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El contexto nacional

El sistema de educación superior en México esta conformado por 10 subsistemas:

  • instituciones públicas federales

  • universidades públicas estatales

  • institutos tecnológicos públicos

  • universidades tecnológicas públicas

  • universidades politécnicas públicas

  • universidades públicas interculturales

  • instituciones para la formación de profesionales de la educación básica

  • instituciones particulares

  • centros públicos de investigación

  • otras instituciones públicas (Rubio, 2006)

El marco normativo de la educación superior nacional lo fija la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que, desde 1917, establece el derecho de todos los mexicanos a recibir educación por parte del Estado, de manera laica y gratuita. Sin embargo, a la educación que brinda el Estado se suma la que prestan las instituciones educativas privadas, sin fines de lucro y con fines de lucro, laicas y religiosas, facultadas por ley para ofertar educación en todos los niveles educativos. La responsabilidad de ofertar educación pública se distribuye entre la Federación, los Estados y los Municipios. En las últimas décadas, las políticas neoliberales favorecieron el desarrollo de las instituciones privadas de educación y fortalecieron el mercado educativo nacional. En la década de 1980, 83.9% de la matrícula en educación superior se concentraba en las instituciones públicas, en 2007 este porcentaje disminuyó a 66.6 %

Durante 2006, el sistema educativo de México atendió al 73% de la demanda en los diversos niveles. Pero mientras la educación media superior cubre el 58.6% de la población entre 16 y 18 años, la educación superior, por su parte, sólo incluye a uno de cada cuatro jóvenes entre 18 y 22 años: alcanzó una cobertura del 25.22% en 2006. La meta del gobierno es ampliar la cobertura de educación superior al 30% de los jóvenes entre 19 y 23 años de edad para 2012 (Plan Nacional de Desarrollo, 2007).

América Latina en la órbita de la Unión Europea

La Declaración de Bolonia tiene entre sus objetivos garantizar la capacidad de atracción del sistema europeo de enseñanza superior, como hemos visto antes. Ya en la Conferencia de Bergen, en 2005, se reconoció la necesidad de que el Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) se mantuviera abierto y beneficiara a las diferentes regiones del mundo. En 2007, en Londres, se adoptó una Estrategia para el espacio europeo de enseñanza superior en el contexto mundial (Bologna Process). Pero la dimensión exterior del Proceso de Bolonia ha sido objeto de atención constante, en diversos ámbitos, y no sólo en las diversas Conferencias que se han llevado a cabo como parte del mismo, como veremos a continuación.

En 1999, un año después de la Declaración de Bolonia, y ocho años antes que la Conferencia de Londres, se celebró en Río de Janeiro (Brasil), el 28 y 29 de junio, la I Cumbre de los Jefes de Estado y de Gobierno de América Latina, el Caribe y la Unión Europea (ALCUE). Su objetivo, a decir de los propios Jefes:

“(…) promover y desarrollar nuestras relaciones hacia una asociación estratégica birregional, basada en la profunda herencia cultural que nos une y en la riqueza y diversidad de nuestras respectivas expresiones culturales.” Para lograrlo definieron tres dimensiones estratégicas: diálogo político; relaciones económicas y financieras y cooperación en los ámbitos educativo, científico, tecnológico, cultural, humano y social.” Y establecieron:

“En el ámbito cultural, educativo, científico, tecnológico, social y humano La II reunión de Ministros de Educación de América Latina, el Caribe y la Unión Europea se celebró en la Ciudad de México, el 14 y 15 de abril de 2005. En la Declaración que emitieron los funcionarios afirmaron “Seguiremos construyendo el Espacio Común de Educación Superior ALCUE, en un Horizonte a 2015” y definieron las estrategias para lograrlo: la meta ahora es consolidar este espacio tan sólo cinco años después que la fecha límite para la construcción del Espacio Europeo de Educación Superior (EEUS). Por ello establecieron, para hacer realidad el Espacio Común de Educación Superior ALCUE, las características de dicho horizonte, este deberá caracterizarse por haber avanzado en los mecanismos y redes de cooperación e intercambio y contar con mecanismos de comparabilidad que hagan posible el reconocimiento de estudios, títulos y competencias con base en sistemas nacionales de evaluación y acreditación de programas educativos con reconocimiento mutuo; programas de movilidad; centros de estudio sobre la Unión Europea en América Latina y viceversa y fuentes de financiamiento para los programas (Reunión de Ministros).

