de Pastoral Social adscrito a la diócesis de Socorro y San Gil.
13:La presencia de Ecopetrol en la zona se explica por los importantes yacimientos de petróleo en el Catatumbo, tarea que se ha visto dificultada por la presencia de grupos armados en la zona.
14:Para profundizar en este tema ver: Díaz, María Angélica. (Octubre 2008) “Asambleas Constituyentes reflejo de la legitimidad de doble Vía”.
15:Para el caso de Micoahumado ver: Macías T, Catalina. (Septiembre de 2008) “Un acercamiento a las dinámicas del conflicto actual en Colombia y una reflexión a posibles soluciones alternativas: caso de Micoahumado, Bolívar”.
16:Grupo de organizaciones criminales cuyo surgimiento se registra en el 2006 en el Norte de Santander. Sus miembros en algunos casos formaron parte de la desmovilización de las Autodefensas (AUC), razón por la cual algunos las consideran la tercera generación de los grupos paramilitares. Sin embargo, no tienen vocación estrictamente contrainsurgente, pero sí están fuertemente vinculadas con los carteles de la droga y están envueltas en actividades ilícitas como el tráfico de drogas, la extorsión, el robo, los secuestros y el terrorismo. (Semana, ¿Qué son las Águilas Negras? 2007)
17:Ello se hace evidente en la polémica actual que se vive en Colombia de los denominados “falsos positivos” en donde en varias regiones del país se han denunciado casos en que el Ejército Nacional detiene y asesina campesinos y civiles con el argumento de que se trata de guerrilleros que murieron en combate. Esta situación se viene denunciando igualmente en Catatumbo. (International Peace Observatory. “El Ejército Nacional detiene injustificadamente a jóvenes campesinos en el Catatumbo” 3.04.08)
18:Como lo explica Ferdinand de Saussure: “la ley sincrónica da cuenta de un estado de cosas: es de la misma naturaleza que la que constataría que los árboles de un jardín están dispuestos al tresbolillo” (Saussure, 1998, p.132)
19:Saussure dice al respecto: “La diacronía supone, por el contrario un factor dinámico por el que se produce un efecto, por el que se ejecuta una cosa”. (Saussure, 1998, p. 132).
20:Redepaz, (Red nacional de iniciativas por la paz y contra la guerra) surgió en 1991, cuya misión principal es “ampliar y consolidar el movimiento social por la paz como iniciativa de poder ciudadano, con sentido político y ético para a refundación de Colombia” (Redepaz, enero de 2003).
21:Huipaz es un Corporación que se creó con el propósito de contribuir a la pacificación del Huila, Caquetá, Putumayo y el piedemonte amazónico, que busca canalizar recursos de origen internacional para hacer estudio de análisis del conflicto , estructura y coyuntura, al igual que para desarrollar proyectos de apoyo a comunidades afectadas por el desplazamiento. (Redepaz, febrero 2007).
22:El 2 de marzo de 2008, el Gobernador de Santander, Horacio Serpa Uribe, propuso la impulsión de la Constituyente Social de Santander, como experimento de participación popular, proyecto que fue instalado el 16 de marzo de 2008 en el Socorro y que será clausurada el 20 de julio de 2010, momento en el que se realizará la evaluación de sus logros en el departamento. (El Tiempo, 3 de marzo de 2008)
23:Ver Bolívar, Ingrid Jhoanna. (10 de septiembre de 2006). La legitimidad de los actores armados en Colombia.
- ¿Es legítima la participación en las Asambleas Constituyentes Territoriales de Colombia?
- Institucionalidad y procesos constituyentes departamentales
- Las Asambleas Constituyentes Locales como “condicionantes” y “condicionadas” de poderes estatales, tradicionales e ilegales.
- Acercamiento al proceso de legitimidad de las Asambleas Constituyentes Territoriales en Colombia desde la Teoría de la Acción
- Asamblea Provincial Constituyente del Oriente Antioqueño, una aproximación a la participación ciudadana.
- Una respuesta social al conflicto armado
- La doble fuente de legitimidad de las Asambleas Constituyentes en Colombia.
- Las Asambleas Constituyentes Territoriales en Colombia: una construcción de democracia “desde abajo”.
- El proceso Juvenil Constituyente en el Valle del Cauca y su articulación con el Gobierno Departamental.
- Asamblea Provincial Constituyente del Oriente Antioqueño, la persistencia de la Democracia Participativa
- FUENTES DE LEGITIMIDAD Y MECANISMOS DE ARTICULACION DE LAS ASAMBLEAS CONSTITUYENTES TERRITORIALES EN COLOMBIA