Con la colonización, los malienses fueron propulsados a une dinámica político-institucional unificadora rompiendo con su historicidad basada en la diversidad equilibrada. Desde entonces, el Estado y el pueblo coexisten alrededor de lógicas de integración y de instrumentalización cuyos modos efectivos revelan la heterogeneidad normativa. Las dialécticas reglas-practicas, legalidad-legitimidad permiten, más allá del derecho oficial, entender el derecho vivido – entonces los valores normativos – y el papel del derecho en la regulación social. El pluralismo jurídico y la cuestión de la eficacia del derecho explican el carácter psicosocial de los procesos de legitimación del poder en función de los intereses de actuar. Es imprescindible entender su impacto en lo que da substancia al Estado. Se plantean aquí por un lado, las problemáticas de un derecho en transformación y por otro lado, la delimitación del espacio político legítimo que es el resultado de la acción pública y de los actores políticos.