Como podemos ver, la preocupación de la Unión Europea para fortalecer su influencia en América Latina ha acompañado al Proceso de Bolonia.

El proceso de creación del Espacio Común de Educación Superior de ALCUE avanza rápidamente, al menos en las Declaraciones de los gobiernos. Ya que, como señala Xiomara Zarur Miranda, la inclusión de los objetivos de este espacio no se han sentido en las políticas públicas en la mayoría de los países de la región (Zarur, 2008). Será tal vez por ello que, de manera paralela a la conformación de estos bloques y espacios, la Unión Europea ha venido elaborando otras estrategias para avanzar en la constitución de un Espacio Común de Educación Superior con Latinoamérica. Entre ellas se encuentran los proyectos 6x4 y Tuning América Latina. Centraremos nuestra atención en este último. Sus orígenes se narran de la siguiente manera en su sitio web:

“Durante la IV Reunión de Seguimiento del Espacio Común de Enseñanza Superior de la Unión europea, América Latina y el Caribe (UEALC) en la ciudad de Córdoba (España) en Octubre de 2002, los representantes de América Latina que participaban del encuentro, luego de escuchar la presentación de los resultados de la primera fase del Tuning, acercaron la inquietud de pensar un proyecto similar con América Latina. Desde este momento se comenzó a preparar el proyecto que fue presentado por un grupo de universidades europeas y latinoamericanas a la Comisión Europea a finales de Octubre de 2003. Podemos decir que la propuesta Tuning para América Latina es una idea intercontinental, un proyecto que se ha nutrido de los aportes de académicos tanto europeos como latinoamericanos. La idea de búsqueda de consensos es la misma, es única e universal, lo que cambian son los actores y la impronta que brinda cada realidad.” (Tuning, a)

Con el propósito de contribuir a la construcción del espacio común de educación superior ALCUE, México participa en el proyecto Tuning América Latina bajo la responsabilidad de la Subsecretaría de Educación Superior de la Secretaría de Educación Pública (SEP). En la presentación que realiza esta última para la incorporación de México a Tuning, la SEP señala que los trabajos del Proyecto Tuning América Latina 2004-2006 adquieren una relevancia fundamental para avanzar en el capítulo de integración, coordinación y gestión del sistema de educación superior y afirma: “La experiencia lograda en la conformación de alianzas estratégicas como las resultantes de los procesos de Bolonia nos serán de extremada utilidad para enriquecer los esfuerzos nacionales que se han desplegado en este sentido, así como para integrarlos a procesos hemisféricos que les den contexto internacional” (Tuning, c)

Es así como, a decir de la propia SEP, los resultados obtenidos por el Proceso de Bolonia constituyeron un elemento central en la decisión de México para participar en Tuning América Latina. Para representar a nuestro país en dicho proyecto, la SEP constituyó el Centro Nacional Tuning y seleccionó, en un primer momento, una universidad federal y cinco universidades públicas estatales: la Universidad Autónoma Metropolitana, la Universidad de Guadalajara, la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, la Universidad de Sonora, la Universidad de Guanajuato y la Universidad Autónoma de Yucatán. México participó en las cuatro áreas iniciales: administración, educación, historia y matemáticas. Más tarde se incorporaron otras instituciones de educación superior públicas y privadas: Universidad de Colima, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey.

