Manifestaciones relativamente violentas de la crisis de lo político, los casos de divorcio entre los ciudadanos y sus instituciones dominan la actualidad internacional. Cada una de estas situaciones cuestiona la gobernanza democrática. ¿Cuáles son las condiciones y modalidades en que se expresa la aceptación de un poder por los ciudadanos? ¿El Estado y sus instituciones pueden encarnar solos al poder legítimo? ¿Cómo pueden coexistir, en cada país, las múltiples fuentes de la legitimidad del poder?

Estos son los principales planteamientos del coloquio que se realizó en 2009 en Lima, Perú. A partir de un enfoque intercontinental entre América del Sur, África y pronto Europa, este encuentro abrió las perspectivas geoculturales del “Recorrido internacional de debate y propuestas sobre la gobernanza” que coordina el IRG. Lanzado en África en el 2007, este recorrido reúne, dentro de espacios de diálogo multiactores, a representantes institucionales –locales, nacionales e internacionales–, políticos, académicos, autoridades tradicionales y religiosas, así como miembros del sector privado y de ONGs.

Los análisis que se llevaron a cabo en Lima mostraron que en Estados multiétnicos y pluriculturales como los de Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú, los desafíos que tienen que ver con la legitimidad del poder se encuentran en el centro de las tensiones como de las transformaciones políticas y sociales de hoy. Los cimientos del Estado llamado “moderno” se ven cuestionados por una gobernanza democrática capaz de tomar en cuenta la diversidad de las fuentes de legitimidad que existen efectivamente en las sociedades andino-amazónicas. Creencias, constituciones, costumbres, elecciones, servicios públicos, movimientos indígenas e incluso ciertos tipos de violencia organizada se combinan para encontrar nuevas formas de convivencia.