México está presente en 10 de las 12 áreas temáticas de Tuning y tiene tres Coordinadores de Grupos de Trabajo.

El impacto de Bolonia: hacia la construcción de un espacio común de la educación superior en México

En noviembre de 2004 la Secretaría de Educación Pública otorgó un reconocimiento a las ocho IES que habían logrado que al menos el 75% de sus estudiantes de licenciatura cursaran programas de estudio reconocidos por su calidad. A decir del Rector de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí se trataba de la primera vez que dicha Secretaría reconocía el desempeño de calidad de las universidades públicas.”Es en ese marco en donde surge la inquietud de los titulares de las universidades, de conformar un espacio común que promueva oportunidad de movilidad estudiantil e intercambio entre redes académicas, que ahora se conoce como Consorcio de Universidades Mexicanas (CUmex)” (Cumex, Relatoría: 3) y más adelante afirma que Julio Rubio, entonces subsecretario de la SEP “desde el principio vio bien que se constituyera un espacio que contribuyera de manera mucho más ordenada y sistemática y por ende con mayor fortaleza, al impulsar la calidad desde las mismas universidades”. Cumex se funda después de cinco meses de trabajos previos, el 3 de mayo de 2005, mediante la firma de un convenio que suscribieron los rectores de 9 universidades de la provincia. Se conformó el Consejo de Rectores como el órgano supremo del Consorcio y se nombró como su primer presidente a Miguel Ángel Aguayo López, rector de la Universidad de Colima quien, en el primer artículo del primer número de la revista del Consorcio, comunica su visión del espacio común: “Nuestra visión del Consorcio de Universidades Mexicanas, CUMex, es la crear -sic- un espacio común mexicano de la educación superior, que sea plenamente visible hacia el exterior por su calidad, pertinencia e innovación” (Cumex,Espacio Común, 1:3) Este esfuerzo, a decir del propio Aguayo, es considerado como estratégico por la SEP, para el logro de nuevas formas de cooperación efectivas para el sistema educativo del país. Por ello en la segunda sesión ordinaria del CUMex el subsecretario de educación superior, Julio Rubio, anunció que, por considerar como un asunto estratégico la puesta en marcha del Consorcio, la SEP aportaría un millón de pesos para que este iniciara sus operaciones (Espacio Común, 1) Julio Rubio sostuvo “que a través de una agenda estratégica el CUMex puede aportar elementos para construir un verdadero espacio para la educación, pues si se observa la complejidad de la conformación de un espacio con estas características, se verá que es muy difícil integrar en regiones como Europa, América Latina y el Caribe, un grupo cuyo eje articulador sea la calidad” (Espacio Común, 1: 19) El Estado mexicano, consciente de las dificultades de consolidar un espacio común de educación superior como el que busca la ALCUE, decide apoyar la construcción de un espacio común entre las instituciones educativas mexicanas de calidad mediante la constitución del CUMex el que se orienta desde sus inicios a establecer fuertes vínculos con el exterior. Por eso, desde las primeras actividades del Consorcio se pone en marcha un doctorado en administración conjuntamente con la Universidad de Cantabria y la Subsecretaría de Educación Superior y se propuso trabajar con la Casa Universitaria Franco Mexicana, con la red universitaria Toulouse- Midi Pyrénées, con la Universidad de Lille, con la de Bourdeos, Pau, Limoges y con el Grupo 9 de Universidades Españolas: el Cumex, desde su fundación, busca fortalecer sus lazos con la Unión Europea y cuenta con el apoyo del Estado para lograrlo. Para el gobierno mexicano queda clara la relación entre la UEALC y Tuning: ambos propósitos están asociados y forman parte de una misma estrategia. El interés del Estado mexicano por fortalecer sus vínculos con la UE lo refrendó Cetina ante el Consorcio afirmando, con relación a Tuning Europa, que “su deber es darlo a conocer en México e incorporar a las instituciones de educación superior al proyecto, y una de las mejores maneras es evidentemente realizar el taller Tuning para que tenga participación colectiva y se generen mejores resultados” (CUMex, Relatoría, 4) La incorporación de las IES en la construcción de ALCUE es pues necesaria para “que se generen mejores resultados”. De hecho, como se puede observar a través de la lectura de la relatoría del taller, es Cetina quien dirige su desarrollo y es el quien, a través de sus intervenciones, presenta y argumenta las bondades del proyecto Tuning en Europa, del Proceso de Bolonia, de ALCUE y de Tuning América Latina ante las IES del Consorcio. Queda claro que en Tuning se “contrastan” las perspectivas del Estado y de las IES: el propósito del primero es la convergencia en los sistemas educativos; la incorporación de las IES es necesaria para la construcción e implementación de los programas y para controlar la calidad de los mismos pero, y sobre todo, porque son ellas las que otorgan “el reconocimiento académico”: es por estas razones que el Estado considera fundamental su incorporación a Tuning y a la construcción del espacio común de educación ALCUE. Los trabajos del CUMex han venido avanzando en el sentido señalado. Para Salazar Silva el programa de comparabilidad del Consorcio constituye “uno de los pilares que sustenta al CUMex”. Dicho programa se fundamenta en la metodología del proyecto Tuning “que nace en la Unión Europea y más tarde se implementa en América Latina” (Cumex, Espacio Común, 2) Silva señala: “Con el surgimiento de la Unión Europea en 1999, como parte del proceso de Bolonia, se establecieron políticas para la integración de un espacio común de educación superior sin fronteras entre sus países integrantes” y agrega “La comparabilidad de programas educativos, el aseguramiento de la calidad, el reconocimiento de títulos multinacionales, la movilidad de académicos y estudiantes, la asociación de la investigación al proceso educativo y el trabajo en red de los académicos en el ámbito nacional e internacional, son algunas de las prioridades establecidas en la Declaración de Bergen, las cuales coinciden plenamente con el trabajo que el Consorcio de Universidades Mexicanas (CUMex) ha realizado desde su concepción …” (Espacio Común, 2: 3) Una vez más se reafirma la influencia del Proceso de Bolonia como el modelo y el espacio que explica el surgimiento del CUMex en México. Siguiendo la metodología de Tuning el Consorcio estableció una lista de 25 competencias genéricas para sus egresados y realizó una encuesta entre diversos sectores sociales: académicos, estudiantes, graduados, empleadores y sociedad civil. Esto con el objetivo de analizar como cada sector priorizaba las diversas competencias. El CUMex ha sido criticado por considerarse un grupo de élite que excluye a las IES que no cumplen con los niveles de calidad que el Consorcio ha establecido. El coordinador general del CUMex ha señalado que “no es un grupo de élite que cierra los espacios a instituciones públicas o particulares” En este mismo sentido, Mario García Valdez, como Rector de la Universidad autónoma de San Luis Potosí, afirmó que el Consorcio pretende “contribuir a mejorar los procesos de calidad de la educación superior en nuestro país, en nuestras universidades, pero también ser coadyuvantes a que estas mismas experiencias y procesos se transmitan a estos procesos educativos, estamos muy lejos de pensar que nuestra visión es cerrada, es elitista o egoísta de pensar que sólo nosotros lo podemos hacer” (CUMex, Relatoría,1 y 3). Y es que, en efecto, solo, el Consorcio no lo puede hacer: para lograr sus metas cuentan con el apoyo del Estado: “El Subsecretario de Educación Superior de la SEP informó que para aquellas universidades que han logrado llegar a los estándares de calidad deseables, a través de los Programas de Fortalecimiento Institucional han asignado más de 15 millones de pesos en el 2001-2005, el tema es este consorcio, que busca dentro de sus capacidades apoyar a otras universidades para que crezcan y es considerado el primero que se forma en el país con estas características” (Que tal virtual) Las críticas al Consorcio continúan y por ello Mario García Valdez, al hacerse cargo de la Presidencia del CUMex, tuvo que defender a este organismo de nueva cuenta, argumentando que el mismo no persigue “fines elitistas, sino de solidaridad y apoyo con quienes se comprometen a trabajar con la misma visión de calidad que tenemos en el Consorcio” (Universidad de Colima) De esta manera, el CUMex con el apoyo del Estado, ha venido conformando un espacio común de educación superior en México: pero sólo entre las instituciones de calidad. Como hemos venido viendo, este proyecto ha sido auspiciado y financiado por la Secretaría de Educación Pública ya que, como lo señalara el subsecretario de educación superior de la SEP “si se observa la complejidad de la conformación de un espacio con estas características, se verá que es muy difícil integrar en regiones como Europa, América Latina y el Caribe, un grupo cuyo eje articulador sea la calidad”. Por ello se constituyó un grupo de élite. El desarrollo del CUMex se ha convertido también en un elemento de presión para la obtención de recursos económicos.

Conclusiones

El Proceso de Bolonia constituye una importante herramienta para posicionar a la Unión Europea en el contexto educativo. Su impacto ha sido reconocido por la AIU a nivel mundial. Para este organismo, las nuevas iniciativas de la UE que acompañan el Proceso de Bolonia buscan aumentar su atractivo y lo han logrado: para la mayor parte de las IES queda claro que las instituciones educativas europeas quieren ser competitivas, atractivas, especialmente con relación a las de los Estados Unidos. Europa es la única región que se ubica como el primer o segundo lugar de prioridad para las IES de las diversas regiones del mundo (AIU, 2006). México no es la excepción. En nuestro país la UE desplazó a los Estados Unidos como destino de sus becarios (CONACYT) La Unión Europea ha venido desarrollando una estrategia para fortalecer sus relaciones con América Latina que va avanzando. La UEALC o ALCUE, y Tuning América Latina, son parte de ella. La Secretaría de Educación Pública de México ha seguido el Proceso de Bolonia con interés e impulsa la creación del espacio común de educación superior de la ALCUE en el Horizonte 2015. También ha promovido activamente el proyecto Tuning América Latina: México fue sede de una de las cuatro Reuniones Generales de este proyecto. La SEP ha decidido implementar su propia estrategia para avanzar en la consolidación de un espacio común de educación superior de calidad en México, que nace vinculado a la UE y adopta como modelo Tuning. Pero a diferencia de lo que acontece en la UE, su proyecto ha conformado un Consorcio de elites al que apoya de manera decidida. Para mantenerse como el Consorcio que representa la calidad de la educación nacional, el CUMex ha venido elevando sus criterios de selección y de pertenencia. Sólo un reducido número de las IES del país tienen acceso a las ventajas y presupuestos que supone la pertenencia al CUMex. De esta manera, la voluntad del Estado de insertarse en la globalización fortaleciendo la conformación de espacios comunes de educación con la UE se ha traducido en una nueva jerarquización de las IES mexicanas. Sin embargo el Consorcio ha sido criticado por diversas razones: los criterios de calidad que establece, su vinculación y dependencia de la SEP y la ausencia de la que, sin duda constituye la mejor universidad del país, la UNAM, son algunos de los elementos que han puesto en duda la legitimidad del CUMex. El Proceso de Bolonia ha reconfigurado el sistema de educación superior en México. En lugar de haber impulsado relaciones de solidaridad y cooperación entre las IES en nuestro país, los esfuerzos por incorporarse al Proceso de Bolonia se han transformado en un mecanismo de elitización de las instituciones educativas que puede desembocar en una educación superior a dos velocidades: las IES de excelencia, globalizadas, internacionalizadas, y todas las demás, la inmensa mayoría, las que, sin “calidad” quedarán al margen del proceso de globalización institucional en curso.

 

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